Neoelectra,

Desde 1999, la planta de cogeneración de Neoelectra en El Grado (Huesca) produce energía térmica y eléctrica que ha conseguido reducir el 20% del consumo energético, disminuir las emisiones de CO2   y minimizar las pérdidas en el sistema eléctrico. En marzo de 2023, la compañía comenzó una instalación de autoconsumo en la planta para incrementar su consumo renovable.

El reto de aumentar la competitividad energética de la industria para contribuir con la descarbonización del sector y minimizar la huella de carbono, es un recorrido en el que Neoelectra lleva más de 20 años de experiencia, durante los que ha impulsado modelos de economía circular que incluyen generación energética y recuperación de emisiones para tener impacto cero en el medio ambiente. La compañía ha gestionado instalaciones industriales de manera sostenible, y ha conseguido energía limpia y eficiente para empresas manufactureras, que requiere energía térmica y eléctrica, para el desarrollo de sus procesos productivos. Todo ello en línea con sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con los criterios ESG vinculados a factores ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo.

Energía limpia y eficiente
Un ejemplo de ello es el complejo energético de Neoelectra en la localidad de El Grado en Huesca, que en 1999 comenzó a cogenerar para producir energía térmica y eléctrica. Este complejo redujo el 20% del consumo energético, disminuyó las emisiones de CO2 y minimizó pérdidas en el sistema eléctrico.

La planta de cogeneración cuenta con siete motores Rolls-Royce de 3,6 MW cada uno y dos turbinas de potencia 1,1 MW y 0,5 MW respectivamente, con una potencia autorizada total de inyección a la red de 24,93 MW, que suministra calor a la piscifactoría de “Viveros de los Pirineos”, donde se producen truchas para su comercialización y repoblación de los ríos españoles.

Este complejo también cuenta con una planta de recuperación de emisiones de CO2 de Carboneco, que reutiliza el CO2 generado en el proceso de cogeneración para transformarlo en CO2 alimentario de alta pureza. Esta planta posee una capacidad de recuperación de 2,2 tns/hora, consiguiendo una producción aproximada de 20.000 tns/año. Este recinto tiene centralizada su base operativa, en la que se ubican seis grandes tanques de almacenamiento de CO2 con una capacidad total de 822 tn. Además, tiene su flota logística especializada en el transporte de gases industriales y ADR para distribuirlo en toda la península ibérica, y está integrada por ocho cisternas terrestres, 10 isocontenedores, 16 plataformas portacontenedores, un semirremolque de piso móvil y un semirremolque tipo tautliner.

Cabe destacar que la división logística de Neoelectra gestiona todas las necesidades de organización y transporte del Grupo y, a su vez, actúa como operador logístico para subcontratar de forma puntual o regular cualquier servicio que se necesite para cualquier tipo de material.

Todo esto convierte a las instalaciones de El Grado en una de las más completas de Neoelectra Generación, siendo un referente a nivel de Grupo.

Reconversión industrial y potencial renovable
En marzo de 2023, Neoelectra comenzó a ejecutar la primera fase de su “Plan de Transición Verde y Descarbonización” en la planta de cogeneración de El Grado, en la que ya se ha iniciado la construcción de una planta de autoconsumo fotovoltaico de 2,6 MW para incrementar su consumo renovable. Todas las obras de desarrollo, ingeniería y construcción están 100% a cargo de Neoelectra Green, división del Grupo especialista en energías renovables.

Dado el potencial del complejo energético de El Grado, Neoelectra pretende realizar una reconversión industrial integral para aprovechar en su totalidad el desarrollo de energías renovables en las instalaciones, en las que planea construir una planta de hidrógeno (H2) verde mediante electrólisis, con una capacidad de producción de 140 tn/año. Además, otros proyectos que contempla incluyen el desarrollo de gases renovables, como biogás y biometano mediante la eliminación de CO2.

Uno de los incentivos para el desarrollo del biometano, es que supone un plus en la “España vaciada”, especialmente en zonas agrícolas-ganaderas en las que se realizarán inversiones significativas que incidirán en la fijación de empleo en zonas afectadas por la despoblación.