La integración de la energía fotovoltaica en edificios, en inglés Building Integrated Photovoltaics (BIPV), supone la sustitución de elementos constructivos por módulos fotovoltaicos con funciones y características constructivas equivalentes. Desde hace algo más de dos décadas, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha dedicado una especial atención a esta aplicación fotovoltaica, en auge pero aún necesitada de un impulso importante para su total desarrollo.
La tarea de investigación Task 15: Enabling Framework for the Development of BIPV, del Programa de Sistemas de Energía Fotovoltaica de la AIE (IEA-PVPS), tiene como objetivo crear un contexto propicio para facilitar el desarrollo de la tecnología BIPV. Uno de los hitos de la participación española es la realización de un análisis del Sistema de Innovación Tecnológica (SIT) de la tecnología BIPV en nuestro país. El estudio lo ha coordinado el Centro de Investigaciones Energéticas, Tecnológicas y Medioambientales (CIEMAT) con la estrecha colaboración de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
Mediante el análisis estructural del SIT se han identificado y estudiado las distintas áreas de conocimiento relacionadas con la integración de fotovoltaica en edificios, las instituciones sociales (contexto social, económico, político y legislativo) y los actores y redes de conexión entre ellos. También se ha llevado a cabo un análisis funcional del SIT, con la revisión de las bases de datos de patentes, proyectos y publicaciones españolas sobre BIPV y se han realizado entrevistas y encuestas dirigidas a diferentes actores representativos, en las que han participado empresas del sector fotovoltaico y de la construcción, arquitectos, consultorías, centros tecnológicos, centros de investigación, universidades, representantes de las administraciones, entidades financieras, asociaciones sectoriales, etc.
Entre las conclusiones del estudio cabe destacar que el desarrollo del conocimiento sobre BIPV en España tiene suficiente calidad, aunque se limita principalmente al ámbito científico y académico, siendo necesaria más experiencia tecnológica y de mercado. En cualquier caso, la difusión del conocimiento es baja, y especialmente entre el sector fotovoltaico y el de la construcción, este último tradicionalmente más conservador a la hora de innovar. Los arquitectos reclaman más información técnica de fabricantes y proveedores de productos BIPV, y más ejemplos prácticos. Sin duda, las administraciones públicas pueden jugar un papel ejemplarizante, actuando sobre sus edificios con soluciones BIPV y difundiendo esos proyectos entre los profesionales.
También se observa que la confianza y la buena comunicación entre los agentes implicados se limitan a los contactos conocidos. Se necesitan más cursos de formación sobre la tecnología y las soluciones BIPV dirigidos específicamente a los profesionales de la construcción, así como reuniones y talleres prácticos para los diferentes actores interesados. En cuanto al estado del mercado, hay productos BIPV en fase de demostración pero también los hay comerciales, aunque se trata de un nicho de mercado. El número de emprendedores va en aumento, y existe una empresa española de BIPV, que es relevante a escala nacional e internacional desde hace unos años, y que cuenta con 350 proyectos BIPV realizados.
Por otro lado, mientras que la infraestructura física soportaría fácilmente un alto crecimiento del BIPV en España, la financiera está muy centrada en grandes plantas fotovoltaicas. Deberían crearse incentivos y apoyos específicos para el desarrollo de la BIPV, e incluirla en la rehabilitación energética de las envolventes de los edificios, en sustitución de otros elementos utilizados habitualmente en sistemas constructivos, como las fachadas ventiladas, por ejemplo. Pero ni siquiera los módulos BIPV se consideran productos de la construcción en la financiación de rehabilitaciones energéticas de edificios, con lo que sus costes no son elegibles. Tampoco las normas y certificaciones BIPV son obligatorias, ni el código técnico de la edificación (CTE) menciona explícitamente la fotovoltaica. Resultaría muy positivo que además reconociera la función constructiva de los módulos BIPV en las acciones de rehabilitación.
En definitiva, el análisis del sistema de innovación tecnológica de integración de fotovoltaica en edificios en España muestra que, aunque esta tecnología experimenta una buena aceptación, quedan aún barreras por eliminar. El coste, la falta de información y las barreras administrativas son las más importantes. La BIPV tiene un papel decisivo para lograr edificios energéticamente más eficientes y ciudades más sostenibles, pero es necesario contar con el apoyo de todos los sectores implicados, en particular, las administraciones públicas.
Artículo escrito por:
Nuria Martín Chivelet
científica titular del Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT)