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La importancia de la certificación energética en las empresas

Javier del Amo, director técnico de Grupo Hafesa

 La importancia de la certificación energética en las empresas

En una sociedad cada vez más consciente de la sostenibilidad y de la necesidad de cuidar el medio ambiente, empresas, instituciones y ciudadanos están tomando medidas para reducir y optimizar su consumo de energía. Las empresas, en concreto, realizan notables esfuerzos para reducir su huella de carbono y mejorar su eficiencia energética.

La búsqueda de esa eficiencia es consustancial al propósito de las empresas y su objetivo se centra en realizar un consumo más eficaz y racional de la energía: consumir menos para alcanzar el mismo resultado o conseguir un mejor resultado con los mismos recursos energéticos.

 

Eficiencia y certificación energética
Si la eficiencia energética es importante para las empresas, un paso imprescindible consiste en conocer su consumo real de energía y determinar las medidas que pueden tomar para optimizarlo. La vía para ello es la certificación energética. Estas certificaciones son en realidad actuaciones de medida y evaluación del rendimiento energético de un edificio, una instalación, un proceso o sistema o de toda la compañía. El objetivo es conocer el detalle de la energía que se consume y de qué forma se consume para, posteriormente, analizar cómo reducirla. El final del proceso de certificación permite clasificar a la compañía en una escala de mayor a menor eficiencia y generar una serie de recomendaciones para mejorarla.

Gracias a estos objetivos y análisis, las certificaciones ofrecen interesantes ventajas a las empresas y pueden contribuir a su desarrollo. La primera de ellas es la más básica, conocer los patrones de consumo energético para identificar áreas de mejora y aplicar medidas que ayuden a optimizarlo en campos de especial interés, así como a reducir la huella de carbono. Estos resultados generan normalmente una reducción de los costes a medio y largo plazo.

En el escenario actual, la disponibilidad de un certificado energético muestra el compromiso y la apuesta de la empresa por la responsabilidad ambiental. Esto contribuye a diferenciarla de sus competidores en el mercado y a mejorar su reputación y su imagen de marca, lo que ayuda a atraer y fidelizar a los clientes y socios que cada día otorgan más importancia a la sostenibilidad.

Finalmente, la certificación energética puede ser necesaria para que las empresas puedan justificar el cumplimiento de la regulación sobre eficiencia energética. Sin olvidar, también, que una mayor eficiencia energética se traduce en un incremento del valor de los activos de la compañía, lo que mejora el ROI a largo plazo.

Javier del Amo, director técnico de Grupo Hafesa

 

El sistema de CAE
La Directiva de Eficiencia Energética de la Unión Europea obliga a los diferentes países de esta área geográfica, entre ellos a España, a cumplir una serie de obligaciones energéticas. En este marco surge el Sistema de CAE (Certificados de Ahorro Energético), que tiene un doble objetivo: por una parte, genera nuevos ahorros de energía a través de la realización de proyectos de eficiencia energética en las empresas en áreas como iluminación, climatización, procesos industriales o gestión inteligente de la demanda energética y, por otra, facilita la inversión en tecnologías de eficiencia energética impulsando un mercado en este sector.

Un Certificado de Ahorro Energético es un documento electrónico que garantiza que, tras llevar a cabo actuaciones de eficiencia energética, se han conseguido nuevos ahorros en el consumo de energía final. La unidad de medida es el kWh. Así, por ejemplo, un proyecto que consiga un ahorro anual de 100 kWh, permite obtener 100 CAE. Estos certificados se utilizan desde hace tiempo en varios países europeos y en España se han puesto en marcha mediante el Real Decreto 36/2023.

En este sistema de certificados existen cuatro actores clave:

  • Los sujetos obligados, es decir, las compañías obligadas a realizar contribuciones financieras al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE) y que son, básicamente, comercializadoras de electricidad o gas y operadores al por mayor de productos petrolíferos o de gases licuados del petróleo.
  • Los sujetos delegados o empresas que pueden ayudar a los sujetos obligados a conseguir CAE.
  • Los clientes finales, ya sean del sector público o privado. 
  • Los “verificadores de los ahorros”, que son las entidades acreditadas por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), y que son los encargados de verificar los ahorros de energía obtenidos por la ejecución de una o varias actuaciones de eficiencia energética.

Además de contribuir al cumplimiento de los compromisos internacionales en eficiencia energética, el sistema permite flexibilizar el cumplimiento de parte de las obligaciones de ahorro de energía de los sujetos obligados a un coste lo más bajo posible, así como monetizar los ahorros obtenidos por los consumidores finales. Por otro lado, el impulso de las inversiones en eficiencia energética genera, indirectamente, beneficios en campos como el empleo, la competitividad y la productividad de las compañías.

En definitiva, alrededor del sistema se ha creado un mercado en el que los sujetos obligados compran certificados a los clientes finales que desarrollan proyectos de ahorro en sus edificios e instalaciones, para su posterior certificación, o bien pueden adquirir directamente certificados a otros sujetos obligados o a sujetos delegados. Así, los sujetos obligados pueden usar los certificados para compensar aquellas obligaciones que tienen que afrontar con el FNEE. Se trata de un sistema que genera beneficios para todos los participantes.

En un escenario de transición energética, el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto de invernadero se ha convertido ya en una obligación para los ciudadanos, las empresas, las instituciones y las Administraciones Públicas. Una de las fórmulas para ello es reducir el consumo de energía a través de la eficiencia energética. Los certificados energéticos y el sistema CAE son herramientas y mecanismos para que las empresas hagan un uso más eficiente de la energía y contribuyan a impulsar la sostenibilidad del planeta, lo que debe ser un propósito para todos los que realizan actividades en el ecosistema empresarial.

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Artículos sobre eficiencia energética | 23 de mayo de 2024 | 923

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