La necesidad de una mayor flexibilidad energética se impone como reto principal para fomentar ciudades europeas más sostenibles. Coincidiendo con el auge de la electrificación de las ciudades, donde los vehículos eléctricos toman cada vez más relevancia como alternativa de transporte, es necesario abordar este crecimiento desde una perspectiva sostenible. En este sentido, la carga bidireccional (V2X) de los vehículos eléctricos se posiciona como una solución efectiva a la hora de fomentar una transición energética más eficiente dentro del ámbito del transporte.
La carga bidireccional, como su propio nombre indica, funciona en doble sentido. Esto significa que, con esta tecnología, los vehículos, además de ser demandantes de energía, pueden llegar a suministrarla si fuera necesario. Con esto, se puede llegar a equilibrar la oferta y la demanda, además de ser una tecnología clave para fomentar un uso más responsable de la electricidad, reduciendo el derroche, los gastos, y por supuesto, mejorando el medio ambiente.
Son muchos los países europeos que entienden el papel que juega la carga bidireccional para impulsar la transición energética eficiente. Sin embargo, todavía quedan algunas dificultades que superar y oportunidades que aprovechar. Así lo reflejamos, de hecho, en un reciente estudio realizado por smartEn, patrocinado por Eaton, donde analizamos los marcos reguladores de once países europeos para el almacenamiento de energía que ofrece la carga bidireccional (V2X) de los vehículos eléctricos.
Carga bidireccional en Europa: retos y oportunidades
Nuestro informe analiza en profundidad la situación de la recarga bidireccional dentro del espectro de cada país, examinando aspectos como la evolución de los vehículos eléctricos y las estaciones de recarga, las condiciones reglamentarias y de acceso al mercado, así como las consideraciones relativas a la red y los sistemas. De esta manera, reafirmamos el potencial de la carga bidireccional y su papel clave a la hora de impulsar una transición energética eficiente, y cómo esta podría extrapolarse a otros recursos energéticos, incluidos los activos no dedicados del sector del transporte.
Con ello, podemos ver cómo la carga bidireccional interviene en el proceso de transición energética limpia y el desarrollo de un transporte eficiente en Europa. Sin embargo, desde Eaton, alertamos y recordamos que todavía quedan algunos obstáculos por superar, como es la falta de coordinación de los requisitos técnicos en los distintos países. Esta descoordinación y falta de claridad es uno de los motivos por los cuales, empresas y consumidores, no llegan a interiorizar nuevas alternativas sostenibles de transporte. Con una mayor coordinación y transparencia a nivel europeo se podría evitar que, tal y como predice el informe, los vehículos eléctricos sean activos inmovilizados el 90% del tiempo, lo cual supondría una pérdida de la flexibilidad energética necesaria en Europa para equilibrar las energías renovables variables en la red.
Desde Eaton, como suministradores de infraestructuras de recarga a toda Europa, somos conscientes de la necesidad por parte de gobiernos y organismos europeos de aclarar una visión conjunta y final sobre la carga bidireccional, y en cómo esta podría impactar en el desarrollo de una movilidad más sostenible en el continente.
¿Está España preparada para impulsar la carga bidireccional?
A pesar del potencial que presenta este formato para la transición energética, algunos territorios tienen trabajo por hacer en este sentido. Si nos detenemos en la situación de nuestro país, nos encontramos a la cola en infraestructura, junto a Polonia e Italia. Entre los principales datos obtenidos, preocupa el número de puntos de carga por cada 1.000 vehículos, cuya media total de los tres países es menor de 3.
Estas carencias pueden entorpecer el desarrollo de nuevas fuentes de energía y el proceso de fomentar una mayor flexibilidad energética. En el caso de España, la falta de infraestructura contrasta con la regularización de este tipo de procesos, cuyo marco regulatorio, según el estudio, se encuentra a la cabeza en comparación otros países participantes.
En definitiva, si bien es cierto que la carga bidireccional puede suponer un gran impulso para la transición energética dentro del ámbito del transporte, y a pesar de que el marco regulatorio en España está cubierto, todavía tenemos tareas pendientes para que esta mejora sea realidad, especialmente en materia de infraestructura y comercialización.
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