Joaquín Pérez Viota, presidente de AEVERSU

Planta de tratamiento integral de residuos Tircantabria.

El año 2024 ha sido testigo de importantes acontecimientos en el ámbito de la valorización energética de residuos en España, un sector estratégico que afronta retos técnicos, normativos y sociales para consolidarse como una pieza esencial de la economía circular. 

Hemos podido constatar un enorme interés, por parte de diferentes administraciones y entidades autonómicas, en el desarrollo de proyectos de valorización energética, sensibles como no puede ser de otra manera a las problemáticas en el ámbito de la planificación de la gestión de los residuos urbanos bajo su competencia. Este interés se ha manifestado a través de la organización de jornadas, seminarios y foros en los que se han podido compartir experiencias, y exponer voluntades.

2024 ha sido el año de la apuesta decidida de nuestra asociación por la consecución suspensión temporal en la aplicación del impuesto a la valorización energética de residuos urbanos, en primer lugar, por la crítica situación de la gestión de los residuos urbanos en España, en la que predomina el modelo de eliminación, alejado de la senda marcada por los países que en este momento se encuentran a la cabeza de los porcentajes de reciclado en la Unión Europea, en los que la eliminación en vertedero bien no existe, bien está tan gravada que no es una alternativa posible, y, en segundo lugar, por coherencia legislativa, al equiparar el servicio público esencial de tratamiento de residuos urbanos mediante su valorización energética a los procesos de cogeneración mediante la incineración de estos, procesos industriales en los que el impuesto aplicado es de 0 euros.

En este sentido, el informe editado en 2024 por la Agencia Europea del Medio Ambiente ‘Economic instruments and separate collection Systems: key strategies to increase recycling’, que analiza los efectos de los diferentes instrumentos impositivos utilizados a nivel europeo, destaca que los cinco países miembros con mayores tasas de reciclado, Alemania, Austria, Eslovenia, Países Bajos y Luxemburgo, aplican una alta fiscalidad, o incluso prohibición, al vertido. 

Cabe señalar que, en todos estos países, la valorización energética de residuos da solución al residuo no recuperado, capacidad de tratamiento situada entre su porcentaje de reciclado (el 60 y el 70%) y el total de residuos generado. El porcentaje de recuperación energética es entre 3 a 4 veces superior al utilizado en nuestro país.

Sólo nueve países europeos gravan la valorización energética de residuos urbanos. Países líderes en sostenibilidad, como Suecia, han suprimido el impuesto en 2023, con gran éxito, logrando un equilibrio entre el desarrollo ambiental y económico. España podría beneficiarse enormemente de adoptar un enfoque similar, especialmente al posicionarse como un referente en la gestión sostenible de residuos.

2024 también ha sido el año en el que hemos podido constatar, a través de datos de Eurostat, que nos alejamos cada vez más de la senda del cumplimiento del objetivo de eliminación en vertedero para 2035, un 10%, superando actualmente el 50%. 

No debemos olvidar 2027, año en el que cambiarán las reglas de cómputo de materiales recuperados y en el que, desgraciadamente, se incrementarán aún más si cabe, las terribles cifras de residuos eliminados en vertedero. Si hoy somos los líderes europeos en eliminación de residuos en vertedero, siendo responsables del 20% del total de los residuos eliminados en vertedero en todo el ámbito de la Unión, a partir de 2027 sobrepasaremos ampliamente esta cifra, al no poder computar como recuperado el material bioestabilizado producido en nuestras instalaciones de tratamiento.

Otro de los aprendizajes importantes de este año es que la valorización energética no debe verse como un competidor del reciclaje, sino como un complemento imprescindible. 

Si bien es esencial priorizar la prevención, la reutilización y el reciclaje en la jerarquía de residuos, la realidad es que siempre existirán fracciones no reciclables cuyo tratamiento adecuado pasa por convertirlas en energía y reducir así la dependencia de vertederos.  

En este sentido, a nivel internacional, los avances en I+D han continuado marcando el camino hacia un futuro más eficiente y sostenible. En el sector de la valorización energética, los esfuerzos tecnológicos están centrados principalmente en la captura de carbono, una solución clave para minimizar el impacto ambiental de estas instalaciones.

No podemos olvidar tampoco la incorporación de un nuevo asociado, el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia al que hemos dado una calurosa bienvenida en este 2024.

Planta de valorización energética del Complejo Medioambiental de Guipuzkoa en Zubieta.

Su conocimiento y experiencia en el ámbito de la valorización energética de lodos de depuradora será imprescindible en los próximos años, en los que cada vez será más necesario aportar una solución energética al tratamiento final de los lodos de depuradora generados en los procesos de tratamiento de aguas residuales urbanas, en la misma línea que ha sucedido en el resto de los países europeos con mayor madurez medioambiental. 

En resumen, 2024 ha sido un año de avances significativos e Ilusionantes y marcan la senda de los próximos años para transformar por completo el panorama de la valorización energética en España. 

El camino hacia un modelo más sostenible no está exento de dificultades, pero es innegable que contamos con las herramientas, el conocimiento y la capacidad para superarlas. Con una estrategia bien definida y el apoyo de todos los actores implicados, el 2025 puede marcar el inicio de una etapa de consolidación para un sector que tiene mucho que aportar al futuro del país.

Retos para el 2025
En el nuevo año hemos de ser capaces de dar respuesta al creciente interés demostrado por la valorización energética. Esta respuesta debe encaminarse en el sentido de la información, la transparencia y el soporte. 

El fruto de la reflexión realizada por nuestros asociados, es la decisión concentrar nuestros esfuerzos en la convocatoria de un encuentro global sobre la valorización energética, a celebrarse en los próximos meses, foro de encuentro entre administraciones, empresas y tecnólogos, que sirva de plataforma para compartir experiencias, estrategias, procesos y soluciones, en un marco estrictamente técnico, en el que el debate esté centrado exclusivamente en la solución de los importantes retos a los que está sometido el sector del tratamiento de residuos en España, y de la oportunidad que supone disponer de una tecnología ampliamente contrastada en toda Europa, que se constituye en colaboradora necesaria en la consecución de los objetivos europeos para el tratamiento de residuos urbanos.

Esperamos que este foro se convierta en un evento de máxima referencia en el sector, y en un instrumento para impulsar el necesario desarrollo de nuevas propuestas de valorización energética que colaboren en la consecución de los objetivos marcados por la UE.

La evolución del sector durante 2025 dependerá en gran medida de la voluntad política y social para abordar los retos estructurales que persisten. 

Es necesario acelerar la inversión en nuevas infraestructuras y mejorar las existentes. Para cumplir con los objetivos europeos antes de 2035, todos los estados miembros deberán reciclar al menos el 65% de los residuos producidos y reducir la eliminación en vertedero a menos del 10%. 

Actualmente, en España solo se valoriza un 11% de los residuos, lo que evidencia la necesidad urgente de duplicar la capacidad de tratamiento mediante valorización energética. 

Además, es fundamental apostar por la innovación tecnológica y fortalecer las alianzas entre administraciones, empresas y ciudadanos para crear un entorno de confianza y cooperación. España tiene el potencial para convertirse en un referente en la gestión sostenible de residuos, pero ello requiere una visión clara y un compromiso decidido.

En resumen, un año cargado de retos ilusionantes, en los que AEVERSU pondrá el máximo empeño en su desarrollo.