Revista Energética. Noviembre 2024

Algoritmos verdes: impacto en el consumo de energía y en la huella hídrica y de carbono La enorme y creciente cantidad de datos que se almacenan y analizan en la economía digital, permite diseñar, ejecutar y re-evaluar procesos que mejoran sustancialmente la casi totalidad de actividades. Sin embargo, el gran impacto de su consumo de energía, las inmensas necesidades hídricas de refrigeración de los centros de datos y la mitigación de la huella de carbono presentan unos retos a los que hay que dar respuesta. JOAQUÍN BARALLAT CONSEJERO DELEGADO EN SENDERENS L os algoritmos verdes son medios computacionales que buscan reducir el consumo energético de los siste- mas informáticos, y su impacto ambiental medido por su huella hídrica y de carbono. En contraposición algoritmos rojos o negros son aquéllos que, frente a optimizar el uso de recursos, priorizan rapidez y capacidad de procesamiento. En 2022 se aprobó el Plan Nacional de Algoritmos Verdes como parte del Plan de Recuperación conectado directamente con los fondos europeos Next Generation. Su finalidad es que la transición ecológica se vea favorecida por soluciones de Inteligen- cia Artificial (IA) en el diseño e implantación de planes de sostenibilidad. De una manera más ambiciosa, se aspira a que la IA ayude a plantear nuevos modelos y soluciones, que ayuden a prevenir y eventualmente mitigar los daños ocasionados por el clima extremo derivados del cambio climático. En la Unión Europea (UE), el Reglamento (UE) 2021/1119 de Neutralidad Climática en 2050 proporciona la base regulatoria. Por su parte, la normativa española de aplicación es la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Tran- sición Energética y el Plan Nacional de Algo- ritmos Verdes que desarrolla la Inteligencia Artificial Verde Basura digital La ciudadanía es hoy ampliamente conscien- te de la necesidad de reducir el desperdicio, minimizando su impacto ambiental. Por ello se fomentan políticas de residuo cero, que se traducen en envasado sostenible, aprove- chamiento de residuos, reciclaje e impacto del transporte en la huella de carbono. Sin embargo, no somos igualmente cons- cientes del coste que implica la basura digi- tal. Como tal englobamos los archivos inne- cesarios que se encuentran en bandejas de correo, ficheros, fotos, que ocupan espacio y consumen energía por el solo hecho de existir. Es un axioma ampliamente admitido el que las empresas deben incluir la sostenibilidad como parte integrante de su cadena de valor. Pero la ciudadanía también debe contribuir. siendo consciente de su basura digital y ser responsable de borrarla. Ésto debe conver- tirse en una rutina. Imaginemos el impacto energético global de eliminar todos estos datos innecesarios, y que se mantienen en los servidores. Consumo de energía de la inteligencia artificial (IA) La tecnología debe ser una herramienta po- tente que contribuya a mitigar el cambio cli- mático y avanzar hacia una economía y una sociedad más sostenibles. Algunos observa- dores apuntan sin embargo a que demomen- to se está produciendo el efecto contrario. Los nuevos datos conocidos ligados al des- pliegue de la IA, tanto en su entrenamiento como para su uso, muestran que está au- mentando el consumo de energía exponen- cialmente, y se estima que para el fin de esta década consumirá el 25% de la energía glo- bal. La Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (RAC) en un recién estudio volvió a insistir en lo mismo: “las previsiones sobre el consumo de energía eléctrica de las tecnologías de la información y la comunica- ción (TIC) son alarmantes”. Consumo de agua Ocurre lo mismo con el aumento del con- sumo de agua para refrigerar los enormes centros de datos que se construyen. Recien- tes informes muestran aumentos de dos soluciones de digitalización 58 ENERGÉTICA XXI · 241 · NOV 24

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