ESPECIAL AMÉRICA LATINA: EÓLICA | LATAM SPECIAL EDITION: WIND ENERGY 2020 it will have started to expand at a significant pace again, contingent on a new tender being held this year,” says Salvatore Bernabei, head of renewables in Latin America for the Enel Group. The Brazilian government expects to more than double its current wind capacity, to 24GW by 2024. As of February this year, 2.6GW of wind was under construction and an additional 4.3GW contracted, according to local wind industry association Abeeólica. In 2016, Argentina awarded PPAs to 1.47GW of wind farms and is pushing developers to complete the projects as soon as possible, in an effort to boost the local power system’s reserve margins and comply with the country’s 8% renewable generation target at the end of 2017. The latter goal may be somewhat overambitious, but it appears that wind is finally gaining momentum in Argentina. This year as well, Colombian regulators are due to finalize regulatory changes that will facilitate the development of new wind plants (to be explored in more detail below). “In the short term, Argentina will help compensate for the drop in Brazil,” Bernabei says. “Over the medium term - we’re talking three to four years - we think there will also be strong growth in Colombia.” “In general the region’s wind industry has not been affected much” by the slowdown, says Tristan Wallbank, CEO of Siemens Wind Power Chile. “In canzando una capacidad eólica de 319MW, según la empresa de servicios públicos del estado. También en Centroamérica, Panamá (270MW), Nicaragua (187MW) y Honduras (175MW) han desarrollado proyectos eólicos como parte de una iniciativa que apunta a disminuir su dependencia de las costosas importaciones de combustible. Por la misma razón, muchas naciones caribeñas han invertido en proyectos eólicos y solares. República Dominicana, por ejemplo, terminó de construir su tercer parque eólico, la planta de 50MW Larimar, en marzo de 2016, llevando su capacidad total a 135MW. El Gobierno de Brasil, cuya economía ha entrado en recesión en los últimos dos años, tuvo que suspender una subasta de energía de reserva prevista para 2016 debido a la decreciente demanda de electricidad. Como resultado, no se licitaron nuevos proyectos eólicos el año pasado. Este contexto ha llevado a la industria local de energía eólica al límite y es probable que empañe el espectacular crecimiento que venía registrando el sector hasta ahora, si bien sus perspectivas de crecimiento siguen siendo positivas en el largo plazo. “El crecimiento de la energía eólica en Brasil registrará un pequeño descenso en 2019, pero creemos que ya a partir de 2020 volverá crecer de manera importante, siempre y cuando se lleve a cabo una nueva subasta este año”, dice Salvatore Bernabei, jefe de energías renovables en Latinoamérica para Enel Group. El Gobierno brasileño espera duplicar su capacidad eólica actual, llegando a tener 24GW instalados para 2024. A febrero de este año, se estaban construyendo 2,6GW de energía eólica en el país y se había contratado otros 4,3GW adicionales, según la asociación local de la industria eólica Abeeólica. En 2016, Argentina adjudicó contratos de compra de energía por 1,47GW de parques eólicos y está empujando a los desarrolladores a que terminen los proyectos tan pronto como sea posible, en un esfuerzo por aumentar los márgenes de reserva del sistema eléctrico local y cumplir con el objetivo de tener un 8% de su generación a partir de fuentes renovables hacia fines del 2017. Este último objetivo puede parecer algo ambicioso, pero quizás la energía eólica esté finalmente ganando impulso en Argentina. Este año también, los reguladores de Colombia deben finalizar los cambios regulato- 56 energética XXI · 166 · MAY17
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