Energética 222. Diciembre 2022
Luis Marquina presidente AEPIBAL / director de Relaciones Institucionales de Grupo Gransolar 2023, un año decisivo En este año de turbulencias que ha consumido enormes recursos de la administración y mucho tiempo de grandes profesionales que desde los ministerios han estado apagando fuegos y no trabajando en una transición tranquila hacia una economía verde, también hay buenas noticias por las que debemos sentir que, a pesar de todo, seguimos avanzando: el precio del petróleo baja, la estrategia española de fijar un tope al precio de gas ha resultado satisfactoria —dando a España un papel mucho más relevante en el concierto energético europeo— a lo que se suma un otoño bastante benigno, que ha permitido tranquilizar algo el mercado internacional de la energía y con ello las dolorosísimas tasas de inflación. E n este contexto, las energías renova- bles son y serán la solución al pro- blema. No es casual que 2022 cierre con cerca de 6 GW fotovoltaicos conectados, dos de ellos de instalaciones de autoconsu- mo, lo que da una idea de los rendimientos económicos tan evidentes e indiscutibles que proporciona a particulares y empresas. Aunque todos los ojos están puestos en el almacenamiento como el gran siguiente paso de este nuevo modelo energético que se soporta sobre las fuentes renovables. Las estimaciones de REE de más de 6.500 GWh/ año en 2026 de energía producida y vertida (no consumida y por lo tanto desperdicia- da) otorgan a las baterías, especialmente, un rol protagonista en el nuevo sistema energético. Para ello los fondos Next Generation, que lanzaron con éxito su primera convocatoria de proyectos de I+D dotada con 50 MM€ y de los que se han otorgado 36 MM€ —lo que dice mucho del espíritu emprendedor e in- novador de nuestras empresas— tendrán en su fase de despliegue su auténtica prueba de fuego, con 150 MM€ (ampliables a 250 MM€) de ayudas al despliegue de instala- ciones concretas, y cuya primera licitación debería publicarse en los primeros días de enero del 2023. Y la tecnología, ¿qué? La tecnología está preparada para afrontar este reto. Por un lado, las baterías de litio es- tán alcanzando mejores niveles de eficiencia y ofrecen ratios de producción precio más y más competitivos, aunque la mala noticia es su dependencia de una materia prima que no tenemos en casa y cuyo precio está sujeto a externalidades fuera de control para los fa- bricantes. Por otro lado, van tomando fuerza nuevas tecnologías como las baterías de flujo de vanadio, especialmente competitivas para ofrecer soluciones de almacenamiento entre 4 y 8 horas, y podrían ser la solución idónea para las necesidades del sistema eléctrico a medio plazo. Desarrollo industrial y recursos de la administración Para el desarrollo industrial, el ‘momen- tum’ geopolítico es muy favorable: Europa tiene que recuperar capacidad industrial si no quiere que todo el esfuerzo que está ha- ciendo por descarbonizar su economía de- penda, al fin y al cabo, de países de los que cada vez tiene menos control y capacidad de influencia. La potencial colaboración en- tre las anunciadas gigafactorias de baterías para vehículos eléctricos y la industria de ba- terías estacionarias (para el sector eléctrico, no para movilidad) será clave para crear un ecosistema competitivo, fiable y sostenible. En esta colaboración nos jugamos mucho y desde AEPIBAL pedimos a la administración que impulse y ayude en la coordinación de ambos sectores de forma valiente y decidida. Por su parte, la administración debe dotar- se de más recursos humanos. No podemos afrontar una renovación de nuestra realidad energética con los mismos y escasísimos me- dios con los que la administración ya conta- ba. Hay 145 GWde potencia renovable conce- dida, y todo parece indicar que gran parte de esos gigavatios no se van a construir porque no van a llegar a obtener las autorizaciones definitivas, en muchos casos, por los retrasos de la administración en tratar adecuadamen- te la avalancha de expedientes recibidos. De ser así, muchos inversores verán cómo sus inversiones se reducen a cero. Y el impac- to que esta nueva realidad va a tener en el país es incierto. ¿Van a llover reclamaciones y demandas contra el Estado? ¿Va a estar de nuevo España bajo el foco de la inseguridad jurídica? ¿Seremos capaces de financiar los objetivos del PNIEC, ahora aumentado, que incluye además muchos gigavatios para fa- bricación de hidrógeno verde? Es una de las grandes incógnitas con las que iniciaremos el año 2023 ◉ 80 ENERGÉTICA XXI · 222 · DIC 22 BALANCE 2022 Y PERSPECTIVAS 2023
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