Energética 222. Diciembre 2022
BALANCE 2022 Y PERSPECTIVAS 2023 2022: ¿un año para olvidar o el empujón definitivo a la transición energética? La Navidad es época entrañable de familia y amigos, pero también es el momento de hacer balance de lo sucedido durante el año. Desde la Asociación de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctrico (AFBEL) la sensación que nos deja 2022 es agridulce. Ha habido buenas y malas noticias. Voy a empezar por el lado negativo de la balanza para dejar buen sabor de boca al final de la lectura. Aquí debemos situar la volatilidad de precio y escasez de materias primas y microchips, el encarecimiento de la energía, la inflación, la disrupción de las cadenas de suministro y la inestabilidad e incertidumbre regulatorias. L as materias primas comenzaron a subir en 2021, cuando la asimétri- ca salida de la pandemia ocasionó importantes disrupciones en la minería, la transformación y el transporte. Pero los vaivenes de las economías potentes y de las emergentes, principalmente China, han provocado inestabilidad tanto en la fluc- tuación de precios como en las cadenas de suministro. Adicionalmente, cabe señalar el problema estructural europeo de la depen- dencia en materia de microchips que obvia- mente no se ha arreglado solo. Este punto ha puesto de relieve el papel primordial del mantenimiento profesional de los equipos, especialmente por parte de los fabricantes, no solo en este aspecto, sino también como factor de mejora de la eficiencia energética, ahorro de emisiones de CO 2 y productividad de las organizaciones. Impulsar la producti- vidad de las empresas industriales mediante la eficiencia energética y el ahorro de energía es una de las piedras angulares de AFBEL que ya en 2020 lanzó junto con al IDAE su calcu- ladora de eficiencia energética para conocer fácilmente el ahorro que supone contar con un SAI (sistema de alimentación ininterrum- pida) de última generación. La energía, que ya estaba al alza en el 2021 con la invasión de Ucrania y la subsecuente crisis del gas fundamentalmente y por con- tagio del petróleo, no ha hecho más que alimentar la ruleta rusa de la volatilidad del precio de los combustibles de los que, por desgracia, somos dependientes. En este escenario volátil e incierto, es lógico que aparezca el virus maligno de la inflación, que no hace más que desequilibrar aún más la situación económica y comprometer la ren- tabilidad de las industrias manufactureras. Por otra parte, durante 2022 hemos vivido una situación inaudita en cuanto a falta de estabilidad regulatoria. No hay que olvidar que el ecosistema de mercado en el que se mueve AFBEL se encuentra en gran parte regulado debido principalmente al hecho de que las redes eléctricas de transporte y distribución y ciertas fuentes de generación son negocios netamente regulados. En esas circunstancias, cualquier modificación a la baja del marco regulatorio agita al sector y retrae la inversión, como así hemos visto que ha sucedido. Nos encontramos ante un escenario para- dójico. Por un lado desde las instituciones europeas y nuestro propio Gobierno recibi- mos el mensaje de que se debe invertir y di- gitalizar las redes eléctricas para dotarlas de las capacidades suficientes para que puedan asumir las nuevas exigencias que se avecinan (generación distribuida generalizada, alma- cenamiento, autoconsumo, infraestructura de carga de vehículo eléctrico, electrificación de la climatización y de gran parte de la in- dustria, agregación, gestión de la demanda, etc.); pero por otro lado nos enfrentamos en España a una incertidumbre regulatoria que pone en riesgo la inversión necesaria y suficiente y que, incluso, empuja a las com- pañías eléctricas a trasladar sus inversiones a otros países con marcos regulatorios más estables y lo que es peor, con rentabilidades superiores. Ante esta situación, los fabricantes no en- cuentran cómo realizar el encaje de bolillos de aprovisionarse de materias primas para fabricar cuando, por un lado, su precio está sujeto a una altísima volatilidad y su adqui- sición muy complicada, pero a la vez se des- conoce la demanda de los usuarios de la red a medio plazo. Irrumpe así el riesgo de caer en sobre estocaje, lo que podría suponer un cuello de botella financiero sobre todo para las pymes, cuya capacidad de maniobra fi- nanciera es muy limitada. Ahora toca ver el lado más positivo de este 2022 que está a punto de terminar. Y quere- mos hacerlo confirmando que los mercados en los que AFBEL desarrolla su actividad han funcionado bastante bien. En especial los Guillermo Amann presidente de la Asamblea General de la Asociación de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctrico (AFBEL) 82 ENERGÉTICA XXI · 222 · DIC 22
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