Energética 222. Diciembre 2022

BALANCE 2022 Y PERSPECTIVAS 2023 Pocas luces y muchas sombras en el sector energético Para los pequeños productores fotovoltaicos el año 2022 será recordado como un ejercicio sombrío, con más sobras que luces. Un año marcado por la trágica agresión a Ucrania, una guerra que está tensionando los mercados energéticos europeos, disparando los precios de las energías y, con ellos, los costes de producción de bienes y servicios, lo que se ha traducido en un incremento de precios al consumidor inédito en las últimas décadas. S in abandonar la perspectiva inter- nacional, este 2022 continua la serie interminable de laudos arbitrales en contra del Reino de España por el drástico recorte a las primeras renovables, un escán- dalo sin precedentes que evidencia que a los productores españoles, 65.000 familias, habría que proporcionarles igual justicia a través de una solución política. Solo el avance del autoconsumo -más de 2.200 MW instalados en el ejercicio- aporta algún consuelo al sector productor de bases social, puesto que la generación para venta a través de la red de distribución y transpor- te está quedando en manos de unos pocos operadores y las comunidades energéticas son, aún hoy, una incógnita, puesto que para proyectos de cierta entidad no está claro si podrán acceder. Nos preguntamos qué escenario de precios tendríamos sin las instalaciones renovables que se instalaron en este país desde el año 2007 hasta el parón de 2012, sin duda los pre- cios hubieran sido mucho más elevados para el consumidor y para la industria; es una lásti- ma que la sociedad no conozca esta realidad. A pesar de la penetración de las fuentes re- novables, dependemos y dependeremos en el corto y en el medio plazo del gas que nos suministran países terceros. Y nuestro siste- ma eléctrico articula un mecanismo que con- tagia los elevados precios del gas a los del suministro eléctrico. Con lo que asistimos a un escenario de precariedad energética que vacía las ya menguadas cajas de nuestras pymes y autónomos y quebranta el bienestar energético de los españoles. Es justo reconocer que nuestro Gobierno no se ha cruzado de brazos, que ha articu- lado infinidad de medidas para paliar las consecuencias de este calvario geopolítico. Pero también asistimos a un triste espec- táculo europeo: el statu quo energético se resiste a reformar un mercado marginalista obsoleto, que saca interesantes réditos del modelo fósil y su distorsión en los mercados electrificados. Frente a ello: más renovables, más socia- lización de la generación y mejores regula- ciones, valientes y más alejadas de las in- fluencias interesadas de los monopolios del sector energético, que tratan, como es lógico, de lograr el máximo de los beneficios posi- bles; pero han de encontrar sabiduría y buen criterio en los que administran el interés del ciudadano, procurando un equilibrio entre el legítimo ánimo de lucro empresarial y el bienestar de los ciudadanos y la competiti- vidad de las pymes, que requieren energía a precios adecuados. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha continuado con sus convocatorias de subastas para el otorga- miento de régimen económico de energías renovables, con el objetivo de captar un vo- lumen de megavatios de diferentes tecnolo- gías renovables que se comprometan a sumi- nistrar la energía que producen a un precio reducido durante 12 años. El contexto revela que, con una perspectiva de precios altos en el medio plazo y con unos precios de reserva demasiado ajustados, las empresas no hayan acudido como lo hacían anteriormente, sin que esto vaya a condicionar los objetivos de penetración de energía renovable en el sis- tema, sencillamente demuestra que los pro- yectos esperan retornos más interesantes en el mercado o a través de acuerdo bilaterales. A los pequeños proyectos, por costes de economías de escala, se le habría de mejorar el precio de reserva, que habría de ser cono- cido de antemano, para evitar los inconve- nientes de gestión y presentación de garan- tías para participar en estas subastas si dicho precio no es atractivo. Con los precios de adjudicación de potencia que se dieron en la última subasta para pequeñas instalaciones, de haberse conocido el precio de reserva y mejorado algunos euros, dado que los costes de instalación se han elevado sensiblemente en este ejercicio, pensamos que hubiera teni- do una aceptación mucho mayor. Pero el problema más acuciante del año y del sector es la ausencia de puntos de eva- cuación, un nudo que habría de resolverse con urgencia porque impide el acceso a pro- yectos de pequeño y mediano tamaño, los óptimos a nuestro criterio, porque pertene- cen a pymes y ciudadanos de las comarcas y dejan allí la riqueza, y porque no tienen impactos medioambientales o paisajísticos aberrantes. Miguel Ángel Martínez-Aroca presidente de Anpier ( Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica) 84 ENERGÉTICA XXI · 222 · DIC 22

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