Energética 222. Diciembre 2022
BALANCE 2022 Y PERSPECTIVAS 2023 Seguridad de suministro (renovable), siempre Una vez más, un año de esta especialmente singular tercera década del siglo XXI nos ha dado una vuelta de tuerca a la realidad en la que vivimos, a la importancia de las relaciones económicas y a la necesidad de estar preparado para cualquier eventualidad. Decíamos el año pasado que “2021 ha sido un año de vuelta a una normalidad que nunca llega”. Pues 2022 parece que se ha decidido por dejar marcado también su propio carácter, muy especialmente en el ámbito energético. C omo el guion de una mala película de sobremesa de fin de semana, la gue- rra en Ucrania iniciada por Rusia con- vertía un incremento coyuntural del precio internacional de gas natural, causado por la coincidencia temporal de varias ‘ circunstan- cias improbables’ , en una situación que solo podía ir empeorando por las consecuentes sanciones comerciales a Rusia y la puesta en evidencia de una debilidad estratégica en el suministro de energía de la Unión Europea. Un argumento simple, pero contundente, para la secuela a “ la dependencia en la fabri- cación de insumos básicos ” (año 2020) y de “ el colapso de las cadenas logísticas ” (año 2021), completando una auténtica trilogía de terror con “ el retorno de la seguridad estraté- gica ” (año 2022). Almacenamiento para garantizar la seguridad e independencia energética Y así hemos transitado por el año 2022, apli- cando tratamientos para diferentes sínto- mas, atendiendo al corto plazo y basándonos en diagnósticos previos, y quizá descuidando un poco las causas originarias de nuestros males. En todo caso, la solución es unívoca, al menos en lo referente al suministro de energía: hace falta más generación proce- dente de energías renovables. Corrijo: hace falta más generación procedente de energías renovables y almacenamiento para garanti- zar la seguridad e independencia energética. Durante muchos años se ha considerado que España tenía una sobrecapacidad ins- talada en su sistema energético. Este año, se ha puesto en valor esa ‘sobrecapacidad’ del sistema gasista que siempre se basó en el principio de seguridad de suministro, y que durante muchos años hemos disfrutado en el sistema eléctrico por la dimensión y dise- ño de las redes de transporte y de distribu- ción, permitiendo integrar una importante cuota de energía renovable, ya en el umbral del 50%. Evidentemente, esa dimensión de seguridad y resiliencia tiene un coste que hemos soportado todos los consumidores de gas y de electricidad, pero también nos está permitiendo vivir esta crisis de escasez de suministro de energía con una perspectiva muy diferente a la del resto de la Unión Eu- ropea. Es evidente que aún sigue vigente el trilema del sector, configurado por coste eco- nómico, seguridad de suministro e impacto medioambiental y, también es evidente, hay que seguir trabajando en las 3 vertientes. La vertiente económica y medioambiental está claramente activa con el desarrollo de nuevas instalaciones de generación eólica y fotovoltaica, incluyendo autoconsumos. La vertiente de seguridad está enfocada en el re- fuerzo de las redes, con especial hincapié en las interconexiones con Francia y Portugal. Pero, tal y como vemos en el gráfico de evo- lución anual de la turbinación de bombeos y de su perfil de consumo, el funcionamiento de las actuales instalaciones de almacena- miento se encuentra en valores máximos (y subiendo) y en proceso de adaptación de sus horarios al progresivo incremento de gene- ración solar (mediodía) y generación eólica Raúl García Posada director de ASEALEN (Asociación Española de Almacenamiento de Energía) 86 ENERGÉTICA XXI · 222 · DIC 22
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