Energética 222. Diciembre 2022
BALANCE 2022 Y PERSPECTIVAS 2023 (madrugada, mínima deman- da) no gestionables. Esta vertiente de seguridad de suministro debe ser re- forzada también con alma- cenamiento, no en planes a futuro ni en promesas, si no en los hechos diarios. La realidad que se ha visto este año es que esta vertiente no es prioritaria. Las subastas de generación del REER siguen sin apostar ni por la hibrida- ción ni por la gestionabilidad. A pesar de querer mostrar una imagen de ‘tecnológica- mente neutras’, la realidad es que en estas subastas es imposible innovar en solucio- nes tecnológicas diferentes a las definidas en aquel Real Decreto 436 del año 2004 que establecía las diferentes categorías del régimen espe- cial (hace casi 20 años…). Lo hemos visto en la tercera subasta del REER, requiriendo toda una batería de condiciones al cupo de energía “b.1.2 – termosolar” con obligación de 6 horas de almacenamiento, limitando la hibridación de “otras tecnologías”, en lugar de definir unos criterios sencillos tales como un elevado número de horas de produc- ción, generación síncrona, perfil horario de entrega de la energía… y libertad total para proponer la combinación, la hibridación de tecnologías, tanto de generación como de almacenamiento, más apropiada para ace- lerar la descarbonización del sistema. Plan- teamiento similar hemos visto en la cuarta subasta, donde una instalación hibridada no solo no veía reconocida su optimización de uso del sistema, sino que se veía perjudi- cada por el riesgo de no asignación de una de las tecnologías. En esa normalidad que esperábamos para el año 2022 estaba el comenzar a dar pasos firmes en materia de almacenamiento de energía, con la esperanza incluso de “ apren- der a correr ”. Los pasos se han dado, no cabe duda, destacando el avance en las consultas públicas relacionadas con el Plan de Recupe- ración, Trasformación y Resiliencia. Especial- mente las ayudas al almacenamiento junto a instalaciones de autoconsumo, línea de ayudas que ha sido ampliada y que se espera supere ampliamente su objetivo de más de 200 MWh de almacenamiento instalado, in- cluyendo equipos de más de 1 MW/ 2 MWh en grandes consumidores. También se puede destacar el inicio de la modificación de varios Procedimientos de Operación de REE que permitirán participar en los Mercados de Ajuste del Mercado a to- das las tecnologías de almacenamiento y no solo a las instalaciones de bombeo. Un poco más lento está siendo este proceso para los Sistemas Eléctricos No Peninsulares, que es- peremos se acelere en 2023, ya que en estos sistemas las señales económicas para el alma- cenamiento son prácticamente inexistentes. La convocatoria de ayudas en islas ayudará entretanto. Un instrumento específico para el desarrollo de instalaciones de almacenamiento Sin embargo, estos avances no permitenmirar más allá del año 2023, teniendo además las li- mitaciones propias del encaje regulatorio utili- zado para las subvenciones directas: plazos de ejecución cortos y límite de ayuda de 15 millo- nes de euros por proyecto, condiciones insufi- cientes para grandes instalaciones de almace- namientomecánico. Por ello, el gran debe que se puede poner a este año corresponde a la falta de un instrumento específico para el de- sarrollo de instalaciones de almacenamiento. Un esquema que permita unificar en el tiempo las diferentes líneas de ingreso que necesitan las instalaciones de almacenamiento para ob- tener una mínima certeza de ingresos futuros y con ello una mínima viabilidad financiera. Tampoco se ha completado la tramitación del real decreto que establezca los Mercados de Capacidad, pendiente desde la consul- ta pública de mediados del año 2021 y que, al menos, permitiría tener una visibili- dad de potenciales ingresos económicos. Además, con la perspectiva de una futura reforma del funcionamien- to del mercado eléctrico en la Unión Europea el instru- mento específico para el almacenamiento se hace aún más necesario, ya que esa reforma incrementa la incertidumbre sobre los po- tenciales ingresos futuros de las instalaciones de almace- namiento de energía. Por su parte, el evento más significativo para el almacenamiento en Es- paña este año 2022 ha tenido lugar, paradó- jicamente, en Portugal. La puesta en marcha de la central de bombeo de Gouvães supone añadir 880 MW de potencia y más de 20 GWh de energía almacenada, y un alivio para el in- cremento de la generación renovable en la pe- nínsula ibérica, especialmente la fotovoltaica. Además, a finales de año, el Gobierno de Es- paña indicó que se ha acordado trabajar con Portugal de forma coordinada en materia de almacenamiento de energía, lo que aceleraría el establecimiento de un esquema que per- mita su desarrollo a nivel ibérico. Es una muy buena iniciativa para tratar de obtener una he- rramienta que garantice el cumplimiento del objetivo de generación eléctrica renovable, se confirmen o no los nuevos retrasos en la inter- conexión con Francia a causa de los incremen- tos de costes del proyecto y las dificultades de fabricación y suministro de equipos. Mientras tanto, este próximo año 2023 ten- dremos una oportunidad de ganar un poco de tiempo con las convocatorias de i) alma- cenamiento hibridado con generación re- novables, ii) almacenamiento ‘stand alone’ (pendiente de consulta pública), iii) I+D de almacenamiento (> 700 MWh en resolución provisional), iv) repotenciación eólica y v) nueva generación renovable con almacena- miento en las islas, con las que esperamos se puedan asentar proyectos equivalentes a más de 1.000 MW / 2.000 MWh, con puesta en marcha antes de 2026. Ya que están, es el mo- mento de aprovecharlas ◉ 87 ENERGÉTICA XXI · 222 · DIC 22
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