Energética 222. Diciembre 2022
BALANCE 2022 Y PERSPECTIVAS 2023 El correcto camino de las renovables Si pensamos que el final de 2022 está marcado por una subasta que se ha quedado casi vacía y que el comienzo de 2023 tiene grabado a fuego el 25 de enero como una fecha en la que decenas de gigavatios podrían llegar a perder sus derechos de acceso y conexión, pensaríamos que el sector renovable se encuentra en crisis. Nada más lejos de la realidad. Q uienes vivimos este sector de cerca sabemos bien de los vaivenes que sufren las renovables. Un sector que rompió récords en el 2008, animado por las famosas primas, que sufrió una moratoria que hizo que en cuatro años no se instalase prácti- camentenada yque, por fin, vuelve a ser unade las locomotoras de la recuperación económica nacional y europea. Vaivenes quenodeben sor- prendernos ya a estas alturas, pero que siguen poniendo de manifiesto la necesidad de un amplio consenso político, social y empresarial, que garantice que, gobierne quien gobierne, mantendremos firme nuestros compromisos con los objetivosmarcados por Europa que son difícilmente discutibles: más independencia energética, menos contaminación, más em- pleos, menos déficit comercial. El caminoquehemos seguidopara llegar aquí ha sido tortuoso. Decía San Agustín, “quien co- rre fuera del camino corre en vano”. Nuestra política energética ha hecho que en el pasado corriésemos, pero fuera del camino. Ha hecho que nos precipitásemos a la hora de apostar por tecnologías que aún no eran maduras, y eso hizo que aún en el imaginario colectivo, la sociedad sigapensandoque las renovables son caras. Hoy, que las renovables son la formamás económica de generación eléctrica, seguimos luchando contra esa creencia errónea. A pesar de los errores, que los ha habido, hemos llegado hasta la situación actual, en la que tenemos una aceptable penetración de renovables en el mix eléctrico, pero debemos realizar un importante esfuerzo para alcanzar otros usos más allá de la electricidad como el transporte o los usos térmicos, campos donde las renovables aún tienen mucho que decir. La baja hidraulicidad ha sido la gran respon- sable de que en 2022 no alcancemos la mar- ca del año previo, donde cerca del 47% de la electricidad fue renovable. También hemos te- nido una disminución de la producción eólica en 2022 pero esta ha sido compensada en si- milar porcentaje por el crecimiento de la foto- voltaica, que ya representa más del 10% de la electricidad nacional. Y ese ‘más’ está lleno de contenido, puesto que en las estadísticas ofi- ciales del operador del sistema no se contem- pla el autoconsumo. Un autoconsumo que se duplica año a año, tensionando cadenas de suministro y mercado laboral, y que, des- de APPA Renovables, prevemos que superará holgadamente los 2 GW instalados este año. La transición de 2022 a 2023 nos debería lle- var a replantearnos cuál es el camino que de- ben tomar las renovables enEspaña. Contamos con más de 140 GW de potencia renovable con permisos de acceso y conexión, y aunque el 25 de enero pueda caer un porcentaje importante de esos proyectos, somos conscientes de que no se instalará todo lo solicitado. Tenemos un sistema eléctrico cuya demanda no aumenta y unas necesidades de transporte y calefacción que, desde la pandemia, no han dejado de cre- cer. Por más que hayamos avanzado, seguimos quemando gas en nuestras calderas y gasolina en nuestros motores. El objetivo renovable marcado para 2030 va más allá del 74% de la electricidad, que pare- cía lejano cuando se postuló y ahora no pare- ce tan ambicioso. El objetivo para 2030 tam- bién nos habla de un 42%de renovables sobre el uso de energía final. Nos marca una direc- ción clara, sustituir calderas de gas por calde- ras de biomasa, geotermia o bombas de calor eficientes, aumentar el porcentaje de biocar- burantes, potenciar el vehículo eléctrico que se alimente de electricidad renovable. Esos son los pasos a corto plazo. ¿A medio plazo? Pasar de proyectos puntuales de hidrógeno renovable a una planificación de cómo vamos a generar este combustible y cómo (y a dónde) lo vamos a transportar. Industrializar nuestro país apoyándonos en la Transición Energética: baterías, módulos, palas, inversores, electroli- zadores…Todo ello necesitaremos y, a la vista de los acontecimientos, no parece una idea errónea pensar en una fabricación cercana. Las renovables, como señala el Estudio del Impacto Macroeconómico, emplean a más de 110.000 trabajadores, suponen ya cerca del 1,6% de nuestro PIB… No necesitamos más señales, sabemos hacia dónde debemos ca- minar, sabemos cuál es el camino. Ahora solo falta recorrerlo◉ José María González Moya director general de APPA Renovables 90 ENERGÉTICA XXI · 222 · DIC 22
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