Energética 222. Diciembre 2022

Las renovables empiezan a tomar el testigo, pero aún queda mucha carrera 2022hasidounañoconvulsoparaelsectorenergético, situaciónqueno tienevisosdesolucionarse a corto plazo. Las prioridades de la Comisión y del Parlamento de la Unión Europea en materia de energía han estado centradas en ir aumentando la apuesta en la cobertura de la demanda energética con renovables, pero a final de año sigue sin haber un consenso sobre qué objetivo debemos finalmente perseguir en conjunto, si el 40% del Fit for 55 o el 45% del REPowerEU . E ste tipo de indecisiones legislativas, que impiden definir medidas concre- tas y ambiciosas, junto con los proble- mas que ya veníamos arrastrando y que no se han solucionado, como la falta de herramien- tas en la administración o lamejora en los pro- cedimientos administrativos que faciliten un despliegue acelerado de las renovables, nos está abocando a un retraso en la lucha contra la emergencia climática y energética que ya estamos sufriendo. Vamos a necesitar acelerar si queremos cumplir los compromisos y alcan- zar la neutralidad climática en 2050. La falta de previsión y el retraso en la tran- sición energética ha tenido una gran reper- cusión en los bolsillos de todos los europeos: los precios del mercado eléctrico europeo han batido récord tras récord este año como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, convirtiendo un bien básico como es la energía en un bien casi de lujo, lo que demuestra la extrema fragilidad de nues- tro sistema energético y, en especial, del mer- cado marginalista, un mercado perverso que permite convertir a fuentes de energía, en este caso el gas fósil, en armas que pueden utilizar otros países para desestabilizarnos. Estamos viendo cómo estos días los diferentes gobier- nos ni siquiera consiguen ponerse de acuerdo en poner un tope al gas, a pesar del éxito que ha tenido esta medida para rebajar la factura eléctrica en España. Y a pesar de ver las nefastas consecuencias de la dependencia del gas fósil, la UE ha to- mado la ‘estratégica’ decisión, que entrará en vigor en pocos días, de considerar el gas fósil o la nuclear, de los que no disponemos, como fuentes energéticas “sostenibles” en las que seguir invirtiendo. Esto choca diametralmente con los planes de neutralidad climática y des- carbonizaciónque lapropiaUE ha aprobado, lo que nos hace pensar que no hay nadie al timón conuna idea clara de las necesidades reales del planeta. Por si esto fuera poco, cuando más falta ha- cían decisiones y líderes valientes para dar un cambio drástico en las crisis vigentes, la COP 27, cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, nos vuelve a dejar fríos al no proporcionarnos el marco necesario para des- ligarnos completamente de los combustibles fósiles y poder tomar medidas suficientemente potentes para conseguir una transición ener- gética sostenible, demostrando, una vez más, que los lobbies de las energías fósiles siguen teniendo una enorme influencia en nuestros representantes políticos. En España también nos encontramos con problemas que están lastrando la transición energética y el cumplimiento de los objetivos de descarbonización. Por ejemplo, las últimas subastas de renovables de octubre y noviem- bre han sido un fracaso, dejando una cantidad enorme de potencia sin adjudicar, síntoma de la falta de una correcta comunicación entre las empresas que representan el sector renovable y la administración. El diálogo entre todos los entes es unamedida clave para no estancarnos y perder el valioso tiempo que tenemos para evitar las peores consecuencias del cambio climático. En el caso del autoconsumo, a pesar de los pequeños logros conseguidos -gracias en parte a los esfuerzos de las entidades sociales como el aumentode la limitaciónde 500metros entre generación y consumo a 2.000 metros (solo en tejado)- se siguen manteniendo barreras que impiden el correcto desarrollo de esta tecnolo- gía, parte importantísima para la cobertura de nuestras necesidades energéticas y una herra- mienta crucial para la democratización de la energía. Nos encontramos en un proceso de des- carbonización en el que la electricidad tiene el papel principal, gracias al despliegue de las fuentes de energía renovables que se está produciendo a escala global. En este proceso, España está demostrando más ambición y compromiso que sus colegas europeos, pero sigue sin ser suficiente. Esta transición no está teniendo el empuje necesario para conseguir mantenernos en el lado seguro del Acuerdo de París. Nos encontramos en la década clave, es necesario que comencemos a tomar medidas que rompan finalmente nuestra dependencia con los combustibles fósiles◉ Juan Fer Martín Romacho responsable de Cambio Climático en Fundación Renovables 96 ENERGÉTICA XXI · 222 · DIC 22 BALANCE 2022 Y PERSPECTIVAS 2023

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