Energética XXI. Septiembre 2024

y la ampliación de la infraestructura de des- alación. Paralelamente, se debe seguir fo- mentando la penetración de los vehículos eléctricos y el uso de las bombas de calor en el ámbito residencial. El tercer factor clave es acelerar y fortalecer el desarrollo de la red eléctrica. Es esencial no solo para superar los obstáculos que li- mitan la integración de nuevas instalaciones renovables, sino también para afrontar el incremento de la capacidad derivada de la electrificación de la demanda. En términos de desarrollo regulatorio, hay varios temas pendientes de resolver. Desta- camos, por ejemplo, el desarrollo de los mer- cados de capacidad, pendiente desde hace meses y clave para dar el empujón definitivo a la inversión en almacenamiento. Asimismo, también destacaría la actualización de las normativas del mercado mayorista para in- corporar la gestión de instalaciones híbridas, la agregación independiente de la demanda y la creación de mercados locales de flexibi- lidad. En cuanto a la infraestructura de redes, es imprescindible que la revisión del modelo regulatorio para el próximo periodo incluya cambios que no solo eliminen las limitacio- nes actuales a la inversión, sino que también permitan la anticipación del despliegue y re- fuerzo de la red para atender a las necesida- des de transformación de la demanda. Abordando las nuevas oportunidades, qui- siera destacar un campo innovador que, a mi juicio, no ha sido plenamente explorado por el sector energético: la sinergia entre la generación de energía fotovoltaica y la pro- ducción agrícola. La combinación de am- bas actividades puede resultar en un mayor impacto socioeconómico, una mejora en la reducción de las emisiones y una agricultu- ra más sostenible, entre otras ventajas para ambos proyectos. En las instalaciones fotovoltaicas, es ha- bitual encontrar áreas que no se utilizan al máximo. Al combinar la generación de ener- gía con la agricultura, se puede hacer un uso más eficiente del espacio, minimizando así la huella humana en el medio ambiente y afec- tando a menos especies. Al mismo tiempo, se reducen las emisiones de gases contami- nantes propias de las actividades agrícolas, gracias a la utilización de fuentes de energía renovable, mejorando así el impacto soste- nible del mismo. Además, es crucial destacar el impacto positivo sobre el consumo de agua, tan importante en amplios territorios de nuestro país. Los cultivos, al estar protegi- dos por los paneles solares, se benefician de un entorno con menor evaporación y mayor retención de humedad, lo que a su vez dis- minuye la cantidad de agua necesaria para que crezcan los cultivos. Sin embargo, no sólo existen ventajas para el territorio, los promotores también ob- tienen ventajas significativas, ya que la ac- tividad conjunta mejora el rendimiento de los módulos fotovoltaicos. La presencia de cultivos en las proximidades de los paneles permite disminuir la temperatura de estos, mejorando su rendimiento e incrementando la producción de energía. España se caracteriza por una diversidad agrícola que varía considerablemente de una región a otra, influenciada por factores como la radiación solar, la temperatura y la disponi- bilidad de agua. La integración de la agricul- tura con la producción de energía fotovoltaica podría enriquecer estemosaico agrícola, ofre- ciendo nuevas alternativas de cultivo en áreas que hasta ahora tenían opciones limitadas. Los paneles solares, al proporcionar sombra, crean microclimas que pueden ser idóneos para el desarrollo de ciertas variedades de cultivos, particularmente en zonas áridas o de secano. Esto abre la puerta a la experimenta- ción con hortalizas de hoja y de raíz que tradi- cionalmente no se cultivarían en estas áreas, potencialmente transformando la agricultura en regiones con restricciones hídricas y contri- buyendo a la diversificación y sostenibilidad del sector agrícola español. Para concluir, regresamos al tema del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) y, sin entrar en detalle sobre las proyecciones macroeconómicas y sociales específicas, es importante enfatizar que el avance de la energía fotovoltaica y la evolución de ele- mentos cruciales para su expansión, como son el almacenamiento de energía, la ges- tión de la demanda y el fortalecimiento de la red eléctrica, se perfilan como pilares fun- damentales para el impulso del empleo y el crecimiento económico en España. El desarrollo sostenido de la energía fo- tovoltaica no solo es una respuesta a los desafíos ambientales, sino que también re- presenta una oportunidad estratégica para revitalizar la economía, diversificar nuestras fuentes de energía y promover la innovación tecnológica. La inversión en almacenamien- to energético, por ejemplo, no solo estabili- zará la red eléctrica, sino que también gene- rará empleos especializados y fomentará la creación de nuevas empresas en el sector. Asimismo, la adaptación de la demanda energética hacia soluciones más limpias y eficientes impulsará la modernización de la industria y los servicios, contribuyendo así al Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Por otro lado, la mejora y expansión de la red eléctrica para soportar la creciente inte- gración de energías renovables y la demanda electrificada es un proyecto de gran enverga- dura que requerirá de una mano de obra cua- lificada y de inversiones significativas, lo que a su vez estimulará el crecimiento económico. En resumen, el PNIEC traza un camino ha- cia un futuro energético más limpio y soste- nible, y también se configura como un motor de desarrollo económico y social. Su imple- mentación exitosa podría convertir a España en un referente internacional en la transición energética y en la lucha contra el cambio cli- mático, al tiempo que se fortalece la econo- mía y se crean oportunidades de empleo de calidad para los ciudadanos ◉ fotovoltaica: regulación 33 ENERGÉTICA XXI · 239 · SEP 24

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