Energética XXI. Octubre 2024

Recarga accesible: indispensable para acelerar la movilidad eléctrica en España Aunque existen suficientes puntos de carga en nuestro país, solo se utiliza un 6,31% de su capacidad, pues los usuarios enfrentan múltiples problemas de accesibilidad, de interoperabilidad y de falta de transparencia en los precios. Los conductores deben manejar múltiples aplicaciones para acceder a diferentes operadores, lo que complica el proceso. Para acelerar la adopción de vehículos eléctricos (VE), es crucial mejorar la experiencia de recarga, ofreciendo sistemas de pago simples y una red interoperable, como ocurre en Noruega, donde una sola aplicación permite acceder a casi todos los puntos de carga del país. IGNACIO CAPURRO COUNTRY MANAGER DE POWY EN ESPAÑA E l avance de los vehículos eléctricos (VE) en España es innegable, pero la realidad es que seguimos lejos de alcanzar las metas de sostenibilidad que nos hemos marcado, tanto a nivel nacional como europeo. A pesar del crecimiento en la demanda de estos vehículos, las ventas aún no llegan a los niveles necesarios para cum- plir con los ambiciosos objetivos climáticos. Y aunque se ha avanzado considerablemen- te en el despliegue de la infraestructura de recarga, sigue habiendo una percepción errónea sobre la accesibilidad y suficiencia de esta red. No es que falten puntos de re- carga, sino que la experiencia del usuario es la que necesita urgentemente ser mejorada para facilitar la adopción masiva de la movi- lidad eléctrica. Una red de recarga infrautilizada Contrario a la creencia popular, España no sufre de una carencia de infraestructura de recarga. De hecho, los datos son contunden- tes: la red pública de recarga está utilizada solo al 6,31% de su capacidad, según cifras recientes de AEDIVE. Es decir, la infraestruc- tura es adecuada para el parque de vehí- culos eléctricos actual, pero no está siendo aprovechada. Aquí, la pregunta clave no es cuántos cargadores hay, sino cómo mejorar la accesibilidad y el uso eficiente de esta red. Es evidente que la barrera para la adopción masiva de los vehículos eléctricos no es la cantidad de puntos de recarga, sino la facili- dad con la que los usuarios pueden acceder a ellos. Los consumidores enfrentan desafíos relacionados con la interoperabilidad, el uso de múltiples aplicaciones para acceder a diferentes operadores y la falta de transpa- rencia en los precios. Estos factores generan una experiencia de usuario fragmentada y desalentadora que frena la adopción de VE, incluso en un país con un parque de recarga técnicamente adecuado. Por lo tanto, el objetivo final no debería ser exclusivamente el de alcanzar los 340.000 puntos de recarga en 2030, como solicitan las patronales del sector automovilístico como ANFAC —un objetivo que está lejos de los avances actuales con una red de 37.136 puntos actuales—, sino incentivar que la red actual sea eficiente y accesible, que es don- de radica el incentivo clave para la adquisi- ción de vehículos eléctricos y lograr la elec- trificación del parque. La barrera económica: más allá del precio de compra Un desafío importante sigue siendo el coste inicial de los vehículos eléctricos, que aún es considerablemente más alto que el de los vehículos tradicionales. Afortunadamente, se han puesto en marcha ayudas como el Plan MOVES para aliviar esta diferencia, pero todavía hay margen para mejorar su imple- mentación y hacer que el proceso sea más ágil y accesible para los compradores. Sim- plificar los trámites y aumentar la visibilidad de estos incentivos podría contribuir a acele- rar la transición. Sin embargo, el precio de compra no es el único factor a tener en cuenta. Los usuarios también valoran la transparencia en los cos- tes de recarga. Es fundamental que sepan con claridad cuánto van a pagar y cuánto tiempo tomará recargar su vehículo en los diferentes puntos disponibles. Asegurar esta claridad y ofrecer una información compren- sible sobre precios y potencias disponibles 82 ENERGÉTICA XXI · 240 · OCT 24

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