Energética XXI. Octubre 2024

fortalecerá la confianza del usuario y, en consecuencia, favorecerá la adopción de los vehículos eléctricos. El reto de la interoperabilidad: simplificando la recarga para todos Hoy en día, muchos conductores de vehí- culos eléctricos se encuentran con una tra- ba inesperada: la necesidad de descargar aplicaciones específicas de cada operador de puntos de recarga. Según un estudio de Google, el 80% de las apps descargadas se usan solo una vez, lo que nos deja con dis- positivos llenos de aplicaciones que, al final, complican más de lo que ayudan. Este pro- blema se agrava cuando hablamos de algo tan básico como el pago: ¿por qué obligar a los usuarios a usar una app específica si podrían pagar de forma sencilla con tarjeta directamente en el poste de recarga? Las apps tienen un enorme potencial para mejorar la experiencia de los conductores, ofreciendo ventajas como la planificación de rutas o promociones especiales. Pero no deben convertirse en una barrera de ac- ceso. Lo ideal es que las aplicaciones sean una opción para quienes quieran sacar más provecho de su experiencia de recarga, no una obligación. Un sistema de pago abierto y flexible es fundamental para que cualquier conductor, ya sea local o turista, pueda acce- der a la red sin complicaciones. Un buen ejemplo de cómo hacer las cosas bien lo encontramos en Noruega, donde una sola app permite acceder a casi todos los puntos de recarga del país. Este enfoque no solo simplifica la vida de los conductores, sino que también aumenta la confianza en la movilidad eléctrica, facilitando que más personas den el salto. España, con su geo- grafía diversa y su gran número de turistas, se beneficiaría enormemente de un sistema similar, donde cualquier persona pueda car- gar su vehículo sin tener que preocuparse por descargas de última hora o métodos de pago limitados. La experiencia de recarga: rápida, simple y sin fricciones El tiempo es oro, y en la era de la inmediatez, los usuarios esperan que la experiencia de re- carga sea tan rápida y sencilla como llenar el depósito de combustible. Aquí entra en juego no solo la disponibilidad de puntos de recar- ga, sino también la agilidad del proceso. Un problema recurrente es la desconexión con las apps o los fallos en los cargadores, lo que provoca que los conductores pierdan tiempo y paciencia. Mejorar la eficiencia tecnológica y reducir las barreras técnicas es imprescindi- ble para aumentar la satisfacción del usuario y fomentar la adopción. Para los trayectos interurbanos, la plani- ficación de rutas es esencial. Los usuarios deben poder confiar en que encontrarán puntos de recarga adecuados sin preocu- parse por diferencias de precio despropor- cionadas o disponibilidad en función del operador. Además, la posibilidad de cargar su vehículo en cualquier estación, incluidas las de otros países de la Unión Europea, sin tener que lidiar con múltiples plataformas o tarifas, es clave para que los VE sean una op- ción viable para viajes largos. Por otro lado, una red rápida también im- plica una infraestructura que favorezca la agilidad en el proceso de espera, especial- mente en trayectos interurbanos. No es ne- cesaria una red de recarga de 100 kW o 150 kW en un punto de recarga residencial, sin embargo, en zonas de tránsito y localizacio- nes estratégicas para los trayectos largos, la red de recarga debe ser rápida. Según las encuestas realizadas por Transport & Envi- ronment, los usuarios promedios están dis- puestos a esperar un máximo de 30 minutos para una recarga completa, lo que destaca la necesidad de soluciones rápidas y eficientes. Hacia una movilidad eléctrica accesible y eficiente La movilidad eléctrica en España está avan- zando, pero la experiencia de recarga sigue siendo el eslabón débil en la cadena. La in- fraestructura de recarga es suficiente, pero la accesibilidad y la experiencia del usuario no lo son. Para que los vehículos eléctricos se conviertan en la opción preferida por los conductores, es crucial que las empresas del sector energético y los operadores de puntos de recarga trabajen en conjunto para elimi- nar las barreras técnicas y crear un ecosiste- ma interoperable. Esto no solo beneficiará a los conducto- res locales, sino también a los millones de turistas que visitan nuestro país cada año, contribuyendo a una transición hacia una movilidad eléctrica verdaderamente sosteni- ble. La clave está en ofrecer una experiencia de recarga que sea tan sencilla como llenar el depósito en una gasolinera, eliminando la incertidumbre y facilitando el acceso a todos los usuarios, independientemente del operador. Solo así lograremos que la movili- dad eléctrica sea accesible, eficiente y, sobre todo, atractiva para todos ◉ España no sufre de una carencia de infraestructura de recarga. De hecho, los datos son contundentes: la red pública de recarga está utilizada solo al 6,31% de su capacidad 83 ENERGÉTICA XXI · 240 · OCT 24

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