Pagina principalArtículos y Entrevistas OnlineCiudades inteligentes

2050: así será la gestión de la movilidad urbana en las ciudades inteligentes

Javier Aguirre, CEO Kapsch TrafficCom para España y Portugal

 2050: así será la gestión de la movilidad urbana en las ciudades inteligentes

Los vehículos informarán a la ciudad de su intención de realizar un viaje, bien en el momento de la salida o aproximación a la ciudad, o por adelantado. Y la ciudad responderá a la solicitud indicando si es aceptada y con qué ruta, o incluso denegar el viaje y opcionalmente proponer un intervalo de tiempo alternativo. Durante el recorrido, el vehículo informará periódicamente de su ubicación, así como de posibles cambios de destino o ‘waypoints’ que puedan modificar el itinerario inicial.

 

Vivimos una época apasionante marcada por la aparición de un gran número de tecnologías y tendencias que transformarán la forma en que entendemos la movilidad urbana. La conducción autónoma, el vehículo conectado, el vehículo eléctrico, la movilidad como servicio (MaaS), la calidad del aire, el fin del modelo basado en la propiedad del vehículo, las futuras generaciones de redes móviles, etc. Todas ellas traerán un amplio abanico de oportunidades, aunque también una serie de retos que los gestores de las ciudades tendrán que afrontar.

El sector del automóvil está inmerso en una fuerte transformación. Por un lado, la penetración del vehículo eléctrico en el mercado es mayor. Casi todos los fabricantes de automóviles ya comercializan diferentes modelos y muchos han anunciado su intención de producir solo este tipo de coches a corto plazo. Este será el camino a seguir en términos de propulsión y aunque su impacto será positivo para las ciudades en términos de reducción de emisiones no lo será tanto en la optimización de la infraestructura y la reducción de la congestión.

La conducción autónoma, sin embargo, sí tendrá un efecto mayor en este sentido. Esta tecnología supondrá una verdadera revolución y una nueva forma de entender la movilidad, tanto en el transporte de personas como de mercancías. Incluso alterará el mercado y la industria, cambiando el modelo tradicional de movilidad personal centrado en la propiedad del vehículo.

Otra tendencia clave en la industria de automoción son las tecnologías de vehículos conectados (V2X), que cobrarán aún mayor importancia cuando el conductor humano sea eliminado por completo de la ecuación, y permitirán extender la línea de visión de los sistemas de conducción autónomos más allá del alcance de los sensores a bordo, además de permitir la comunicación directa sin latencia con la infraestructura (por ejemplo, con los reguladores de tráfico). Por eso, es de esperar que la tecnología V2X acabe convergiendo con la de conducción autónoma.

La realidad es que la ciudad cada vez limitará más la entrada de vehículos. Ya se están anunciando las primeras restricciones y en el futuro estas serán mayores. El objetivo es que las metrópolis sean más amables con el ciudadano; y los coches, aunque necesarios hoy por hoy, no dejan de perturbar ese ligero equilibrio que la ciudad necesita.

Por tanto, parece razonable pensar que la vía de entrada a las ciudades será a través del transporte público o de los vehículos autónomos que podremos alquilar y que, aunque más costosos, atenderán a una demanda de movilidad más concreta y sofisticada, al poder gestionar un destino y origen personalizado.

Además de las tres anteriores, también merece la pena mencionar la aparición de la tecnología de redes móviles aun no estando directamente relacionada con los vehículos. Cuando estamos comenzando el despliegue de la quinta generación de redes móviles, los investigadores ya discuten sobre la futura 6G, que se centrará, probablemente, en las comunicaciones máquina a máquina.

En este contexto también aparecen otras tendencias relacionadas con la movilidad urbana que tendrán su impacto en las ciudades. En primer lugar, la Movilidad como Servicio (MaaS), que permitirá a los viajeros adquirir o suscribirse a servicios de movilidad prestados por diferentes operadores, públicos y privados, desde una única plataforma de forma sencilla y cómoda. Como consecuencia, se pondrá en duda la necesidad de disponer de un vehículo propio, en favor de un modelo basado en la utilización de servicios de coche compartido. La conducción autónoma será determinante en la promoción de estos servicios, eliminando la necesidad de puntos de recogida y devolución y acercando el servicio al lugar donde el ciudadano lo necesita. Estos modelos incluso cambiarán la fisonomía de las ciudades al reducir la demanda de aparcamiento en los destinos (por ejemplo, en el centro de la ciudad), proporcionando más espacio para peatones y ciclistas, por ejemplo. 

La seguridad será otro requisito clave que las ciudades deberán cubrir y mejorar. La conducción autónoma y las tecnologías de vehículos conectados jugarán también aquí un papel clave, al facilitar la aplicación de medidas de disminución del tráfico y de políticas de reducción de la velocidad en determinadas zonas.

Descrito el escenario próximo, hagamos un ejercicio de imaginación sobre cómo podría ser la gestión del tráfico urbano en un entorno de Smart City cuando los vehículos sean completamente autónomos y conectados, pongamos que en el 2050. Para entonces, los ayuntamientos habrán tenido que afrontar un cambio disruptivo.

Es razonable pensar que los vehículos autónomos, igual que los navegadores actuales, calcularán la ruta en función de diversos factores, las condiciones actuales y previstas, las incidencias y sucesos, o los waypoints y restricciones impuestas por el conductor (coste, aparcamiento en destino, etc.) En cualquier caso, la selección del itinerario sólo tendrá en cuenta el beneficio de los pasajeros (la ruta más rápida, más corta, más barata o incluso más bonita), pero puede no ser la mejor para los ciudadanos en su conjunto, ni tampoco tiene por qué tener en cuenta el favorecimiento de determinadas políticas de movilidad. Por ello, será la ciudad la que deba asumir un liderazgo proactivo, decidiendo las rutas de los vehículos que circulan por ella.

Esto será posible mediante el enrutamiento centralizado, una solución a modo de plan de vuelo, un concepto que se puede transferir a la gestión del tráfico urbano. Así, la ciudad dispondrá de un sistema de gestión donde se publicaría la red navegable, teniendo en cuenta la situación en tiempo real y prevista de la ciudad. Deberá haber un canal de comunicación seguro entre vehículos y ciudad. Probablemente, una combinación de comunicaciones móviles de propósito general y tecnologías de vehículos conectados (V2X) para aplicaciones de seguridad en tiempo real.

De esta forma, los vehículos informarán a la ciudad de su intención de realizar un viaje, bien en el momento de la salida o aproximación a la ciudad, o por adelantado. Y la ciudad responderá a la solicitud indicando si es aceptada y con qué ruta, o incluso denegar el viaje y opcionalmente proponer un intervalo de tiempo alternativo. Durante el recorrido, el vehículo informará periódicamente de su ubicación, así como de posibles cambios de destino o ‘waypoints’ que puedan modificar el itinerario inicial.

Con ese sistema se podrá gestionar de manera real y eficaz la demanda, la piedra filosofal de la gestión del tráfico urbano, optimizando el uso de la infraestructura y permitiendo la aplicación efectiva de las políticas de movilidad definidas.

No sabemos cómo se gestionará el tráfico en 2050, pero sí tenemos la certeza de que las ciudades tendrán que tener un comportamiento proactivo para cambiar realmente la forma en que se gestiona la movilidad urbana, con el fin de ser más habitables para los ciudadanos y más atractivas para los turistas, los trabajadores y los inversores. El gran reto residirá, por tanto, en la capacidad para adaptarse y aprovechar todas estas nuevas tecnologías. No hay que detenerse, los ayuntamientos deben abordar y planificar con antelación el reto de la trasformación de la movilidad para optimizar la circulación y fomentar unas metrópolis más sostenibles.

¡Ayúdanos a compartir!

Artículos sobre ciudades inteligentes | 14 de octubre de 2019 | 1971

Próximos eventos
Especial Expofimer 2025

 

Últimas entrevistas
Utilizamos cookies propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarte publicidad personalizada a través del análisis de tu navegación, conforme a nuestra Política de cookies.
Si continúas navegando, aceptas su uso.


Más información
 energetica21.com - Revista de generación de Energía y Eficiencia Energética  

Política de privacidad | Cookies | Aviso legal | Información adicional| miembros de CEDRO