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Afrontar la crisis de materias primas y la falta de suministro sin poner en riesgo el despliegue de infraestructuras eléctricas en la transición ecológica

Mar Duque, directora general de AFBEL (Asociación de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos)

 Afrontar la crisis de materias primas y la falta de suministro sin poner en riesgo el despliegue de infraestructuras eléctricas en la transición ecológica

Que la electricidad es el único servicio energético que llega a todos los hogares españoles sin excepción, no genera ninguna duda. Garantizar la calidad y continuidad del servicio eléctrico, y más en una situación de pandemia como la que nos encontramos, es vital y nos congratulamos de que España cuente con una infraestructura eléctrica bien desarrollada, que hace posible que la sociedad continue funcionando casi con total normalidad en estos tiempos tan excepcionales.

Sobra decir que una interrupción temporal o prolongada del suministro de electricidad afectaría prácticamente a todos los sectores de nuestra sociedad y economía. Nuestro país incluye entre sus operadores del sistema eléctrico a grandes corporaciones como REE y las distribuidoras de las grandes compañías eléctricas, Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP, que están haciendo un titánico esfuerzo porque el sistema eléctrico siga funcionando sin la menor interrupción del servicio a pesar de todos los inconvenientes que están surgiendo como la ascendente subida de precios de las materias primas, la falta de suministro y los problemas en el transporte.

El papel de los socios de AFBEL, como sector proveedor de las tecnologías de red, es dar soporte con sus productos, servicios y soluciones a todos los operadores del sistema de transporte y distribución (incluidas las pequeñas compañías distribuidoras locales), junto a los operadores de generación eléctrica renovable y convencional e instaladores; y otros clientes que permiten dotar de energía eléctrica a grandes consumidores como hospitales, aeropuertos, etc.

No nos podemos olvidar que estamos hablando de un sector que debe ser estratégico, ya que contribuirá a fortalecer el liderazgo tecnológico y la competitividad de Europa. Llevar a cabo esta transformación desarrollando ambiciosos estándares de economía circular y de eficiencia energética ha ocupado la mayor parte de nuestra tarea en 2021. El Pacto Verde europeo puede ayudar a abordar este reto, apoyando un despliegue industrial a gran escala que fortalecerá la innovación y el empleo en Europa a través de nuevas capacidades productivas para trabajadores altamente cualificados en el marco de una nueva estrategia energética. Por este motivo, para los fabricantes agrupados en AFBEL dicho Pacto supone una oportunidad industrial real ante el relanzamiento de la economía en el que estamos inmersos.

La industria española del sector dispone del conocimiento, de la tecnología y de la cadena de valor fabril nacional para realizar la transformación energética, económica y social de una forma respetuosa con el medio ambiente y con las generaciones venideras. La cadena de valor nacional asociada ya representa más del 65% de las inversiones en renovables y del 90% del de las redes. Por otra parte, la electrificación de los usos finales beneficia a los ciudadanos y al tejido industrial español contribuyendo además a la mejora de la calidad del aire en nuestros municipios.  

En este aspecto se necesitan mayores iniciativas de grandes empresas españolas, que apuesten decididamente por la inversión y por el apalancamiento de la industria de este país. Para AFBEL cualquier plan de inversión en electrificación de la economía a gran escala tiene efectos inmediatos en el país, como es el empleo generado en sectores que como el de la fabricación de bienes de equipo eléctrico, quienes están preparados para asumir el reto, y efectos de largo plazo, ya que la industria nacional será capaz de generar conocimiento, tecnología y profesionales preparados para la nueva economía mundial. 

El lanzamiento del anteproyecto de Ley para la creación de un Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico ha sido otro hito de 2021, que contribuirá al progreso de la electrificación de los sectores difusos, reduciendo sus emisiones y mejorando la eficiencia energética en los usos de la energía. 

Con este Fondo, que se pondrá en marcha en los próximos cinco años, se van a cubrir parte de los costes regulados que financian las primeras generaciones de renovables, la cogeneración y los residuos de la factura eléctrica. Esto permitirá el abaratamiento del recibo de la luz, que beneficiará por un lado a todos los consumidores domésticos, en especial a los más vulnerables, y favorecerá por otro lado la competitividad de la industria nacional, especialmente la de los consumidores electro intensivos.

 

Los problemas de suministro y de transporte pueden afectar al precio final del producto
La subida generalizada de los costes de las materias primas principales como el cobre, aluminio o acero, superiores al 50%, junto con disrupciones en el aprovisionamiento, escasez global de microchips y problemas en el transporte mundial de mercancías, está provocando una reducción drástica de márgenes y paradas de producción, haciendo peligrar la competitividad del sector proveedor de la tecnología para la red eléctrica. 

Las materias primas de las resinas aislantes están registrando un alza de más de un 30%, el aceite mineral y aluminio un 50%, el cobre un 50%, la chapa magnética de grano orientado un 40% y los productos químicos un 30%. Además, la chapa de acero y el acero inoxidable han duplicado sus precios. A este hecho hay que sumar las extraordinarias inversiones en logística y las medidas de seguridad impuestas por la pandemia en un sector de márgenes ajustados. Los costes están fuera de control. El foco está puesto en garantizar el suministro (riesgo alto de rotura en la cadena de suministro), por lo que los costes en muchos casos nos vienen impuestos por el proveedor con un margen de negociación muy limitada.

Por otro lado, la escasez de suministros de semiconductores está ralentizando la producción de dispositivos electrónicos en todo el mundo. La digitalización de la red eléctrica ha supuesto la incorporación masiva de elementos electrónicos en los equipos convencionales. 

Asimismo, la tendencia al acaparamiento y a asegurar el stock para hacer frente a la demanda en caso de continuar los problemas logísticos puede conducir a deteriorar seriamente la competitividad de nuestras empresas y su posición de liderazgo a nivel europeo que tantos años ha costado construir.  Hay que evitar favorecer la especulación y que los precios sigan subiendo.

Finalmente, los problemas de transporte derivados del nuevo flujo logístico mundial pueden provocar el cierre de puertas al mercado exterior de un sector que desde el 2012 ha sabido exportar el 40% de su producción. La Covid-19 está originando una disrupción, en progresión geográfica, en la que la producción de todo tipo de materiales genera una situación incierta en el ámbito macroeconómico en general, ya que surgen dudas sobre futuras inversiones y se incentiva una guerra comercial que conlleva medidas proteccionistas por continentes (Europa, USA y Asia). En definitiva, un desequilibro entre la oferta y la demanda de muchos materiales.

Aquí queremos subrayar el enorme esfuerzo que los fabricantes de equipos eléctricos están afrontando ante esta delicada situación de fuertes subidas de las materias primas, que se estima perdure hasta finales de 2022, sin poner en riesgo el despliegue de infraestructuras eléctricas en curso.

 

Objetivo 2022: enfatizar la importancia del mantenimiento de los equipos SAIs en la reducción de emisiones
De cara a 2022, entre los planes más ambiciosos de la patronal de bienes de equipo eléctrico se encuentra una campaña de concienciación sobre la importancia del mantenimiento en los sistemas de alimentación ininterrumpida (SAIs) en aras de una mejora de la eficiencia energética y ahorro económico y en emisiones de CO2. En la coyuntura actual, la transformación digital es un proceso básico en el mundo empresarial que genera un gran volumen de datos. Asociados a sistemas inteligentes integrados en las organizaciones, el acceso a esos datos sensibles da lugar una fuerte dependencia de la tecnología, de la conectividad, de la seguridad y, sobre todo, de un suministro eléctrico estable y permanente. Por ello, es vital para las organizaciones contar con un mantenimiento profesional de los SAIs con objeto de mejorar los procesos internos e incrementar la resiliencia de las instalaciones mediante el seguimiento de las mejores prácticas y el aumento de las destrezas.

En definitiva, el proceso de transformación ecológica supone una gran oportunidad en términos económicos y sociales, al contribuir al desarrollo de sectores de futuro a lo largo de toda su cadena de valor, con importantes inversiones en energías renovables, soluciones inteligentes en sectores como el transporte o la edificación y equipamientos necesarios para una economía descarbonizada.

Y en este proceso, las redes eléctricas son la columna vertebral del sistema de energía europeo como recurso esencial y como infraestructura crítica. La transición energética hacia un suministro de energía libre de emisiones de carbono requiere de soluciones nuevas e inteligentes para gestionar la generación renovable, un coste barato de la energía y garantizando la seguridad del suministro.

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Artículos sobre transmisión y distribución | 12 de enero de 2022 | 1355

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