El mercado eléctrico español ha vivido un 2024 marcado por la alta volatilidad. Sorprendente para unos, esperado para otros, la realidad es que los precios han oscilado bruscamente, y los episodios de precios cero e incluso negativos han sido recurrentes, especialmente en primavera. Durante semanas, la generación renovable superó consistentemente a la demanda, y la saturación de los embalses hidroeléctricos evidenció la falta de capacidad suficiente para gestionar esta energía excedentaria.
Este contexto de inestabilidad, totalmente esperable desde la visión de ASEALEN, es lo que hace que el almacenamiento sea un elemento clave para garantizar la sostenibilidad económica del sistema, la estabilidad técnica y su descarbonización acelerada. Su despliegue sigue siendo más lento de lo necesario, pero está a punto de cambiar.
El principal impulso este año ha continuado a través del camino marcado por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, canalizado mediante el PERTE ERHA y algunos programas específicos para sistemas insulares.
El año pasado por estas fechas se resolvían las ayudas al almacenamiento hibridado y a la generación renovable en las Islas Canarias y Baleares. A mediados de año se resolvían las ayudas a nuevas hidroeléctricas reversibles y recientemente se han resuelto las ayudas a almacenamiento independiente y almacenamiento térmico.
En total, las ayudas para almacenamiento hibridado con generación renovable suman 904 MW y 1.870 MWh de capacidad, 690 MW y 2.820 MWh para los sistemas independientes (stand-alone), 88 MW y 591 MWh para almacenamiento térmico, fundamental para electrificar usos industriales y de climatización y las correspondientes a los nuevos bombeos de Alcántara, Navaleo y Velilla, que aportarán 1.108 MW y 20.300 MWh, consolidándose como soluciones de larga duración imprescindibles para las necesidades a partir de 2030.
En Baleares se identifican algo más de 20 MW y 100 MWh y en las Islas Canarias, la capacidad en tramitación supera los 35 MW y 150 MWh, cifras modestas pero cruciales para estos territorios con características energéticas muy particulares, en los que se combina baja penetración de renovables con elevados vertidos, altos costes y una intensa dependencia de la generación fósil. Más aguda aún en los sistemas canarios, en los que lo más destacable ha sido el avance en las obras del Salto de Chira.
Por su parte, la gran decepción de este año ha sido el procedimiento para el otorgamiento de compatibilidad para reconocimiento del régimen retributivo adicional en los Territorios No Peninsulares (TNP). Ha representado una clara oportunidad perdida, ya que se ha centrado únicamente en apoyar la generación fósil, dejando fuera al almacenamiento independiente y a la generación renovable con almacenamiento, y cronificando los problemas existentes de alto coste de generación eléctrica, altos vertidos de renovable no integrable, altas emisiones de CO2 y baja competencia.
Por otro lado, las ayudas del PRTR han puesto de manifiesto desafíos significativos asociados a los plazos administrativos y la tramitación de proyectos. Comenzando por las propias convocatorias y continuando con la tramitación de los proyectos. Siendo todas las partes conscientes de que son esenciales para movilizar inversiones, la complejidad y la falta de experiencia han alargado excesivamente los plazos, generando incertidumbre y un alto riesgo de devolución de fondos.
Con el horizonte de la primavera de 2026 acercándose rápidamente (fecha improrrogable del PRTR), el sector necesita acciones urgentes por parte de las Comunidades Autónomas y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para que estos proyectos se ejecuten en los plazos requeridos.
Otro de los grandes hitos de este 2024 ha sido la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que ahora recoge con mayor claridad las necesidades de flexibilidad no fósil del sistema. Este documento establece un objetivo de 22,5 GW de almacenamiento, distribuidos en 10 GW para almacenamiento estacional y 12,5 GW para almacenamiento diario o semanal. Estos objetivos quedan de este modo definidos como “objetivos provisionales de flexibilidad no fósil” y abren la puerta a establecer mecanismos económicos como pagos por capacidad o la incorporación de estos objetivos bajo el futuro mercado de capacidad.
Este concepto de flexibilidad no fósil, introducido en la modificación del mercado eléctrico europeo de este año, se perfila como la herramienta clave para permitir un despliegue efectivo del almacenamiento. Frente a un estricto mercado de capacidad enfocado en la seguridad de suministro, la flexibilidad no fósil aparece como un mecanismo adaptado a los retos de descarbonización e integración renovable en el sistema eléctrico. Ya hemos mencionado los desequilibrios en el sistema, con precios bajos y recursos de flexibilidad saturados en primavera y muchos fines de semana. Durante 2025, este fenómeno se dará también en muchos días de verano, lo que hace urgente la activación de estas nuevas herramientas de flexibilidad.
En el ámbito regulatorio, 2024 ha marcado el inicio de importantes transformaciones en el diseño del mercado eléctrico, cuyo alcance comenzará a materializarse plenamente en 2025. Entre los cambios más destacados se encuentra la implementación del mercado eléctrico con intervalos de 15 minutos, tanto en OMIE como en la liquidación de desvíos, medida que obliga a mejorar la precisión en las ofertas de generación renovable.
Asimismo, está prevista la incorporación de España al mercado europeo de regulación secundaria PICASSO (aFRR), plataforma compartida físicamente con Portugal y Francia que optimizará la operación de los servicios de ajuste y aportará nuevas dinámicas al sector, cuyos primeros impactos ya lo estamos viendo a través del SRS (Servicio de Regulación Secundaria), que homologa estas nuevas reglas, pero manteniendo su ámbito de actuación solo en el sistema peninsular español. Por último, la introducción de un nuevo servicio de control de tensión terminará por configurar un escenario en el que el almacenamiento desempeñará un papel esencial.
El almacenamiento detrás del contador también está llamado a desempeñar un papel clave. Su capacidad para gestionar la demanda y reducir la presión en las horas punta es inmensa. Aprovechar excedentes de autoconsumos, reducir las necesidades de red de distribución, electrificar consumos térmicos con calderas eléctricas y bombas de calor gracias al uso de almacenamiento térmico, dotar de infraestructura de recarga de vehículos eléctricos de muy alta potencia, dotar de flexibilidad a la demanda y facilitar su agregación… Este almacenamiento, ya sea residencial, comercial o industrial, puede catalizar un cambio trascendental en la dinámica del sistema eléctrico español a medio plazo y los fondos FEDER deberán desempeñar un papel crucial en la aceleración de esta transformación.
En cuanto a las subastas de energías renovables, 2025 se perfila como un año en el que el almacenamiento normalizará su papel, tanto en hibridaciones como en proyectos independientes. Las modificaciones del Régimen Económico de Energías Renovables (REER) y del Régimen Retributivo Específico (RECORE) deben abrir la puerta a subastas de generación renovable con almacenamiento, en instalaciones nuevas y en existentes. Cada vez queda menos tiempo para aprovechar la oportunidad de ampliar las centrales termosolares existentes con nuevo almacenamiento que traslade su generación a la noche, sustituyendo al gas natural, frente a “curtailments” para permitir fotovoltaica no gestionable durante el día.
Finalmente, el año 2025 debe ser el año del cambio para el desarrollo de proyectos de bombeo. Estas instalaciones no solo representan soluciones de almacenamiento de larga duración, necesarias para dar una respuesta efectiva a la integración de energías renovables, sino que son esenciales para garantizar la seguridad del suministro y la descarbonización acelerada. Sin embargo, su avance requiere una coordinación más eficaz entre las políticas de agua, energía y desarrollo de red. La reciente designación de Sara Aagesen como vicepresidenta tercera y ministra del MITERD ofrece una oportunidad única para lograr esa tan necesaria alineación entre las áreas de Energía y Medio Ambiente, clave para desbloquear estos proyectos de almacenamiento de larga duración con centrales hidroeléctricas reversibles, alineando la concesión de aguas, la tramitación ambiental, el acceso a red y los procesos administrativos.
Yo lo noto, el almacenamiento está al alcance de la mano, y a través de él, la ansiada descarbonización eléctrica.
¡Ayúdanos a compartir!
Política de privacidad | Cookies | Aviso legal | Información adicional| miembros de CEDRO