La inteligencia artificial ha acaparado los focos por lo transgresoras que han resultado sus recientes funciones. Como cabría esperar, la inversión en esta tecnología es elevada dado su potencial, pero lo cierto es que no se sitúa como la principal opción para los potenciales inversores. Y es que el contexto en el que vivimos es también de revolución en el ámbito energético. Por tanto, no es de extrañar que las energías renovables sean el sector preferido por los ciudadanos para invertir sus ahorros.
Así lo destacan en un estudio desde Fundeen, plataforma de financiación que ayuda a inversores y promotores a desarrollar proyectos relacionados con las energías renovables a través de crowdfunding. Los resultados muestran que un 47% de los ciudadanos españoles dispuestos a invertir lo haría en proyectos de energías renovables; un 24,8% lo haría en iniciativas de atención a mayores; un 19,9% en el sector inmobiliario y un 19,2% en propuestas relacionadas con la inteligencia artificial.
El estudio toma de muestra a usuarios con internet de 21 a 70 años con capacidad de ahorrar. ¿Qué determina una mayor predisposición a invertir? En primer lugar, ser proclive al consumo respetuoso con el medio ambiente; en segundo lugar, ser sensible a la tecnología; tercero, tener alguna formación universitaria y, en cuarto lugar, vivir una situación económica personal sin aprietos.
Entrando más en detalle, quienes destinan sus ahorros a la inversión participativa en energías renovables son conscientes de que contribuyen a una solución limpia, barata y autónoma; que obtienen un retorno en forma de dividendos que elevan su capacidad de ahorro; el riesgo es compartido y, por tanto, atenuado; la prosperidad generada no solamente es local, sino producida en el país; además, los logros alcanzados en este terreno demuestran al posible inversor que la oportunidad es real y verificable.
Situación económica del potencial inversor en energías renovables
Si analizamos la situación económica personal del posible inversor en renovables nos encontramos con un perfil que, en su mayoría, ha mejorado su situación personal en los últimos años y que no encuentra dificultades para llegar a fin de mes. Concretamente, un 63% de los encuestados por Fundeen se encuentra en una situación de desahogo económico.
La situación laboral de estas personas también arroja información muy significativa. Véase, por ejemplo, cómo un 61,7% de los potenciales inversores tiene trabajo y sus ingresos les permiten ser independientes económicamente. Asimismo, un 60% de los entrevistados trabaja por cuenta ajena en el sector privado, un 53,6% no tiene empleo, un 63% son empleados públicos y un 62,8% trabaja por cuenta propia.
Madrileños y catalanes, los más dispuestos a invertir en renovables
En Madrid se concentra el mayor número de ahorradores con actitud ante la inversión en renovables. En concreto, un 62,7% se muestra favorable o convencido ante la posibilidad de invertir en proyectos de este tipo. Le siguen de cerca Cataluña con un 62,2%, Canarias con un 62,1% y Baleares con un 60,5%.
¿Cómo se facilita que la población invierta?
En base al estudio y experiencia de Fundeen, los potenciales inversores necesitan una serie de incentivos que contribuyan a la minimización de puntos de fricción a la hora de dar el paso.
Uno es el enfoque hacia los habitantes locales, de tal forma que una vez que la planta ya está construida y produciendo energía limpia, se puede ofrecer una parte de equity a los vecinos de la zona. De este modo, pasamos de la financiación participativa a la propiedad compartida de los proyectos energéticos.
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