La biomasa es un pilar fundamental en la transición energética de España, pero seguimos afrontando retos que requieren mantener el compromiso y la ilusión y ampliar las miras de todos los que formamos el sector.

Producción de biocombustibles sólidos 
España mantiene una posición destacada a nivel mundial en la producción de pellet certificado, con el 90% de la producción de sus 67 fábricas operativas dentro del sello de calidad ENplus, asegurando así los estándares más altos para los consumidores nacionales. Además, el mercado de astillas y hueso de aceituna sigue ganando relevancia, con 57 fábricas de astillas y 31 dedicadas al procesamiento de hueso. 

En 2024, los precios de los biocombustibles sólidos bajaron y alcanzaron niveles más estables que en el segundo semestre del año anterior.

Un análisis del mercado europeo de los pellets realizado por Bioenergy Europe muestra que el sector ha resistido bien las disrupciones globales de los últimos años. Este análisis identifica, entre las fortalezas, la alta calidad de los pellets europeos, aunque señala ciertas debilidades como la dependencia del mercado internacional para equilibrar la demanda y la necesidad de diversificar las fuentes de materia prima. Las oportunidades incluyen la creciente demanda de energías renovables en Europa, los incentivos gubernamentales y la posibilidad de expandir mercados en otros continentes. Por otro lado, las amenazas abarcan las fluctuaciones de precios de las materias primas, la competencia de otras tecnologías renovables y las posibles barreras comerciales internacionales.

Por otra parte, en 2024 el IVA de los pellets volvió al 21%. Junto con el resto de asociaciones relacionadas con el sector, continuamos defendiendo un IVA reducido del 10% para los biocombustibles sólidos, una medida que podría incentivar el consumo y promover la transición energética. En este sentido, vuelvo a señalar que la biomasa ofrece alternativas viables y sostenibles que complementan la estrategia de electrificación que persigue la UE, ampliando el alcance de la descarbonización en ámbitos donde la electrificación resulta compleja.

Redes de calor y frío con biomasa
En 2024, España alcanzó cerca de 500 redes de calor y frío con biomasa, según los datos que hemos recogido en nuestro observatorio de la biomasa. Estas infraestructuras son una alternativa sostenible frente a la electrificación de la climatización de los edificios, especialmente en áreas donde está es técnicamente complicada. El sector sigue señalando la necesidad de establecer un marco normativo específico que reconozca estas redes como infraestructuras de interés general, lo que favorecería acelerar su implantación en muchas más ubicaciones. 

Además, los proyectos más recientes incluyen la hibridación con otras tecnologías renovables y el aprovechamiento de calor residual industrial, lo que amplía su potencial como solución energética integrada. El sector también advierte que sería justo contar con mecanismos financieros y fiscales, como la reducción del IVA al calor sostenible proporcionado por estas redes o incentivos para conectarse, de manera que se fomentará su adopción en ciudades pequeñas y medianas.

Gases renovables y biometano
El sector de los gases renovables continúa su expansión. En 2024, España registró un aumento del 38% en la producción de biometano para inyección en la red. Con más de 200 proyectos en desarrollo, nuestro país puede contribuir de manera notable al objetivo de la UE de alcanzar 35 bcm de biometano en 2030. 

Este crecimiento está siendo posible gracias a la implementación de tecnologías innovadoras y la gran cantidad de residuos orgánicos provenientes de la agricultura, la ganadería y la industria alimentaria de que disponemos. 

La colaboración público-privada puede facilitar la financiación y la construcción de nuevas plantas, mientras que los nuevos marcos regulatorios europeos garantizan la estandarización y certificación del biometano, reforzando su competitividad en el mercado energético. Este avance también enfrenta retos como la necesidad de aumentar la capacidad de inyección en las redes de gas existentes y de mejorar la aceptación social de las infraestructuras.

Captura y almacenamiento de carbono
Otro tema que cobró interés este pasado año fue la reducción de emisiones netas de carbono; un asunto que organismos internacionales como la ONU, el IPCC y la Agencia Internacional de Energía consideran esencial abordar para limitar los efectos del cambio climático. Los expertos señalan que será necesario combinar tecnologías innovadoras con políticas de eficiencia energética. Tecnologías como la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS) y el biochar, que logran emisiones negativas, pueden resultar claves para una descarbonización eficiente de la economía. 

En este sentido, el Consejo Europeo aprobó en noviembre de 2024 el primer marco común de certificación para absorciones de carbono, que se espera anime a muchas empresas a adoptar estas tecnologías y generar créditos certificados. Así, una central de bioenergía que instale una tecnología BECCS, por ejemplo, puede capturar CO2, certificarlo y monetizarlo mientras está contribuyendo a la neutralidad climática.

Bioeconomía
Durante 2024 trabajamos intensamente para impulsar proyectos que involucran a la biomasa más allá de la generación de energía, organizando el reto a la bioeconomía circular para el suroeste de Europa en el marco de BioRural. El evento final, desarrollado en noviembre durante 3 días en Valladolid, reunió a 15 finalistas de España, Portugal e Italia con propuestas innovadoras para el aprovechamiento integral de recursos y la reducción de restos orgánicos y su transformación en productos de alto valor, demostrando el potencial de la biomasa para fomentar cadenas de producción más sostenibles.

La industria se pasa a la biomasa
La industria española sigue trabajando para reducir costes y aumentar la eficiencia en todos sus procesos y este año, diversas empresas han anunciado que abandonan los combustibles fósiles y los sustituyen por la biomasa. Y, es que, para sectores industriales de alto consumo energético como la fabricación de papel, cemento, cerámica o alimentos, la biomasa se ha convertido en una alternativa clara al gas natural, consiguiendo una menor exposición a la volatilidad del mercado y cumpliendo con las exigencias de reducción de emisiones. 

Algunos ejemplos son la fábrica de papel del Grupo Saica en Zaragoza, que instalará una caldera de biomasa para generar vapor y en el futuro una planta de biogás. En la industria alimentaria, tenemos proyectos como el de nuestro asociado Veolia Lecam para Prosol, donde aprovechan su propio marro de café para generar energía, o la caldera de Nestlé en Cantabria, que emplea cascarilla de cacao y astillas de madera. Las plantas de cogeneración que construye Enso ESCO para Solvay y ACOR también están demostrando el impacto positivo de la biomasa, que evita las emisiones de miles de toneladas de CO2 anuales. 

Varias iniciativas han recibido respaldo financiero a través del PERTE de Descarbonización Industrial, que asignó 55 millones de euros a seis proyectos de biomasa, y destinará otros 86 millones más a otros 13 proyectos aprobados de manera provisional, varios de ellos con biomasa. Además, España se encuentra a la cabeza en certificación de sostenibilidad de biomasa bajo el esquema SURE, con más de 5,15 millones de toneladas en 2023. Este compromiso de nuestras empresas reafirma el papel de la biomasa como solución estratégica para una industria sostenible y competitiva.

Un año de eventos
En mayo de 2025, celebramos la decimoquinta edición de nuestra emblemática feria Expobiomasa, donde los visitantes verán las últimas soluciones en calefacción doméstica con biomasa, así como las tecnologías más avanzadas en generación de energía térmica y eléctrica a escala industrial.

Entre las novedades, destaca la inclusión de tecnologías relacionadas con el biochar y la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS). También dedicaremos un espacio propio a los biocombustibles líquidos de segunda generación y los avances en biorrefino, como la coproducción de alimentos, los biomateriales, el hidrógeno renovable y los combustibles sintéticos derivados del CO2 biogénico, incluyendo el metanol y los SAF (combustibles sostenibles para la aviación).

Y en octubre volvemos con el Salón del Gas Renovable y el Congreso Internacional de Bioenergía, que serán el epicentro del conocimiento, la innovación y la exploración de oportunidades este año 2025 para las empresas, instituciones y profesionales que quieran unir esfuerzos para garantizar la consolidación de los gases renovables en España.