El sector energético es, y siempre lo será, un sector en constante evolución y cambios. Más que nada porque el ser humano no puede realizar actividades sin el uso de la electricidad. Hasta el más mínimo detalle, como el uso de un móvil, necesita electricidad.
Así que el sector energético es como el sector alimenticio, una imperiosa necesidad cuya tendencia es creciente, aunque fluctúe entre años buenos y malos.
El sector de las energías renovables, que queda integrado bajo el paraguas del sector energético, es el que claramente mayor desarrollo está experimentando y esto se traduce en un afloramiento increíble de nuevas empresas que crean directa e indirectamente numerosos puestos de trabajo.
Por supuesto, estos puestos de trabajo son de todo tipo y condición y van desde montadores y técnicos hasta directores, pasando por ingenieras e ingenieros de diseño, ofertas o personas en puestos de supervisión que, en la mayoría de los casos, requieren de una formación específica. No cabe duda de que el sector de las energías renovables está lleno de nuevas oportunidades laborales.
Pero, ¿cuáles son las tecnologías renovables más interesantes desde el punto de vista laboral?
Según datos estadísticos de IRENA (siglas en inglés de la Agencia Internacional de Energías Renovables) la tecnología fotovoltaica es la que más puestos de trabajo crea. Según sus estadísticas, en el 2019 (última actualización) se habían creado más de 3,7 millones de puestos de trabajo a nivel mundial sólo en fotovoltaica frente a 1,16 millones de la eólica, que a pesar de ser una de las tecnologías renovables más conocidas, se encuentra en el 4º puesto de este ranking.
Que la fotovoltaica sea una de las patas del sector energético que más demanda laboral tiene no es una coincidencia. Fundamentalmente se debe a que es una tecnología al alcance de cualquier persona gracias al fomento del autoconsumo por aquellos países que desarrollan normativa para tal fin. Mientras que la eólica es muy difícil de implementar a nivel autoconsumo por la problemática de tener un recurso eólico adecuado - la fotovoltaica es bien fácil porque el sol sale todos los días-.
Esto genera una actividad económica y empresarial muy dinámica que atrae a personas emprendedoras y profesionales en busca de las nuevas oportunidades.
Para analizar las tendencias en formación hay que hacerlo bajo el prisma de los dos protagonistas: la empresa que crea las vacantes y las personas que quieren conseguirlas.
Desde el punto de vista de las empresas, no cambia demasiado y es bastante estable: ingenieros e ingenieras, electricistas, técnicos de mantenimientos, técnicos comerciales, abogados… Aunque vemos también un interés especial por personas especializadas en informática y programación.
Si cerramos el objetivo y lo enfocamos hacia las energías renovables, todos estos puestos de trabajo suelen venir exigidos con el acompañamiento de una formación en energías renovables o en una tecnología en concreto. A veces piden Máster y otras, formación profesional. Uno de los puestos mejor pagados es el de técnico de montaje de aerogeneradores debido a su complejidad y riesgos.
Pero la fotovoltaica sigue siendo la reina de los puestos de trabajos porque se necesita copar vacantes en toda la cadena de valor de un proyecto fotovoltaico. Desde su venta hasta su operación y mantenimiento sin olvidarnos de la fase de diseño, compra, legalización y transporte. Sí que es cierto que hay específicos puestos con mayor demanda, como lo son técnicos en ofertas y técnicos comerciales pero cada vez más se requieren operadores para el montaje.
Si nos levantamos y rodeamos la mesa y nos sentamos en la silla de aquellos que buscan su oportunidad en el sector energético, vemos que hay una demanda clara en formaciones especializadas en lo relativo a energías renovables.
Las personas con estudios universitarios en ingenierías se centran sobre todo en másteres en energías renovables que les puedan abrir las puertas a este sector. Esta es una excelente opción para las personas que quieren transformar sus carreras y conocer mejor el mercado desde un punto de vista más general, que buscan una visión global de las energías renovables para decidir después a qué tipo de tecnología renovable quieren dedicarse finalmente.
Hay otro perfil, generalmente con bastante experiencia laboral, que ya conoce el mercado de las energías renovables, que tiene el tiro más afinado y busca una formación específica en alguna de las tecnologías renovables. Aquí el triunfo, como cabe esperar, se lo lleva la solar fotovoltaica.
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