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BALANCE 2015 / PERSPECTIVAS 2016: ASOCIACIONES Y ORGANIZACIONES En lo que respecta a la tecnología Solar Térmica, tan solo en los 4 primeros años del Plan, se han instalado 885.000 M2 menos de los previstos, ya que la evolución estimada en los primeros años de la década era de casi 500.000 M2 nuevos anuales, cuando la realidad ha sido de la mitad de la esperada. Si siguiéramos con un mercado como el actual, con leves mejoras gracias a iniciativas empresariales pero sin una base legislativa basada en programas efectivos de promoción de la solar térmica, para el final de la década se habrían instalado aproximadamente 1.500.000 m2 más que, sumados a los 3.500.000 m2 acumulados en 2014, alcanzarían los 5.000.000 m2 en 2020; la mitad de los 10.000.000 m2que marcaba el objetivo del PER 2011-2020. ASIT participó activamente en la elaboración del PER, compartiendo en su día la visión del sector conjuntamente con la Administración, pero ¿por qué un Plan Energías Renovables, de tan reciente creación y que tantos estudios justificativos precisó en su elaboración, parece hoy tan alejado de la realidad en cuanto a sus objetivos? ¿Acaso en 2011 no se sabía que el mercado de la nueva construcción de viviendas no podía ser el único motor para consolidar el crecimiento de la solar térmica? ¿Acaso no se preveía entonces que la coyuntura económica no mejoraría súbitamente? ¿Acaso es que la política energética de un país es solo eso, política … de colores? Efectivamente, ya en 2011 se sabía que el Código Técnico de la Edificación no podía ser la única base del mercado solar térmica, aunque sí podía incrementarse su aportación al incluir la climatización con renovables en el CTE. Lo que también se dejó previsto en el Plan eran una serie de medidas de promoción que no se están implantando, como son entre otras: • la inspección y control del CTE, para consolidar este segmento de mercado en las nuevas viviendas, • los sistemas de certificación o cualificación de instaladores, para poder garantizar el ahorro energético, • la homogeneización de convocatorias de subvenciones en todo el territorio nacional, para establecer un tejido empresarial que funcione sin altibajos y como temporeros, • el fomento del conocimiento de las posibilidades técnicas y medidas de apoyo disponibles de instalaciones solares térmicas por parte de todos los agentes profesionales implicados, para que dicho tejido empresarial estuviera más capacitado y abordara sin complejos el mercado de las grandes instalaciones en industria y sector terciario, dando un salto cualitativo desde las instalaciones familiares a las medianas y grandes instalaciones, • promover el carácter ejemplarizante de los edificios públicos en la utilización de energía solar térmica, • y, sobre todo, el desarrollo de un nuevo mecanismo de incentivos que impulsara el desarrollo de las Empresas de Servicios Energéticos Renovables en el ámbito de la energía solar, mediante un sistema de incentivos al calor renovable (ICAREN) para la producción de energía térmica a partir de energía solar y otras fuentes de energía renovable. En todos estos años tampoco se ha hecho prácticamente nada por superar las barreras que dicho Plan detectaba, barreras técnicas existentes por el desconocimiento de la tecnología por parte del potencial promotor y usuarios y de sus posibles aplicaciones, barreras normativas por incumplimientos del CTE, por malas interpretaciones que permiten que se sustituya la solar térmica de forma indebida por otras tecnologías (bombas de calor, etc.) o se produce un incumplimiento parcial con un incorrecto dimensionado, instalación y falta de garantía de funcionamiento, y los complejos y heterogéneos trámites administrativos para la obtención de subvenciones… Es obvio que un cambio de modelo energético es posible y necesario, pero para ello, más allá de la capacidad tecnológica más que demostrada de las energías renovables y su potencial, hace falta voluntad política, y estando más que demostrado que las inversiones en renovables son positivas por su retorno económico y social, debemos seguir exigiendo que se lleven a cabo medidas que desarrollen el sector solar térmico en España, medidas que ya están perfectamente detectadas y sobradamente justificadas en el vigente pero defenestrado PER 2011-2020�� 75 energética XXI · Nº 154 · DIC15


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