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BALANCE 2015 / PERSPECTIVAS 2016: ASOCIACIONES Y ORGANIZACIONES ANTONI PERIS PRESIDENTE DE SEDIGAS Un año intenso El consumo de gas natural en nuestro país manifiesta un cambio de tendencia, con un crecimiento del 5,2% hasta octubre. Hace pocos días, la Agencia Internacional de la Energía presentó en Madrid el WEO 2015, uno de los estudios energéticos de referencia a nivel mundial. En él se detalla como el gas natural será el combustible tradicional de más rápido crecimiento en el horizonte 2040, con aumentos en su consumo de hasta un 50%. Dichos aumentos, sin embargo, vendrán condicionados por el compromiso de los gobiernos locales para utilizar combustibles más limpios. En este sentido, y durante los días colindantes a la celebración de la COP21, son muchas las voces acreditadas que han puesto de manifiesto el potencial del gas para la mejora la calidad del aire que respiramos, a la vez que para aminorar las emisiones de dióxido de carbono, principal causante de los gases de efecto invernadero. Ambos elementos, sin duda, son buenas noticias para el sector, al posicionar al gas natural como una energía necesaria en el mix de futuro, y al destacar su doble virtud: su capacidad para mejorar la calidad del aire de las ciudades y para limitar el calentamiento global del planeta por debajo de los 2ºC. Cambio de tendencia Esto ocurre en un momento donde el consumo de gas natural en nuestro país manifiesta un cambio de tendencia, con un crecimiento del 5,2% —registrado hasta octubre—. Las principales causas son un mayor consumo del sector domésticocomercial, con crecimientos del 13,7%, y una mayor generación eléctrica a través de las centrales de ciclo combinado, con incrementos del 18,3%. Este comportamiento en el consumo de gas está alineado con el de nuestros vecinos europeos; países como Italia o Gran Bretaña han manifestado comportamientos similares. No obstante, existe una diferencia importante: mientras que el ratio de penetración del gas en viviendas en Europa alcanza de media el 50%, nuestro país llega al 30%, elemento que demuestra el todavía potencial de crecimiento en este segmento. Puerta de entrada de gas hacia Europa Este último trimestre del año también se ha caracterizado por una importante actividad de la Comisión Europea en pro de la consecución del Mercado Único de la Energía. Entre otras iniciativas, el Midcat se mantiene en la lista de Proyectos de Interés Común, que se hizo pública el pasado 18 de noviembre. Se trata de la tercera interconexión, que uniría España y Francia, y que posicionaría a nuestro país como una importante puerta de entrada de gas hacia Europa. España es uno de los países europeos con una mayor seguridad de suministro; sin ir más lejos, el año pasado recibió gas de 11 orígenes distintos. Y lo hizo a través de una doble vía: por gasoducto y en forma de gas natural licuado —mediante buque metanero—. Esta última vía de entrada es la clave de la diversificación gasista de nuestro país, al permitir la recepción de gas de cualquier lugar del planeta. Adicionalmente, otro elemento clave de este año ha sido la aprobación del Real Decreto de constitución del Mercado Ibérico del Gas, una herramienta que tiene como objetivo establecer una plataforma de compra-venta de gas entre los agentes, mejorando la competitividad y la transparencia del mercado. Potencial de crecimiento Como he comentado antes, el gas natural es una de las energías que más puede contribuir a la mejora de la calidad del aire de las ciudades, al reducir los niveles de óxidos de nitrógeno en un 80% y al no emitir partículas sólidas ni azufre. En este sentido, la implantación del gas natural en el transporte rodado, y también en el marítimo y en los puertos es fundamental. Pero las bondades del gas en el ámbito urbano no se ciñen únicamente a estos segmentos. Como hemos visto, existe un potencial de crecimiento todavía muy importante en el sector residencial y también en la industria, que es necesario aprovechar. Como he analizado en este artículo, todos estos elementos que se han ido sucediendo a lo largo de los últimos meses constituyen una garantía para el gas natural. Si a éstos, les añadimos la alta eficiencia de sus instalaciones y servicios, y las ventajas económicas del gas, sin duda, nos encontramos ante una energía imprescindible en el mix energético de futuro �� energética XXI · Nº 154 · DIC15 89


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