Editorial Energética XXI: 'Renovables por imitación en América Latina'

Adelantamos el Editorial que incluye la próxima edición de Energética XXI, que realiza un análisis del imparable crecimiento de las renovables en América Latina a través del sistema de subastas energéticas totalmente abiertas, públicas y transparentes.

Adelantamos el Editorial que incluye la próxima edición de Energética XXI, que realiza un análisis del imparable crecimiento de las renovables en América Latina a través del sistema de subastas energéticas totalmente abiertas, públicas y transparentes.


'Renovables por imitación en América Latina'
Las licitaciones públicas para energías renovables en América Latina han tomado una inercia imparable. A Brasil, México, Chile o Perú se suma ahora Argentina, el único gigante latinoamericano que no había puesto en marcha un plan de impulso de las energías limpias hasta el momento.

Las importantes reducciones en el precio de la energía que se están alcanzando en aquellos países que apuestan por las renovables han provocado un proceso de imitación que se extiende por todo el continente americano. ¿Cuáles son sus claves? En primer lugar, un sistema de subastas públicas y transparentes, que en muchos casos se pueden seguir en tiempo real. Se trata de licitaciones que, en su mayoría, apuestan por el modelo ‘Pay-as-bid’, es decir, se recibe lo que se oferta, descartando así el sistema marginalista de precios. El precio se fija según la tarifa del kWh ofertado y no mediante el coste de inversión de la planta. De este modo, se evitan sobre retribuciones, movimientos especulatorios y ofertas ‘temerarias’ que ponen en riesgo el cumplimiento de los objetivos. Todo ello lo conocemos bien en nuestro país.

Otras claves para la expansión de este tipo de subastas tienen que ver con la evidente caída de precios de las distintas tecnologías renovables, especialmente la fotovoltaica. La reducción de costes gracias a las economías de escala en la fabricación de equipos, el aumento de la eficiencia de la tecnología, las nuevas técnicas de monitorización o la mejora de los ciclos de vida gracias a materiales innovadores están en la base de esta reducción de costes.

El caso más evidente de este fenómeno de imitación en Latinoamérica para el impulso de las renovables se ha producido recientemente entre Chile y Argentina. El primero lleva años fomentando las energías limpias a través de un apoyo decidido del Gobierno, ya sea de un signo o de otro. De hecho, la última licitación de 12,4 GWh realizada, donde la mitad de todo lo subastado fue a parar a instalaciones renovables (eólicas en su mayor parte), marcó un hito histórico al situar el precio más bajo del MWh en tan solo 29,1 dólares. En este caso fue un proyecto fotovoltaico el que marcó esta cantidad sin precedentes en todo el mundo. El precio medio de toda la subasta fue de 47,5 dólares, una cifra que supone una reducción del 63% sobre el precio de compra de la energía con respecto a la primera gran licitación realizada en 2013.

Ante el alentador panorama que se presenta para su vecino en lo que a reducción de costes energéticos se refiere, Argentina aprobó recientemente una nueva legislación ‘prorenovable’ y se fijó el objetivo de alcanzar el  8% de energías limpias en 2017, una cifra que deberá ascender hasta el 20% en 2025. De momento, el primer paso ha sido lanzar el denominado Programa RenovAr y convocar la licitación de 1 GW en energías renovables, en concreto, se adjudicarán 600 MW para eólica, 300 MW en fotovoltaica, 65 MW para biomasa, 20 MW para minihidraúlica y 15 para biogás. La subasta se resolverá en octubre mientras que la firma de los primeros contratos se prevé para noviembre. La expectación por el desarrollo de las renovables no tiene precedentes en el país. Se calcula que las inversiones asociadas a energías verdes podrían alcanzar los 5.000 millones de dólares en los próximos cinco años.