Por sexto año consecutivo, el pasado 18 de octubre Energética organizó la jornada técnica AETP (Almacenamiento energético, tecnologías y proyectos). Expertos de empresas e instituciones se reunieron en Madrid para analizar las novedades del sector y conocer los proyectos que se están realizando en España. Si bien el almacenamiento a gran escala para aplicaciones en plantas renovables todavía está lejos de ser una realidad y un mercado verdaderamente activo en nuestro país, quedó claro que en un futuro inmediato se convertirá en una herramienta básica para garantizar la integración y disponibilidad de las energías renovables en el sistema energético. Es, y lo será más todavía en breve, una solución idónea para contribuir a la penetración de las renovables, cumplir con los códigos de red, contribuir a los servicios de ajuste, reducir las necesidades de energía de respaldo y mejorar el suministro de energía en calidad y fiabilidad.

El evento contó con la participación de destacadas empresas del sector, entre ellas, Aros Solar Technology, AS Solar, Cegasa Portable Energy, Hydraredox, IK4-Ikerlan, Saft Baterías, el Proyecto StoRES, Solarwatt y Suministros Orduña. Durante la jornada quedó patente que, por fin, desde Europa se han tomado en serio al almacenamiento eléctrico como vector clave para avanzar en la transición energética. Por primera vez se habla en Bruselas del ‘energy storage’ al nivel del resto de grandes pilares del sector (generación, transporte, distribución, consumidor final…). Tal y como recordó Joaquín Chacón, presidente de AEPIBAL (Asociación Empresarial de Pilas, Baterías y Almacenamiento Energético), Europa quiere luchar contra la supremacía comercial de Asia en baterías, donde se fabrica el 95% de estos equipos. También es cierto, según subrayó Chacón, que hay dudas sobre quién liderará e impulsará el sector. No está claro si serán las grandes eléctricas, los propios fabricantes o las multinacionales tecnológicas como Google o Apple las que dinamicen el sector de forma definitiva.
Sí está más claro el modelo que ha elegido Europa para llevar al almacenamiento a la cifra de 250.000 millones de euros que, dicen, puede generar este mercado en 2025. Hay dos líneas maestras. Por un lado, el desarrollo del litio ion como principal tecnología de almacenamiento. El objetivo es lograr un sustancial descenso del precio en los próximos años. Alemania es sin duda el país que encabezará este desarrollo. Por otro lado, Europa no quiere olvidarse de otras tecnologías y otros ‘metales’, entre ellos, las baterías de sodio, zinc, etc. Aquí no hay un claro país dominador y España ha de jugar un papel importante.
Es en este contexto donde recientemente se ha presentado la Alianza Europea de las Baterías, una iniciativa que forma parte de la Unión de la Energía, y que tiene por objeto impulsar la movilidad limpia, combatir el cambio climático y reducir la dependencia de las importaciones de energía. Se trata de una asociación interregional, encabezada por Eslovenia, y en la que participan las regiones de Auvernia-Ródano-Alpes y Nueva Aquitania (Francia), Andalucía, País Vasco y Castilla y León (España) y Lombardía (Italia). La Alianza se beneficiará de un apoyo específico de la Comisión para desarrollar y potenciar proyectos conjuntos sobre materiales avanzados para las baterías. Además, en 2019 está prevista la creación de una Plataforma Europea de Almacenamiento de Energía que reunirá a todas las grandes asociaciones continentales del sector (EASA, EPBA, Eurobat, etc.).
Durante la jornada se expusieron las distintas tecnologías de almacenamiento existentes en el mercado, desde las ya mencionadas baterías basadas en litio ion hasta tecnologías como las baterías de flujo. Según explicaron desde Hydraredox, empresa que impulsa este tipo de baterías en nuestro país, el sector off-grid tiene un gran potencial para el despliegue de soluciones de almacenamiento de energía renovable basadas en esta tecnología gracias alto grado de flexibilidad y su capacidad de integración con fuentes renovables.
