UNEF reclama al Gobierno subastas energéticas como las de América Latina

La patronal fotovoltaica reclama que la subasta de 3.000 MW que previsiblemente se celebrará en otoño abandone el actual sistema marginalista para adjudicar los nuevos proyectos “por lo que realmente se va a pagar”. El modelo propuesto es similar al de las últimas subastas de Chile, México o Brasil.

En el marco de la presentación de su informe anual del sector fotovoltaico, la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ha mostrado hoy una comparativa de las subastas energéticas internacionales llevadas a cabo este año, definiendo además su posición respecto a la próxima subasta prevista para otoño en España.

En cuanto a este último punto, UNEF defiende, por una parte, que el criterio de la fijación del precio sea en función del precio por kWh ofertado, para evitar sobre retribuciones, y que se asegure la certeza en la realización de las plantas, para lo que se deben fijar avales, procesos precalificatorios y penalizaciones que eliminen posibles elementos especulativos, pero no impliquen una disminución del grado de competencia.

Además, las cantidades a subastar deberían ser fijadas en función de la energía producida, en lugar de atender a la potencia instalada, para una mayor certidumbre en la consecución de los objetivos establecidos por la Comisión Europea. Se estima que para alcanzar estos objetivos sería necesaria la realización de, al menos, una subasta anual de 3 TWh. Con este respecto, la visibilidad a largo plazo de un programa de subastas es esencial para generar industria local y empleo estable.

Según Jorge Barredo, presidente de UNEF, “España no va a cumplir con los objetivos europeos de 2020, si no se toman medidas claras y urgentes de fomento al desarrollo de la fotovoltaica y de todas las energías renovables”.

Las recientes experiencias internacionales de las subastas llevadas a cabo en México y Chile, en las que se ha llegado a obtener precios mínimos de 2,31 centavos de $/kWh y de 3,5 centavos de $/kWh respectivamente, han puesto de manifiesto la creciente competitividad del sector fotovoltaico frente a las energías tradicionales. “Ahora es el momento de aprovechar estas experiencias, para que en España también se replique lo que está pasando a nivel internacional” señaló Barredo.