Beneficios del sistema CAE en el sector industrial

El sistema CAE se basa en la creación de un mercado de certificados que representan ahorros energéticos verificables. Las empresas y entidades que generan estos ahorros pueden convertirlos en certificados que, a su vez, pueden ser utilizados por los sujetos obligados para cumplir con sus obligaciones legales de ahorro energético, o ser comercializados en el mercado.

En julio de 2024, el MITECO amplió el catálogo de medidas estandarizadas de eficiencia energética, aumentando de 52 a 114 fichas las opciones disponibles, de las cuales 28 están diseñadas específicamente para el sector industrial, estableciendo un marco claro para la adopción de tecnologías y procesos más eficientes en las industrias.

En definitiva, las 28 fichas del catálogo del MITECO representan una herramienta clave para la modernización del sector industrial, impulsando la innovación, la sostenibilidad y la competitividad en un entorno cada vez más exigente en términos de eficiencia energética.

Medidas de ahorro con mayor impacto en el sector industrial
Entre las medidas que tienen un impacto significativo en el sistema CAE dentro del sector industrial destacan:

1. Sistemas de recuperación de calor residual: la instalación de intercambiadores de calor y turbinas de ciclo orgánico Rankine permite capturar el calor de procesos como la fundición o la destilación para reutilizarlo en generación de energía o calefacción.
2. Optimización de motores eléctricos: la sustitución de motores de baja eficiencia por modelos IE4 o IE5, junto con el uso de variadores de frecuencia, reduce el consumo energético hasta en un 30%.
3. Digitalización: soluciones basadas en IoT y software de gestión energética (EMS) permiten el análisis en tiempo real de los flujos energéticos, optimizando el uso de equipos y reduciendo picos de demanda.
4. Mejoras en la eficiencia de calderas industriales: la implementación de calderas de condensación, o la integración de combustibles como el biogás o el hidrógeno verde reduce tanto el consumo de combustibles fósiles como las emisiones.
5. Electrificación de procesos: tecnologías como hornos de inducción, bombas de calor de alta temperatura y electrólisis para la producción de hidrógeno están transformando procesos clave, eliminando la dependencia de combustibles fósiles.
6. Sistemas de aislamiento térmico avanzado: el uso de materiales como aerogeles y paneles de aislamiento al vacío minimiza las pérdidas de calor en tuberías y equipos, mejorando la eficiencia térmica.

En el sector industrial, donde los procesos suelen ser intensivos en energía, la adopción de este sistema puede generar impactos significativos, tanto en términos económicos como ambientales.

Beneficios del sistema de Certificados de Ahorro Energético

• Reducción de costes energéticos: la aplicación de medidas de eficiencia permite disminuir el consumo de energía, reduciendo las facturas eléctricas y de combustibles.
• Mejora de la competitividad: la optimización del consumo energético reduce los costos operativos y mejora la rentabilidad de las industrias.
• Cumplimiento normativo: la regulación sobre eficiencia energética está en constante evolución; los CAE ayudan a las empresas a cumplir con normativas y evitar sanciones.
• Sostenibilidad y reducción de emisiones: el ahorro energético contribuye a la reducción de las emisiones de CO2 y al cumplimiento de los objetivos de transición ecológica.
• Soluciones técnicas y financieras a medida: los CAE permiten diseñar estrategias de eficiencia energética adaptadas a las necesidades específicas de cada industria.
• Reducción de la huella de carbono: la implementación de medidas de eficiencia energética contribuye a la descarbonización de los procesos industriales.
• Innovación tecnológica: fomenta la incorporación de tecnologías avanzadas para mejorar el rendimiento energético de las instalaciones industriales.

Conclusión
La aplicación del sistema CAE en el sector industrial ofrece una amplia gama de beneficios. Al adoptar tecnologías y aplicaciones que maximizan el ahorro energético, las empresas no solo cumplen con sus obligaciones regulatorias, sino que también se posicionan como líderes en innovación y responsabilidad social.