Más allá del suministro: ¿qué entendemos por calidad energética
Cuando se habla de “calidad energética” en centros de datos, no basta con que la energía llegue. Es necesario que lo haga con los niveles de tensión adecuados, sin picos ni caídas, sin armónicos que degraden la electrónica sensible, sin desequilibrios de fases, microcortes u otros eventos eléctricos que pongan en peligro los procesos de misión crítica. En otras palabras: hablamos de la calidad de la red eléctrica.
Los SAI (sistemas de alimentación ininterrumpida) y los grupos electrógenos siguen siendo elementos esenciales en cualquier CPD. Sin embargo, su existencia no resuelve los problemas eléctricos que se dan previos o durante su intervención. Los microcortes o la distorsión armónica, por ejemplo, pueden no ser detectados por estos sistemas pero sí dañar servidores, discos y sistemas de refrigeración, además de reducir la vida útil de los componentes y aumentar el consumo energético.
Anomalías eléctricas: el enemigo silencioso del rendimiento digital
Las anomalías de red son frecuentes en entornos industriales e incluso urbanos, debido al incremento de dispositivos electrónicos, instalaciones fotovoltaicas, cargas no lineales y variaciones en la calidad del suministro. Entre ellas destacan:
- Distorsión armónica: causadas por equipos electrónicos como fuentes conmutadas, variadores de frecuencia, iluminación LED o incluso las propias fuentes de alimentación de servidores.
- Desequilibrios de fases: comunes cuando las cargas no están equilibradas, lo que genera sobrecarga en la línea de neutro y pérdida de eficiencia.
- Microcortes y huecos de tensión: eventos que duran milisegundos pero pueden causar reinicios, pérdida de paquetes o errores críticos en los sistemas.
- Factor de potencia bajo: que implica un uso ineficiente de la energía y penalizaciones económicas.
Estas alteraciones, aunque a menudo invisibles para el ojo humano, tienen consecuencias tangibles: desde caídas de rendimiento hasta fallos intermitentes, sobrecostes operativos o fallos críticos.
Monitorización, diagnóstico y solución: tres pilares de una estrategia proactiva
Garantizar la estabilidad eléctrica en un centro de datos requiere una estrategia basada en tres pilares:
- Monitorización avanzada y continua: a través de analizadores de red capaces de medir según norma IEC 61000-4-30 Clase A. Esto permite detectar eventos en tiempo real, registrar datos históricos y anticiparse a futuras incidencias.
- Diagnóstico profesional: que interprete correctamente los datos eléctricos para identificar el origen de los problemas. Aquí es clave contar con herramientas de verificación IPMVP (Protocolo Internacional de Medida y Verificación de Desempeño Energético), reconocidas por organismos como EVO.
- Soluciones activas de calidad de red: como los filtros activos, compensadores de reactiva o equilibradores de fases, que actúan en tiempo real sobre la red para corregir anomalías y estabilizar el suministro.
Certificación, ahorro y sostenibilidad: más allá de lo técnico
Además del impacto técnico, abordar la calidad de la red también ofrece beneficios económicos y estratégicos. Gracias a los sistemas de medida y verificación, las empresas pueden acceder a Certificados de Ahorro Energético (CAE), una herramienta que permite monetizar el ahorro energético conseguido tras implementar mejoras. Esto acelera el retorno de la inversión y facilita la adopción de nuevas tecnologías.
Además, trabajar bajo marcos normativos como el RD 56/2016, la ISO 50001 o los estándares de la IEC, proporciona garantías de cumplimiento regulatorio y mejora el posicionamiento de la empresa en términos de sostenibilidad y eficiencia.
Conclusión: lo que no se ve, sí que importa
En un entorno donde los fallos no se pueden permitir, la calidad energética se convierte en un factor clave para la continuidad, seguridad y eficiencia de los centros de datos. La energía no solo debe estar disponible: debe ser estable, limpia y controlada. A través de tecnología, experiencia y una visión consultiva, es posible garantizar que el corazón digital de nuestras organizaciones siga latiendo sin interrupciones.
Artículo escrito por:
IEQSY