Energía donde importa: un cambio hacia el autoconsumo

Energía donde importa: un cambio hacia el autoconsumo.

En un contexto de precios eléctricos variables y menor rentabilidad por exportar a la red, soluciones como los inversores híbridos de Solis permiten maximizar el uso de la energía propia, reducir costes y ganar independencia energética.

Se está produciendo un cambio en toda Europa. Los hogares y las empresas que antes consideraban la energía solar como un medio para devolver energía a la red están empezando a verla de otra manera. Ahora, el enfoque no se centra solo en la cantidad de energía que se puede producir, sino en la cantidad que se puede utilizar realmente. Esta idea, conocida como autoconsumo, parece bastante sencilla: utilizar la energía solar propia antes de exportar el excedente. Pero, en realidad, está cambiando la forma en que las personas conciben la independencia energética y gestionan sus costes.

No hace mucho tiempo, las tarifas reguladas hacían que valiera la pena exportar la energía solar. Esos días están quedando atrás. Las tarifas reguladas han bajado, los precios de la electricidad han subido y ahora las cuentas salen claramente a favor de utilizar lo que se genera in situ. Cada kilovatio-hora que se consume es uno menos que hay que comprar a la red, y a menudo vale varias veces más de lo que se obtendría por exportarlo.

El almacenamiento en baterías ha acelerado este cambio: al almacenar el excedente de energía durante el día, los usuarios pueden utilizarlo más tarde, cuando la demanda alcanza su punto máximo o cuando se pone el sol. En todo el sur de Europa, especialmente en España, donde los precios de la energía pueden variar considerablemente entre el día y la noche, las ventajas ya son evidentes.

Los inversores híbridos son una parte importante de esto. Tomemos como ejemplo los sistemas Solis: primero alimentan automáticamente su hogar con energía solar y luego almacenan el excedente en la batería para más tarde. Cuando los precios de la red suben, el sistema cambia y utiliza la energía almacenada. Se trata de una configuración sencilla que mantiene el equilibrio, reduce el uso de la red y ayuda a que sus facturas sean más predecibles.

Y ahora la inteligencia artificial está llevando las cosas aún más lejos. Solis ha introducido recientemente la gestión energética con IA en su plataforma de monitorización, SolisCloud. Esto elimina las conjeturas a la hora de gestionar la energía solar. El software predice automáticamente la generación solar, aprende los hábitos de consumo de los hogares y las empresas, y toma decisiones en tiempo real sobre cuándo almacenar, utilizar o vender la energía. El resultado: menores costes energéticos, autoconsumo maximizado y mayor rendimiento de las inversiones en energía solar y almacenamiento, sin necesidad de intervención manual.

Pero el autoconsumo no solo consiste en ahorrar dinero. Para muchos, también se trata de control y estabilidad. Tomemos como ejemplo los apagones que se produjeron en toda España en mayo, que dejaron a millones de personas sin electricidad. Un sistema de autoconsumo bien diseñado puede mantener en funcionamiento los electrodomésticos esenciales cuando falla la red, lo que le proporciona independencia de una red volátil y una verdadera sensación de estabilidad cuando las cosas van mal. También hay un aspecto medioambiental. Cuanta más energía se consume a nivel local, menor es la presión sobre las redes nacionales, lo que se traduce en menos pérdidas de transmisión y una menor huella de carbono en general.

El autoconsumo se ha convertido silenciosamente en una de las medidas más importantes del éxito de un sistema solar. Y a medida que herramientas inteligentes como Solis AI siguen evolucionando, entramos en una nueva fase, en la que cada kilovatio-hora producido trabaja más, dura más y cuesta menos.

Al final, no se trata solo de cuánta energía generan sus paneles, sino de lo que se hace con ella, que es lo que realmente cuenta.

Artículo escrito por:
Gisela Paez , Product Solutions Specialist en Solis