Para cumplir su objetivo de generar más del 80% de la electricidad a partir de energías renovables para 2030, el gobierno español anunció recientemente planes para instalar 81 GW de capacidad solar fotovoltaica en los próximos cinco años, incluidos 19 GW para autoconsumo.
Aunque España tiene un territorio extenso, una parte significativa de sus 47 millones de residentes vive en zonas urbanas. De los 26 millones de viviendas que hay en España, más del 75% son de propiedad privada y el 65% son apartamentos.
Esta tendencia ha supuesto históricamente un reto para los hogares que quieren adoptar energías renovables, ya que los espacios compartidos en los tejados presentan mayores obstáculos técnicos y logísticos para la instalación de paneles solares en comparación con las viviendas unifamiliares.
Sin embargo, el panorama está cambiando. Con la reciente agilización de los procedimientos burocráticos para la obtención de permisos y aprobaciones para instalaciones solares, junto con la introducción de subvenciones para proyectos de energías renovables en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (RTRP) de la Unión Europea, se han eliminado muchas de las barreras logísticas que antes impedían a los propietarios de apartamentos instalar energía solar. Como resultado, los propietarios quieren ahora adoptar soluciones de energía verde.
Afortunadamente, quienes viven en edificios de varias viviendas ya disponen de un marco adecuado para hacerlo: el autoconsumo colectivo, un sistema consolidado de comunidades de propietarios de viviendas. Estas realidades, muy comunes en España, gestionan los espacios compartidos y las responsabilidades comunes en los apartamentos, ofreciendo una estructura práctica para coordinar y financiar proyectos de energía solar.
Aprovechando la estructura y el poder colectivo de las comunidades de vecinos, los residentes pueden acceder más fácilmente a la energía solar y beneficiarse de ella con una instalación fotovoltaica para varias viviendas. Un único sistema compartido se coloca en el tejado del edificio y, dependiendo de la capacidad del tejado, debería ser capaz de proporcionar energía suficiente para alimentar las zonas comunes del edificio y distribuir energía a cada apartamento, compensando potencialmente una parte del consumo eléctrico de cada inquilino. Este enfoque fomenta el uso de energías renovables y crea redes y cooperación entre los residentes al trabajar juntos por un futuro energético sostenible.
Lo que hace que este modelo sea especialmente eficaz es su capacidad para agrupar la propiedad y la responsabilidad del sistema solar entre todos los residentes. Esta inversión colectiva reduce significativamente los costes iniciales para los propietarios individuales, que de otro modo podrían enfrentarse a barreras financieras prohibitivas para instalar paneles solares. Es más, compartir la inversión inicial y, por lo tanto, también el retorno de la inversión (ROI), hace que la energía solar sea aún más accesible y atractiva para quienes viven en apartamentos.
Superar los retos técnicos de las instalaciones solares compartidas
Aunque la agilización de los procesos de concesión de permisos ha aliviado los retos logísticos de la instalación de sistemas solares en edificios de pisos, persisten los obstáculos técnicos. Una preocupación común entre las comunidades de vecinos es que el tejado del edificio sea demasiado pequeño o esté demasiado saturado para alojar suficientes paneles solares, con lo que el sistema resultaría insuficiente para justificar la inversión. Otra cuestión es que las sombras de los edificios cercanos, los árboles u otras estructuras suelen reducir la eficiencia de los paneles. Esto es especialmente importante en las zonas urbanas densamente pobladas, donde la luz solar puede permanecer obstruida durante gran parte del día.
Los avances en tecnología solar, especialmente los inversores solares, ofrecen una solución a estos retos. Quien esté considerando la posibilidad de instalar un sistema solar para autoconsumo colectivo debe saber que la elección de la tecnología desempeña un papel clave en la producción de energía, la facilidad y los costes de mantenimiento y la seguridad del sistema, factores todos ellos que repercuten en el retorno de la inversión (ROI).
Un factor importante en este sentido es la elección del inversor - el “cerebro” del sistema. Los inversores desempeñan dos funciones principales: convierten la electricidad en corriente continua (CC) generada por los paneles solares en electricidad en corriente alterna (CA), y realizan el seguimiento del punto de máxima potencia (MPPT), garantizando que el sistema funcione con la máxima eficiencia al optimizar la producción de energía.
Los sistemas de inversores string tradicionales conectan los paneles solares en serie, y la producción de energía depende del rendimiento de cada panel del string. Un solo panel sombreado o de bajo rendimiento puede reducir significativamente la producción de todo el sistema, lo que resulta especialmente problemático en entornos urbanos en los que es frecuente la sombra de los edificios cercanos. Además, la necesidad de instalar los paneles en strings idénticos con la misma orientación limita la flexibilidad, y hace difícil el paso alrededor de obstáculos como aires acondicionados o antenas parabólicas, especialmente en espacios reducidos como los tejados de los apartamentos.
Estas limitaciones dieron popularidad a las soluciones de inversores optimizados en corriente continua (CC) entre los instaladores solares residenciales e industriales y los clientes finales. Estos sistemas colocan pequeños dispositivos -optimizadores de potencia- en la parte inferior de cada panel, lo que les permite funcionar de forma independiente, mejorando la producción global del sistema. Los optimizadores de potencia también abordan las limitaciones de espacio que suelen darse en los edificios, ofreciendo más flexibilidad en la colocación de los paneles, la orientación y la longitud de los strings, incluso en espacios reducidos.
La elección del inversor también desempeña un papel fundamental en el funcionamiento y el mantenimiento (O&M) de los sistemas solares. Los sistemas solares compartidos a veces tienen cientos de paneles y, en las configuraciones tradicionales, identificar el origen del bajo rendimiento es como buscar una aguja en un pajar. En cambio, los sistemas que cuentan con optimizadores de potencia ofrecen una visión detallada y en tiempo real del rendimiento del sistema, y son capaces de señalar la ubicación exacta de cualquier fallo, para permitir una rápida acción correctiva. La resolución de problemas desde remoto mejora considerablemente el tiempo de actividad del sistema y ahorra un tiempo valioso in situ, lo cual es especialmente importante para los bloques de apartamentos, donde el equipo de mantenimiento puede no tener conocimientos técnicos específicos en el campo de la tecnología solar.
La seguridad ante todo
Cuando se trata de instalar un sistema solar, la seguridad debe ser siempre la máxima prioridad. Aunque los sistemas solares son seguros y no suponen intrínsecamente un peligro para las personas o el edificio, es importante recordar que los paneles solares funcionan como minicentrales eléctricas en el tejado, por lo que elegir sistemas de alta calidad con características de seguridad avanzadas es otra cuestión fundamental.
Hay dos características clave de seguridad a tener en cuenta al invertir en energía solar. La primera es SafeDC, una función de seguridad a nivel de panel diseñada para reducir el voltaje a niveles seguros al tacto tras la desconexión del inversor. Esto proporciona un acceso seguro al tejado para los técnicos de mantenimiento o, en caso de un incendio, para los bomberos.
La segunda característica de seguridad importante es la detección y prevención de fallos de arco. Aunque poco frecuentes, los arcos eléctricos pueden producirse por diversos factores, como cables defectuosos o daños ocasionados por roedores. Los sistemas de detección de fallos de arco detectan el cambio de temperatura, localizan la fuente y detienen el flujo de energía antes de que pueda producirse un posible fallo de arco.
Dar prioridad a la seguridad no sólo aumenta la confianza de los propietarios e inquilinos en la energía solar, sino que también tiene importantes implicaciones financieras. Muchas compañías de seguros tienen ahora normas específicas para las propiedades con sistemas solares con el fin de garantizar una cobertura adecuada. Es recomendable consultar con su aseguradora antes de realizar la instalación para conocer los requisitos. De lo contrario, podría incurrir en primas más altas o, en algunos casos, en la no cobertura de la propiedad.
Artículo escrito por:
Christian Carraro
Director General para Europa
SolarEdge Technologies