España cuenta con un Marco Normativo de Energía y Clima, que constituye la pieza clave para lograr los objetivos definidos en materia de transición energética, especialmente, en lo que se refiere a alcanzar la neutralidad climática en 2050. Este marco estratégico, consta de elementos relevantes como la Ley de Cambio climático y Transición Energética, el PNIEC 2021-2030 (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima), el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, y la Estrategia de Transición Justa, así como la Estrategia de descarbonización a Largo Plazo y el Plan +SE de seguridad energética.
Por todo lo anterior, los objetivos establecidos a 2030 están dando lugar a la proliferación de proyectos de energías renovables, que han supuesto el aumento de las inversiones en tecnologías limpias, la disminución de gases de efecto invernadero, y por tanto al acercamiento al objetivo final de neutralidad climática. Actualmente, nos encontramos en máximos de generación renovable. Según información de Red Eléctrica de España, el pasado 21 de abril la energía solar fotovoltaica batió un nuevo récord en generación, al alcanzar los 20.120 megavatios (MW). Esta fuente renovable supuso en ese momento el 60% del mix eléctrico nacional y del 61,5% en el mix peninsular.
Es importante seguir invirtiendo en proyectos destinados a proporcionar más estabilidad a la red eléctrica para asegurar una correcta penetración de las energías renovables, especialmente en lo que se refiere al despliegue masivo del almacenamiento energético y a la mejora de las interconexiones de la red peninsular eléctrica.
Financiación privada
En cuanto a la inversión privada, las grandes empresas, fondos de inversión y capital riesgo están cada vez más interesados en invertir en energías renovables, ya que las políticas de descarbonización y la demanda de energías limpias ofrecen un atractivo retorno de inversión. Además, la reducción de los costes de producción de energía renovable (como la solar y la eólica) ha aumentado la rentabilidad de estos proyectos.
Asimismo, los bancos están jugando un rol crucial en la financiación de proyectos renovables, aunque el tipo de interés y los plazos de los préstamos pueden variar dependiendo del riesgo percibido. Además, el precio de la energía es una variable que impone condiciones más restrictivas.
Destaca también el mecanismo de financiación conocido como crowdfunding, un modelo relativamente nuevo, pero en crecimiento, donde pequeños inversores pueden contribuir a la financiación de proyectos renovables. Básicamente se trata de una red de financiación colectiva, en la que los inversores reciben o bien una parte de la energía generada o bien beneficios económicos de la venta de la misma.
Por último, mencionar que los PPA (Power Purchase Agreement), entendidos como un acuerdo o contrato de compraventa de energía a largo plazo entre un generador y un consumidor final, es una pieza clave para la financiación de los proyectos renovables ya que proporcionan más robustez y estabilidad, reduciendo el riesgo de la volatilidad del precio del mercado de electricidad, especialmente en aquellos offtakers que son grandes consumidores industriales.
Financiación pública
En cuanto a la financiación pública, los organismos europeos, nacionales y autonómicos, ofrecen diferentes opciones de financiación a través de subvenciones públicas e incluso bajo la modalidad de préstamos, que permiten la viabilidad de estos proyectos energéticos y mitigan el riesgo asociado.
En los últimos años la principal vía de financiación pública de proyectos renovables en España ha estado articulada mediante el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, PRTR, derivado del fondo de recuperación Next Generation EU. Especialmente en materia de energía, destaca el PERTE de Energías Renovables, Hidrógeno y Almacenamiento, (PERTE ERHA), bajo el que han publicado convocatorias destinadas a proyectos pioneros de hidrógeno, la creación de valles de hidrógeno, diversas tecnologías de almacenamiento, repotenciación de instalaciones eólicas, proyectos de biogás, geotermia, redes de calor y frío, comunidades energéticas, etc.
A corto plazo y de cara a este 2025, podemos esperar convocatorias de ayudas enfocadas al biogás, convocatorias de eficiencia energética en la industria, y otro tipo de convocatorias que han tenido éxito en los últimos años como pueden ser el almacenamiento y los proyectos de hidrógeno renovable.
En este sentido, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha publicado recientemente diversas consultas públicas para recopilar opiniones y necesidades del sector sobre nuevas convocatorias de ayudas que serán publicadas a lo largo de los próximos meses de este año:
- Una primera consulta destinada a instalaciones renovables térmicas y redes de calor y frío, a través de fondos FEDER 21-27. El objetivo es acelerar el despliegue de tecnologías renovables térmicas, renovar equipos obsoletos, y fomentar la hibridación de tecnologías para lograr edificios de energía casi nula. El programa de ayudas se destinará a proyectos innovadores de bomba de calor y otras instalaciones de energías renovables térmicas, cofinanciados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Entre las instalaciones de energías renovables térmicas, se habla de biomasa, tanto para nuevos proyectos, como para renovación de equipos. Estas ayudas se desarrollarán en régimen de concurrencia simple.
- La segunda consulta pública, está enfocada a definir el futuro programa de incentivos para redes de calefacción y refrigeración eficientes que utilicen fuentes de energías renovables y energías residuales, cuyo objetivo es acelerar el despliegue de redes de calefacción y refrigeración eficientes que utilicen fuentes de energía renovable y/o residual, como biomasa, gases renovables, energía solar, geotérmica y del ambiente. El programa de ayudas se destinará a proyectos innovadores, cofinanciados también por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Estas convocatorias, en cambio, se desarrollarán en régimen de concurrencia competitiva.
- Además, se publicó la audiencia e información pública sobre el proyecto de Orden Ministerial y Resolución por las que se aprueban las bases reguladoras y la convocatoria para la concesión de ayudas a proyectos innovadores de almacenamiento energético susceptibles de ser cofinanciadas con fondos de la Unión Europea. Se incluyen proyectos de almacenamiento hibridado con instalaciones de generación de energía eléctrica con fuentes renovables, existentes o nuevas, así como proyectos de almacenamiento de energía independientes, conectados a las redes de transporte y distribución de energía eléctrica. Esta convocatoria proveniente también de los fondos FEDER estará dotada con 700M€ con los que se espera financiar entre 80 y 120 proyectos que añadirán entre 2,5 y 3,5 GW de nueva capacidad a la red eléctrica.
- Por último, también está prevista la celebración de una nueva subasta a nivel europeo destinada a financiar proyectos de hidrógeno renovable. Tal y como manifiesta IDAE, (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), la participación en este mecanismo comunitario refuerza la apuesta española por integrar este vector energético en sectores difíciles de descarbonizar y crear en torno a él un ecosistema industrial integral.
Por todo lo anterior, el futuro de la financiación de proyectos renovables parece ser prometedor debido a las crecientes demandas globales de energía limpia y la aceleración de las políticas ambientales. Se espera que los fondos de inversión, tanto públicos como privados, continúen respaldando proyectos de energías renovables a pequeña y gran escala. Además, los avances tecnológicos y la caída de los costes de las tecnologías renovables contribuirán a hacer más accesible la financiación para los proyectos de menor escala, permitiendo la participación de más actores.
En resumen, aunque el sector energético sigue enfrentándose a grandes retos, tales como la situación geopolítica, los aranceles e incluso la falta de interconexiones, sigue siendo un sector en constante evolución, ya que es evidente que para seguir en la senda de la descarbonización, las energías renovables deben asumir un rol cada vez más importante.
La financiación de proyectos renovables está cada vez más diversificada y es cada vez más dinámica, impulsada por la creciente demanda de energía limpia y el enfoque global en el cambio climático. A medida que se desarrollan nuevos modelos financieros y se desarrollan nuevas tecnologías, el acceso al capital será cada vez más accesible. En lo que corresponde a la financiación pública, el gobierno pretende seguir apoyando las tecnologías limpias como ha venido haciendo especialmente los últimos años.
Artículo escrito por:
Blanca López Gil
Energy specialist
FI Group