En el corazón de una planta de procesamiento agroalimentario, se ha producido una revolución silenciosa en la gestión de la energía. Ante el acceso limitado a la red y los altos costos de diésel, la instalación recurrió a una solución híbrida, que combina paneles solares fotovoltaicos con grupos electrógenos, para alimentar sus operaciones de manera más eficiente y sostenible.
En el centro de esta transformación se encuentra el controlador maestro Intelineo 530, un sistema inteligente diseñado para optimizar el uso de energía renovable y minimizar el consumo de diésel. Este controlador garantiza que se priorice la energía solar y evita que el exceso de producción sobrecargue los generadores, un problema común que puede provocar costosas averías.
La configuración híbrida elimina la necesidad de almacenamiento de baterías, lo que reduce los costos de inversión inicial en al menos un 50%. Esto lo hace especialmente atractivo para sitios donde ya hay generadores diésel instalados. Inicialmente, la planta dependía de dos generadores de 330 kVA que funcionaban secuencialmente para satisfacer sus demandas de energía. Pero con la adición de 558 paneles solares y tres inversores Growatt, el panorama energético cambió drásticamente.
El equipo de conmutación eléctrico actualizado ahora integra a la perfección las entradas solares y del generador. El sistema de control del generador también se mejoró con el ComAp InteliGen 500, lo que permite una coordinación dinámica entre la producción solar y la salida del generador. A medida que aumenta la luz solar a lo largo del día, el sistema reduce gradualmente la potencia del generador, manteniendo un umbral mínimo seguro de 30 kW.
La variabilidad climática ya no es una amenaza. El sistema se adapta en tiempo real a las fluctuaciones en la producción solar, lo que garantiza operaciones ininterrumpidas de la fábrica. Y con el InteliGateway 300, la comunicación entre todos los componentes, incluidos los inversores de terceros, se agiliza y monitorea a través de las plataformas WebSupervisor e InteliScada de ComAp.
Esta interfaz basada en la nube ofrece una visión completa del rendimiento del sistema, los niveles de combustible y las tendencias de producción de energía. Los resúmenes semanales y mensuales se generan automáticamente, lo que elimina la necesidad de procesar datos manualmente.
Los resultados lo dicen todo. Antes de la integración solar, la planta consumía aproximadamente 574.830 kWh al año, quemando 151.000 litros de diésel. Con el sistema híbrido implementado, el uso de combustible se ha reducido en aproximadamente 56,000 litros por año, lo que se traduce en una reducción de un tercio en las emisiones de CO₂.
Este proyecto es más que una actualización técnica; es un modelo para la energía industrial sostenible. Al aprovechar los controles inteligentes y la integración renovable, instalaciones como esta están demostrando que ser ecológico no significa comprometer la confiabilidad, significa redefinirla.
Artículo escrito por:
Enrique Bernardo López
, Managing director en
Comap