Modalidades de gestión de los puntos de recarga de vehículos en empresas: ayudas e incentivos para su despliegue

Modalidades de gestión de los puntos de recarga de vehículos en empresas: ayudas e incentivos para su despliegue.

La instalación de puntos de recarga en las empresas es clave para acelerar la transición hacia la movilidad sostenible. Sin embargo, muchas organizaciones todavía no aprovechan las ayudas y ventajas disponibles en nuestro país. ¿Por qué está ocurriendo esto?

El despliegue de infraestructura de carga para vehículos eléctricos crece a un ritmo más lento de lo esperado y el total de puntos disponibles en nuestro país aún está muy alejado de los objetivos marcados por Europa. Con un marco regulatorio y de ayudas a la financiación favorable, tiene sentido preguntarse qué es lo que está impidiendo que aún haya propietarios y gestores de edificios que no aprovechen la oportunidad de ofrecer a los usuarios este servicio añadido, al tiempo que apuestan por desarrollar este ámbito en el marco de sus políticas de sostenibilidad.  

Como empresa de gestión de servicios energéticos que además desarrolla proyectos de infraestructura de recarga para vehículos eléctricos en edificios de oficinas, hospitales, centros comerciales, bancos, etc., Creara ha detectado que en proyectos de este tipo la mayor dificultad es encontrar un modelo de gestión que no suponga un quebradero de cabeza para la entidad gestora, especialmente por la carga de trabajo que supone dar de alta nuevos suministros eléctricos, el mantenimiento de los puntos de recarga, y la elección del modelo de explotación para el cobro de las recargas a los usuarios (en caso de que se vaya a cobrar).  

La infraestructura de carga para vehículos eléctricos para empresas tiene ciertas particularidades. La instalación de uno o varios puntos debe integrarse en un plan de movilidad que responda a las necesidades de la organización, a las características de los inmuebles en los que se va a desplegar el proyecto y al uso que se le va a dar.   

Obviamente, las necesidades no serán las mismas para una comunidad de vecinos que para un edificio de oficinas que ofrece la carga a sus empleados, o para un centro comercial con una rotación de uso de plazas mucho mayor.  

Por eso, es recomendable contar con una empresa que, más allá de instalar los puntos o cobrar al conductor las recargas, analice primero las necesidades y objetivos de cada negocio y el modelo de explotación de los puntos más conveniente, de modo que la solución elegida, una vez implantada, sea satisfactoria y rentable tanto para la empresa propietaria como para sus usuarios.  

 

Modalidades de gestión de los puntos de recarga en empresas 

  1. Acceso libre para empleados: los cargadores están disponibles para que los empleados recarguen sus vehículos sin coste adicional, utilizando el suministro eléctrico de la empresa. Esta modalidad es común en organizaciones que buscan promover el uso de vehículos eléctricos entre su personal, o en zonas de aparcamiento destinadas a vehículos de flota o de directivos. 
  2. Gestión controlada mediante usuario: el acceso a los cargadores se regula mediante tarjetas RFID asociadas a un usuario o vía app móvil, permitiendo a la empresa decidir si cobra o no por el suministro de energía, gestionando el uso a través de una plataforma específica (normalmente aportada por la empresa instaladora). Este enfoque ofrece mayor control sobre el uso de la infraestructura y facilita la asignación de costes. 

Además, existen otros esquemas para optimizar la gestión de los puntos de recarga.  

  • Punto de suministro existente: en este modelo, se conectan los puntos de recarga al suministro eléctrico existente de la empresa. Los puntos disponen de analizadores que permiten medir la electricidad consumida. En caso de que los puntos sean de pago para el usuario, la empresa gestora de los puntos se encarga de recaudar los ingresos que se generen, y los retorna a la empresa que paga la energía.  
  • Punto de suministro nuevo dedicado: la empresa gestora de los puntos da de alta un nuevo suministro eléctrico. La factura energética la abona la empresa instaladora. Este tercero recupera el coste de la energía, e incluso la inversión, mediante las tarifas de recarga pagadas por los usuarios. Esta modalidad permite diversificar la gestión energética y optimizar los costes operativos. 

“Las plataformas de gestión y monetización son indispensables para gestionar los accesos, controlar los consumos, aplicar tarifas diferenciadas y facilitar el pago a los usuarios. Estas soluciones son especialmente útiles para no incurrir en una carga administrativa elevada”. 

 

Un marco regulatorio exigente, pero favorable para el despliegue de la red de carga 
Aunque se han logrado avances significativos, las cifras alcanzadas hasta 2024 reflejan una brecha entre las metas propuestas y la realidad. 

Según el último?Barómetro de Electromovilidad de ANFAC, la Asociación Nacional de Fabricantes y Camiones, a cierre de 2024 se contabilizan?38.725 puntos de recarga de acceso público operativos repartidos por el territorio español. Este dato supone un 32% de puntos más, con respecto al año anterior, con 9.424 nuevos puntos. 

Son unas cifras muy alejadas del?objetivo marcado para 2024, fijado en?64.000 puntos?de recarga, que son los necesarios para cumplir con los objetivos de descarbonización marcados por Europa. Estos datos indican la necesidad de intensificar los esfuerzos en infraestructura y políticas de apoyo. 

 

Normativa de apoyo e incentivos  

La evolución de la infraestructura de recarga para vehículos eléctricos depende en gran medida del marco regulatorio. La Unión Europea y los gobiernos nacionales han desarrollado normativas que buscan facilitar la instalación de puntos de recarga y garantizar su interoperabilidad: 

  • Obligaciones para edificios y aparcamientos:  

El Código Técnico de Edificación (CTE) español obliga a todos los edificios de uso distinto al residencial con más de 10 plazas de aparcamiento a instalar un punto de recarga por cada 40 plazas o fracción. También a la instalación de canalizaciones que sirvan como pre instalación de las infraestructuras de recarga para el 20% de las plazas de aparcamiento.  

  • Estándares de conectividad y pago: se están implementando requisitos que obligan a los operadores de puntos de recarga a ofrecer opciones de pago accesibles y universales, evitando que los usuarios necesiten múltiples tarjetas o aplicaciones para acceder a diferentes redes de recarga. 
  • Incentivos fiscales y subvenciones: en varios países, se ofrecen deducciones fiscales y ayudas directas para la instalación de puntos de recarga. España cuenta con deducciones fiscales en el IRPF para la compra de vehículos eléctricos y las ayudas del Plan Moves que cubren la infraestructura de carga.  

La movilidad eléctrica es una pieza clave en la transición energética y la descarbonización del sector transporte. La expansión de la infraestructura de recarga es un factor determinante para acelerar la adopción de los vehículos eléctricos. En el futuro inmediato, la clave será garantizar que la infraestructura de recarga siga el ritmo de crecimiento de la adquisición de vehículos eléctricos.  

Por otro lado, disponer de puntos de recarga se ha convertido en un diferenciador clave, en una ventaja competitiva para las empresas. La movilidad eléctrica será lo “común” en unos años, por lo que conviene pensar a largo plazo. Si el proyecto y el modelo de explotación se diseñan bien, el resultado es una oportunidad y no solo una obligación; una solución rentable para la organización, atractiva y sostenible para sus stakeholders, bien gestionada, duradera y escalable. 

Artículo escrito por:
Departamento de Instalaciones de Creara Energy Experts