Movilidad eléctrica en España: entre la necesidad práctica y la oportunidad tecnológica

Movilidad eléctrica en España: entre la necesidad práctica y la oportunidad tecnológica.

La movilidad eléctrica en España ha dejado de ser una aspiración ecológica o de nicho para convertirse en una necesidad estratégica. Con el impulso del Plan MOVES III y la creciente implicación del tejido empresarial, el país avanza hacia una movilidad más eficiente, segura y sostenible.

Un cambio de paradigma impulsado por la necesidad
La movilidad eléctrica en España ha dejado de ser una aspiración ecológica para convertirse en una necesidad estratégica. Con el impulso del Plan MOVES III y la creciente implicación del tejido empresarial, el país avanza hacia una movilidad más eficiente, segura y sostenible. Según el último informe del Arval Mobility Observatory, el 91% de las empresas en España ya ha implementado o está a punto de activar su propia estrategia de recarga para vehículos eléctricos. Más de la mitad ha instalado puntos de recarga en sus instalaciones, y el 43% ofrece ayudas a sus empleados para instalar cargadores en sus domicilios. Este enfoque pragmático responde a la necesidad de adaptarse a las zonas de bajas emisiones y anticiparse a futuras normativas, más que a una motivación puramente ambiental.

 

Plan MOVES III: una herramienta clave
El Plan MOVES III, gestionado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), ha sido prorrogado hasta el 31 de diciembre de 2025, con carácter retroactivo desde el 1 de enero. El programa cuenta con una dotación adicional de 400 millones de euros, elevando el total a 1.735 millones. Las ayudas pueden alcanzar hasta 7.000 euros para la compra de vehículos eléctricos y cubrir hasta el 70% del coste de instalación de puntos de recarga para particulares. Además, se ha restablecido una deducción fiscal del 15% en el IRPF para 2025.

 

Evolución del mercado de vehículos eléctricos
En mayo de 2025, se matricularon en España 9.204 coches eléctricos, lo que representa un crecimiento del 101% interanual y una cuota de mercado del 8%. Los híbridos enchufables también experimentaron un aumento significativo, con 13.209 unidades matriculadas, un 177% más que el año anterior. En conjunto, el 19,4% de los coches vendidos en mayo contaban con una toma para cargar su batería. Este crecimiento se ve impulsado por la llegada de nuevos modelos al mercado, como el BYD Dolphin Surf, que ofrece hasta 507 km de autonomía urbana y un precio inicial de 19.990 euros. La competencia de fabricantes chinos está forzando a las marcas europeas a adaptarse y ofrecer opciones más asequibles.

 

Infraestructura de recarga: avances y desafíos
El despliegue de infraestructuras de recarga es uno de los pilares fundamentales para consolidar la movilidad eléctrica en España. En los últimos años, el número de puntos de recarga públicos ha superado ya las 30.000 unidades, según datos de ANFAC y Aedive, lo que supone un crecimiento significativo aunque aún lejos del objetivo de 100.000 puntos marcado para 2030 en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Administraciones estatales y autonómicas están impulsando este crecimiento a través de programas como el MOVES III, incentivos fiscales, simplificación administrativa y colaboración público-privada. Sin embargo, persisten desafíos clave como la desigual distribución territorial, la tramitación lenta, la conexión a red o la necesidad de mejorar la disponibilidad real y el mantenimiento operativo de los puntos ya instalados. Superar estos obstáculos será esencial para garantizar una experiencia de recarga eficiente, homogénea y accesible en todo el territorio.

 

Impacto en el empleo y la industria
La transición hacia la movilidad eléctrica también tiene un impacto significativo en el empleo. Se estima que España podría generar más de 550.000 empleos en el sector para 2030. El informe de la consultora Worldwide Recruitment Energy indica que los perfiles más demandados incluyen ingenieros, desarrolladores, instaladores eléctricos y perfiles mixtos con formación técnica y comercial. Además, se prevé un trasvase de mano de obra desde el sector tradicional del automóvil de combustión hacia industrias relacionadas con la energía y las infraestructuras de vehículo eléctrico. Un ejemplo de esta transformación es la construcción de la mayor gigafactoría de baterías del país en Figueruelas (Zaragoza), fruto de la colaboración entre CATL y Stellantis. La inversión total asciende a 4.100 millones de euros y se crearán más de 3.000 empleos.

 

El papel de las empresas en la transición
Las empresas españolas están desempeñando un papel crucial en la transición hacia la movilidad eléctrica. Además de implementar infraestructuras de recarga, muchas están adoptando políticas de movilidad sostenible para atraer y fidelizar talento, reducir el impacto climático de los desplazamientos laborales y mejorar su reputación corporativa. Iniciativas como el presupuesto específico para movilidad, el car sharing, el renting para empleados o el aparcamiento flexible se están convirtiendo en prácticas comunes. Además, la formación en conducción eficiente y segura lidera los servicios más demandados por las empresas, en respuesta al aumento de incidentes en vehículos corporativos.

 

La contribución de GoodWe
En este contexto de transformación, la integración de soluciones energéticas inteligentes es esencial para garantizar una movilidad eléctrica realmente sostenible. GoodWe, además de ser proveedor líder de inversores solares y sistemas de almacenamiento, ofrece una gama de cargadores inteligentes para vehículos eléctricos que permiten una gestión coordinada entre generación fotovoltaica, almacenamiento en baterías y consumo en movilidad como la serie GoodWe HCA. Estos sistemas permiten, por ejemplo, priorizar la carga del vehículo con excedentes solares, programar la carga en horarios de menor demanda o integrarla en sistemas de gestión energética doméstica o empresarial (EMS), optimizando la eficiencia y reduciendo la carga sobre la red eléctrica. Esta visión integrada no solo maximiza el autoconsumo renovable, sino que convierte al vehículo eléctrico en una pieza activa dentro del ecosistema energético, preparado para futuras aplicaciones como la bidireccionalidad (V2H o V2G). La movilidad eléctrica en España avanza con paso firme, impulsada por políticas públicas, innovación tecnológica y el compromiso del sector empresarial. La colaboración entre todos los actores es clave para consolidar un modelo de transporte más limpio, eficiente y resiliente.

Artículo escrito por:
Amanda Martín Solution Manager GoodWe Iberia