El hidrógeno, comúnmente considerado el combustible del futuro, tiene el potencial de descarbonizar sectores difíciles de electrificar. Sin embargo, su adopción generalizada enfrenta retos significativos relacionados con los costes de producción y la infraestructura necesaria para su distribución y almacenamiento.
A nivel global, la mayor parte del hidrógeno producido proviene de procesos basados en combustibles fósiles y, aunque las tecnologías de hidrógeno verde basadas en electrólisis han ganado popularidad, su viabilidad depende de un acceso abundante y económico a energías renovables, lo que sigue siendo un desafío en muchas regiones.
En este contexto, el reformado de metanol se presenta como una solución capaz de generar hidrógeno sostenible a partir de una materia prima que es fácil de transportar, almacenar y manejar.
Metanol como vector energético
El uso del metanol para la producción de hidrógeno es una opción atractiva debido a su disponibilidad, fácil almacenamiento, alta densidad energética, eficiencia, versatilidad y bajas emisiones de carbono. Además, su producción sostenible a partir de residuos, CO2 capturado y energías renovables lo posiciona como un elemento clave en la transición hacia un sistema energético más limpio.
El metanol cuenta con una infraestructura de manejo y transporte bien establecida, y mediante procesos de reformado puede generar hidrógeno con emisiones de CO2 significativamente menores que los combustibles fósiles tradicionales. La tecnología de MReformer optimiza esta conversión, ofreciendo una solución escalable y adaptable a diversas necesidades, desde aplicaciones descentralizadas hasta sistemas industriales a gran escala.
La tecnología detrás de la eficiencia
Las soluciones de MReformer se dividen en varias categorías para adaptarse a las necesidades del mercado. En primer lugar, está el producto central de la compañía: el reformador de metanol L18, diseñado para generar hidrógeno con una pureza de >99,97%. Su diseño compacto y modular facilita la integración en aplicaciones como estaciones de repostaje de hidrógeno y plantas industriales o aplicaciones donde el espacio es el factor limitante.
Por otro lado, la compañía ofrece soluciones containerizadas adaptadas a distintas finalidades: el e-Nomad, especializado en suministro de energía eléctrica, y el H-Nomad, diseñado para la generación y suministro de hidrógeno. Estas unidades integran reformadores de metanol con sistemas avanzados de almacenamiento, pilas de combustible y electrónica de potencia, proporcionando una solución descentralizada y completa para generar energía o abastecer hidrógeno directamente donde se necesita.
Además, la flexibilidad de estas tecnologías permite su aplicación en sectores variados, contribuyendo a la descarbonización de múltiples cadenas de valor.
Desafíos y oportunidades en la producción de hidrógeno descentralizado
La producción de hidrógeno a un coste más bajo y con menores emisiones mediante el proceso de reformado representa una oportunidad estratégica para diversas industrias que ya emplean hidrógeno en sus procesos, como la química, el refinado de petróleo o la fabricación de acero. Estas industrias, fundamentales para la economía global, enfrentan una creciente presión para descarbonizar sus cadenas de suministro y reducir su huella ambiental.
Para aquellas empresas, que incorporando hidrógeno en sus procesos enfrentan dificultades debido a su ubicación (transporte del hidrógeno complejo o costoso), la generación in-situ y bajo demanda mediante el proceso de reformado se presenta como una solución óptima.
Además, en regiones remotas o mercados emergentes, donde las limitaciones en infraestructura dificultan el acceso a fuentes de electricidad sostenible, especialmente las basadas en energía solar, y no se cuenta con la capacidad de almacenamiento necesaria para el suministro durante la noche, esta opción se convierte en una alternativa viable y eficiente.
Un futuro sostenible
El reformado de metanol se posiciona como una solución práctica y escalable para acelerar la adopción del hidrógeno como combustible limpio, jugando un papel esencial en la transición energética hacia una sociedad más sostenible.
Para avanzar en la descarbonización global, es imprescindible establecer un ecosistema energético donde el hidrógeno desempeñe un rol central. Esto exige una colaboración activa entre socios industriales, gobiernos y otros actores clave, desarrollando estándares, infraestructura e innovaciones que impulsen su integración en las diversas cadenas de valor y fomenten su adopción a nivel global.
Artículo escrito por:
MReformer
