Aprobado en enero de 2023 a través del Real Decreto 36/23, el Sistema de Certificados de Ahorro Energético CAE permite a las empresas que realizan inversiones en eficiencia energética recibir ingresos extra. Esta novedosa fórmula resulta especialmente interesante para las empresas del sector industrial, que se caracterizan, precisamente, por tener altos consumos energéticos.
Este sistema, que ya funciona desde hace años en otros países europeos como Francia, opera de una forma bastante sencilla. El Ministerio de Transición Ecológica establece anualmente el importe que las comercializadoras de electricidad, gas y productos derivados del petróleo deben aportar al Fondo Nacional de Eficiencia Energética en función de sus ventas. Para 2024 se ha establecido que la aportación total sea de 795 millones de euros, cifra que ascenderá a 1700 millones en un par de años.
Estas empresas, que en el Sistema CAE se denominan “Sujetos Obligados”, pueden elegir entre pagar al Fondo Nacional de Eficiencia Energética en euros, o bien comprar ahorros “certificados” a empresas que invierten en proyectos de eficiencia energética, y saldar así sus deudas con el Fondo con la entrega de esos “Certificados de Ahorro Energético” (CAEs).
Los importes que recibirán las empresas que inviertan en eficiencia energética dependen de la cantidad de ahorro generado, de las particularidades de la medida de ahorro energético aplicada y del precio unitario del kWh del certificado de ahorro energético, CAE. Recientemente se ha confirmado que la equivalencia financiera para el año 2024 será de 182.373,17 euros por GWh ahorrado (182 €/MWh). Por todo esto, se estima que el Sistema CAE va a necesitar movilizar 2.794,09GWh de ahorro.
En principio, cualquier medida de eficiencia energética que suponga un ahorro de energía final medible es susceptible de generar CAEs. El Sistema diferencia dos tipos de medidas: las singulares y las estandarizadas.
Las medidas de eficiencia energética estandarizadas aparecen en un catálogo de fichas publicado por el Ministerio que incluye la cantidad equivalente de ahorro de energía o el procedimiento para su cálculo que se reconocerá por cada actuación tipo y, por tanto, el número de certificados a cuya obtención dará derecho la realización de una determinada actuación. De este modo, se puede calcular de antemano y sin necesidad de medir cuánto ahorro y cuántos certificados pueden conseguirse.

Las medidas singulares son todas aquellas no incluidas en las fichas estandarizadas. El ahorro que se alcanza al implantar una medida singular debe calcularse mediante la aplicación de un protocolo de medida y verificación de ahorros.
Para hacerse una idea del retorno que supondrían medidas de ahorro habituales en las empresas industriales, podemos recurrir a ejemplos concretos:
- Sustitución de una caldera de gas natural por una bomba de calor: La caldera, con un consumo térmico de 734 MWh, pasa a tener un consumo eléctrico de 195 MWh, siendo el ahorro alcanzado de 539 MWh. La inversión ha sido de 200.000 euros y se monetiza el CAE a un precio unitario de 100 euros el MWh. El ingreso extra por la monetización de los CAEs cubre el 27 por ciento de la inversión en este caso.
- Sustitución de un sistema de iluminación existente por tecnología LED: Si el consumo inicial es de 438 MWh y sustituimos 68 KWh de potencia teniendo un consumo final de 193 MWh, se alcanzaría un ahorro de 245 MWh. Si la inversión realizada ha sido de 67.000 euros y se obtiene por la venta de CAEs 24.500 euros, estaríamos hablando de un 36% de retorno de la inversión realizada.
- Instalación de un economizador en una caldera de gas natural: Si el consumo de la caldera es de 20.000 MWh de gas natural y se recuperan 180 KW, calculando el número de horas que funciona la caldera en un año, estaríamos logrando un ahorro de 800 MWh. Con una inversión de 100.000 euros estaríamos ingresando 80.000 euros por la venta de CAEs generados por esta medida y, por tanto, habríamos alcanzado un retorno del 80% de la inversión.
Además, es importante resaltar que el Sistema CAE es una herramienta con mucha mayor capacidad de generar una verdadera transformación que otros mecanismos de ayuda como las subvenciones. Un win-win garantizado.
Artículo escrito por:
Rodrigo Morell Fernández
socio y director de Creara, Sujeto Delegado del Sistema CAE