El desarrollo del autoconsumo será, junto con la progresiva electrificación del transporte, uno de los ejes de la transformación del actual modelo energético, tanto a escala nacional como continental y, a más largo plazo, mundial. La Generalitat de Catalunya está firmemente comprometida con el autoconsumo, ya que es consciente que se trata de una práctica que facilita la integración de energías renovables en el sistema eléctrico, mejora su eficiencia y optimiza el funcionamiento de la red eléctrica, con todas las consecuencias económicas, ambientales y sociales que se derivan de ello.
Por ello, la Generalitat de Catalunya está llevando a cabo políticas de fomento del autoconsumo, como la realización de jornadas y actuaciones de difusión de las posibilidades del autoconsumo y de clarificación del marco normativo, el arbitraje en los conflictos con las distribuidoras eléctricas, el trabajo conjunto con las asociaciones profesionales del sector y la promoción de las instalaciones de autoconsumo en edificios públicos. El objetivo no es otro que fomentar y estructurar un sector del autoconsumo que sea capaz de dar respuesta al futuro crecimiento de esta modalidad de generación y de uso de energía eléctrica. Y ello pasa por disponer de profesionales formados y cualificados, de una administración ágil y ejemplarizante, y de una potencial demanda informada y concienciada.
Toda esta tarea de cimentación de un sector del autoconsumo sólido en Cataluña lo estamos realizando, de momento, con el lastre que supone el vigente marco normativo que regula la práctica del autoconsumo en el Estado español. El Real Decreto 900/2015 promulgado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo establece varias limitaciones para el autoconsumo, que se traducen en el alargamiento de los periodos de retorno de la inversión y en la existencia de barreras técnico-administrativas para la instalación de equipamientos de autoconsumo. Pero este contexto no es excusa para que la Generalitat, mediante el Institut Català d’Energia (ICAEN), no asuma sus deberes: pese a la vigencia de esta regulación, cuyo rechazo hemos mostrado reiteradamente, el autoconsumo ya es una alternativa viable y eficaz en muchos casos, y nuestra función como administración es que los promotores dispongan de toda la información y el apoyo para llevar a cabo sus proyectos.
Este apoyo, además, está en línea con el Pacto Nacional para la transición energética de Cataluña que está impulsando el Govern de la Generalitat. La energía incide en los tres pilares fundamentales en los que se basa el desarrollo sostenible: la economía, la dimensión social y el medio ambiente. Es necesario establecer una transición gradual hacia un nuevo modelo energético de energía limpia, como la que ya están llevando a cabo otros países europeos, en el cual las energías renovables y la eficiencia energética deben tener un papel central. Esta transición debe basarse en la toma de decisiones políticas coherentes y en la participación activa de la sociedad, para lo que se requiere un Pacto para la transición energética a partir del diálogo de todas las fuerzas políticas y los representantes de la sociedad civil en Cataluña.
El Pacto plantea unos objetivos indicativos ambiciosos y concretos a largo plazo, para alcanzar un modelo basado al 100% en las energías renovables en el horizonte del 2050, si es posible técnica, medioambiental y económicamente. Y sin duda, una de las estrategias para maximizar el uso de fuentes de energía renovables es el impulso del autoconsumo eléctrico.
Paralelamente a todas estas actuaciones concretas y al diseño del modelo energético del futuro, la Generalitat de Catalunya proseguirá con su labor, mediante todos los instrumentos jurídicos y políticos a su alcance, para modificar el actual marco normativo actual del autoconsumo y hacerlo mucho más atractivo para la realización de nuevos proyectos.
El autoconsumo eléctrico es una realidad que poco a poco se irá implantando, y los principales países de Europa nos están enseñando el camino a seguir. Tenemos mucho trabajo por hacer, pero sabemos cuál es nuestro objetivo y cómo acercarnos a él. Nos toca, pues, seguir poniendo todo aquello que está en nuestra mano para dar a la práctica del autoconsumo la oportunidad que merece para que arraigue en nuestros hogares y empresas.
Artículo escrito por:
Assumpta Farran
Directora de l’Institut Català d’Energia-ICAEN