En el contexto actual de transición energética, ¿cuál es el papel estratégico que juega Pod Point dentro del ecosistema de la movilidad eléctrica en Europa?
Nuestra misión es hacer que la recarga de vehículos eléctricos sea sencilla y accesible para los clientes y usuarios, contribuyendo activamente a la descarbonización del transporte. A través del despliegue de infraestructuras de recarga eficientes y tecnológicamente avanzadas, ayudamos a acelerar la transición hacia un modelo de movilidad más sostenible, tanto en el ámbito doméstico como en el empresarial. Pod Point desempeña un papel clave como facilitador de la movilidad eléctrica en Europa.
¿Cuál es su modelo de negocio principal? ¿Cómo se articula con las utility, operadores de red y fabricantes de vehículos?
Nuestro modelo de negocio combina la venta e instalación de cargadores para uso residencial y comercial. Trabajamos en estrecha colaboración con las empresas de servicios públicos, los operadores de red y los fabricantes de vehículos para integrar nuestras soluciones en un ecosistema eficiente e interoperable. Estas alianzas nos permiten ofrecer servicios inteligentes y adaptados a las necesidades del mercado, asegurando una experiencia fluida para el usuario final.
Según los datos más recientes de la Asociación para la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), la red de infraestructuras de recarga de acceso público operativas en España ha alcanzado los 43.559 puntos en el primer trimestre de 2025. ¿Cómo creen que evolucionará este año?
Estos datos reflejan una tendencia positiva. Esperamos que sea un año de consolidación y crecimiento, impulsado tanto por la demanda creciente de vehículos eléctricos como por el marco regulatorio y los incentivos disponibles. De hecho, según un artículo reciente publicado en el diario Cinco Días (27 de mayo de 2025), España ha sido el país que más ha crecido en ventas de coches dentro de los grandes mercados europeos, lo que indica un entorno favorable también para el despliegue de infraestructuras de recarga. Todo apunta a una evolución al alza, tanto en número de instalaciones como en madurez del ecosistema de movilidad eléctrica.
Los puntos de recarga operativos y la infraestructura pública no operativa (por información desconocida, fuera de servicio o en mantenimiento) se elevan a un volumen de en torno a 3.500 puntos de recarga. ¿Cómo valoran estos datos?
Este dato pone de relieve la importancia de no solo instalar cargadores, sino también garantizar su operatividad y mantenimiento continuo. La fiabilidad del servicio es esencial para fomentar la confianza de los usuarios en la movilidad eléctrica.
¿Qué retos técnicos y logísticos enfrentan actualmente en el despliegue masivo de puntos de recarga, especialmente en áreas urbanas con limitaciones de espacio o red eléctrica?
En entornos urbanos, la planificación y coordinación con las administraciones locales y distribuidoras es fundamental. También es clave la estandarización de componentes y la escalabilidad de las instalaciones.
Desde el punto de vista tecnológico, ¿en qué aspectos se están centrando actualmente en innovación?
Estamos invirtiendo especialmente en tres áreas: la carga inteligente, la integración con energías renovables y la mejora de la experiencia digital del usuario. Nuestros desarrollos se orientan a optimizar la gestión energética, adaptar la carga a las tarifas dinámicas o al estado de la red, y ofrecer plataformas digitales intuitivas, tanto para particulares como para flotas y operadores. Vemos que el cargador es parte del ecosistema de consumo energético doméstico del usuario y de la batería del coche y, por ejemplo placas solares o una batería para almacenamiento de energía, y necesitamos que la regulación apoye al sector, por ejemplo.
El Gobierno aprobó en abril el programa de incentivos ligados a la movilidad eléctrica (MOVES III). ¿Está notándose ya algún efecto en el sector?
Sí, sin duda. El programa MOVES III es clave y un apoyo esencial tanto para la adquisición de vehículos eléctricos como para la instalación de infraestructuras. Cuando a principio de año había incertidumbre sobre las ayudas, se notó un impacto negativo casi inmediato, en el momento en que se reanudó, hemos observado un aumento en la demanda de puntos de recarga, especialmente en el ámbito residencial y de pequeñas empresas. No obstante, seguimos detectando cierta necesidad de agilizar los trámites administrativos y de clarificar los requisitos para que el impacto sea aún mayor. El efecto negativo se dejaría sentir en caso de no contar con el MOVES III, ya que, aunque haya vehículos disponibles, el precio sigue siendo una barrera. El vehículo eléctrico sigue siendo más caro. La tendencia, sin embargo, es positiva: el sector de la automoción está presentando vehículos más accesibles y, en breve, la diferencia entre un coche convencional y uno eléctrico no será sustancial.
Los diez operadores de puntos de recarga pública (CPOs) que aglutinan más del 80% de las instalaciones desplegadas en España se encuentran ya integrados en el mapa dinámico del Sistema de Gestión y Visualización de Puntos de Recarga, REVE, desarrollado por Red Eléctrica, con más de 8.100 ubicaciones operativas. ¿Cómo valoran desde Pod Point este mapa?
La iniciativa REVE es muy positiva, ya que aporta transparencia y mejora la información disponible para los usuarios. Facilita la localización de puntos de carga operativos, ayuda a planificar rutas y contribuye a un uso más eficiente de la infraestructura existente. Desde Pod Point apoyamos este tipo de herramientas y trabajamos para que todos nuestros puntos estén debidamente integrados en plataformas abiertas y actualizadas. Es una iniciativa que apoya positivamente al usuario, ayudándole a cargar su vehículo. Todavía existe el “ansiedad de autonomía”, que debería ir desapareciendo a medida que mejore la infraestructura pública y la transparencia sobre los puntos disponibles. También es cierto que el 90 % del uso diario de un coche requiere menos de 100 kilómetros, es decir, que con la carga del vehículo de forma doméstica o en el sitio de trabajo ya sería suficiente.
¿Están observando diferencias significativas en la adopción de vehículos eléctricos y puntos de recarga entre países europeos? ¿Qué casos consideran más exitosos o replicables?
Sí, existen diferencias marcadas. Países como Reino Unido, Noruega, Países Bajos o Alemania han alcanzado niveles de penetración muy elevados gracias a políticas claras, inversiones sostenidas e incentivos bien diseñados. Estos modelos demuestran que la combinación de apoyo institucional, infraestructura adecuada y beneficios al usuario puede acelerar la transición. En España, estamos avanzando para alcanzar las mismas estadísticas.
Desde su experiencia, ¿cuáles son las claves para garantizar una buena experiencia de usuario en la recarga? ¿Cómo abordan temas como la interoperabilidad, mantenimiento, app de usuario o atención al cliente?
La experiencia del usuario es un factor clave y requiere mucha atención en la adopción del vehículo eléctrico. Para garantizarla, es fundamental que la recarga sea sencilla, fiable y accesible.