La estabilidad de las redes y, por tanto, la seguridad del suministro, depende de un equilibrio constante entre generación y consumo, que las fuentes renovables intermitentes, como la eólica y la solar, no pueden mantener por sí solas. Así lo detalla el informe de Aquila Clean Energy, donde subrayan la importancia de las tecnologías de almacenamiento para estabilizar las redes y equilibrar la producción con la demanda.
¿Qué aplicaciones tienen las baterías en el sistema eléctrico?
Combinar energías renovables y baterías en una cartera crea efectos positivos significativos. En el caso de Ia península ibérica, las plantas solares muestran una fuerte correlación entre sí en su producción, es decir, todas producen energía al mismo tiempo. Por tanto, las baterías sirven para incrementar el valor de los proyectos renovables aumentando el precio captado del mercado y mitigando los efectos de las restricciones técnicas de los operadores de red (reduciendo los derrames).
La coubicación con parques solares fotovoltaicos permitiría a los sistemas de baterías cargar durante el día la energía que se vertería por limitaciones técnicas y descargarla durnate la noche. De hecho, las limitaciones se están convirtiendo cada vez más en un problema en momentos de exceso de generación renovable, dadas las limitaciones técnicas de las redes de transmisión y distribución en muchos países europeos.
El almacenamiento en baterías también puede desempeñar un papel importante evitando la congestión de la red, controlando la tensión, proporcionando o absorbiendo potencia reactiva y restableciendo el suministro tras un apagón (black-start). Esto es especialmente importante en Europa, donde se calcula que se necesitarán 584.000 millones de euros de inversión en tecnologías de transmisión y distribución para modernizar las redes y acomodar el crecimiento de la capacidad renovable.
Por otra parte, el progreso tecnológico y los cambios fundamentales del sector eléctrico europeo están llevando a la adopción de instalaciones de baterías con mayor capacidad y períodos de descarga más largos, lo que permite la realización de economías de escala y abren la posibilidad de mercados diferentes sobre una base tecnológica. Hay tres categorías principales de mercado a partir de las cuales las baterías generan sus flujos de ingresos, cuyo diseño y madurez aún varía en Europa:
¿Qué costes tienen los sistemas de baterías?
Uno de los principales motores competitivos de las baterías es el importante descenso de los costes de los sistemas de almacenamiento de energía en los últimos años como resultado de economías de escala, la intensa competencia en el mercado y los avances tecnológicos en la composición de baterías alternativas. Esta tendencia se ha visto reforzada por la considerable caída de los precios de las baterías de iones de litio que han disminuido un 90% desde 2010, y una amplia oferta de baterías debido al aumento de la competencia en el sector. Se espera que los costes sigan bajando a medida que se adopten mejores diseños de baterías y sistemas y continúe la competencia.
En este sentido, la Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que los avances en la química y la fabricación de baterías puede reducir el costo promedio global de las baterías de iones de litio en otro 40% entre 2023 y 2030.
¿En qué estado está el marco regulatorio?
Un requisito previo para acelerar el desarrollo de los sistemas de almacenamiento de energía en Europa es también un marco regulatorio correspondiente que ofrezca a los operadores un entorno de mercado positivo y estable a largo plazo. Los países de la Unión Europea (UE) están adaptando cada vez más sus marcos regulatorios; sin embargo, la falta de una estrategia armonizada y heterogénea sigue requiriendo un enfoque selectivo. Por ejemplo, Italia, Portugal y España siguen teniendo restricciones a la participación de baterías en los mercados auxiliares (por ejemplo, reserva primaria), a pesar de que sus diseños de mercado están ahora sujetos a cambios esperados que mejorarían las condiciones marco para la implementación de los sistemas de almacenamiento de energía. En previsión de estos cambios, Aquila Clean Energy está implementando el almacenamiento en baterías en la mayoría de sus parques solares fotovoltaicos operativos y en desarrollo en estos países, como un medio para maximizar la creación de valor y mitigar cualquier posible reducción técnica.
En España, en febrero de 2021, el Gobierno aprobó una estrategia de almacenamiento de energía, con medidas aprobadas destinadas a aumentar el papel del almacenamiento en el sector eléctrico al aumentar la flexibilidad del sistema y garantizar la seguridad del suministro. La hoja de ruta prevé que el país aumente su capacidad de almacenamiento a 20 GW para 2030, con 10 GW adicionales para 2050. Además, se prevé que el almacenamiento estacional (por ejemplo, grandes embalses hidroeléctricos) aumente en la próxima década, pero la mayor parte del aumento provendrá de sistemas de menor duración.
¿Cuáles son los elementos de sostenibilidad ambiental y social que hay que atender?
Para maximizar el potencial del almacenamiento de baterías y contribuir significativamente a los objetivos de sostenibilidad, la minería debe cumplir con altos estándares a nivel social y ambiental. El reciclaje de materias primas o el uso de energía renovable en la producción podría reducir significativamente la huella de CO2 de la producción de baterías. Por su parte, el fosfato de hierro y litio (LFP) se beneficia de menores costos que la química de níquel-manganeso-cobalto (NMC), porque depende menos de materias primas escasas. Otra tecnología es la de iones de sodio, que tiene el potencial de reducir la demanda futura de litio para baterías.
¿Cuánto se está instalando?
El objetivo de la Unión Europea, que las energías renovables cubran el 45% del consumo final de energía en 2030, conducirá a un aumento considerable de la demanda de electricidad eólica y solar, que se espera que se dupliquen para 2030.
En 2023, las instalaciones globales de baterías alcanzaron los 44 GW / 96 GWh, un aumento de casi el triple en relación con 2022 y el mayor aumento interanual registrado. Se prevé que en 2024 las instalaciones globales aumenten a 67 GW / 155 GWh, un aumento del 61 % en términos de gigavatios-hora.
Por primera vez, se estima que la capacidad instalada acumulada de almacenamiento en baterías a nivel mundial supere a la de la energía hidroeléctrica de bombeo en 2025, y se prevé que las tasas de implementación sigan acelerándose en la década de 2030.
Según datos de Red Eléctrica, sobre el acceso y conexión de las baterías en el sistema eléctrico español, más de 8 GW de proyectos de baterías han obtenido el permiso de acceso y conexión al operador del sistema eléctrico y un total de 14 GW han solicitado este permiso.
En general, el almacenamiento en baterías ofrece cada vez más oportunidades a los inversores en términos de inversión sostenible y de alto rendimiento, al tiempo que es una valiosa fuente de diversificación para las carteras de energía renovable.
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