El informe 'Energy Transition Outlook' de DNV prevé que la demanda europea de hidrógeno como vector energético llegará a 29 MtH2/año en 2050. En este contexto, la consultora espera que España exporte aproximadamente 1,7 MtH2/año dentro de Europa a mediados de siglo y, algo antes, a partir de la década de 2030, el hidrógeno ya desempeñará una función clave en la energía para la industria y las exportaciones en nuestro país. El interés de España en la demanda de hidrógeno como vector energético puede pasar de ser casi nula en 2023 a superar a la de las materias primas en 2040.
España está ampliando la producción de hidrógeno más allá de sus necesidades energéticas nacionales, estimulada por la visión de poder convertirse en el primer productor de hidrógeno verde de la UE.
Como explica Carlos Albero, Market Area Manager de DNV, “aunque la adopción del hidrógeno en el corto plazo será limitada, nuestro país podrá aumentar la producción en consonancia con sus metas de descarbonización a mediados de siglo. España ya reconoce la función decisiva que desempeñará el hidrógeno verde en el panorama energético nacional e internacional. Este recurso será esencial para descarbonizar industrias y sectores donde la implantación directa de la electricidad renovable representa un desafío. En España la combinación de recurso disponible, infraestructuras, y economía, hacen que seamos un país muy atractivo”.
Demanda de hidrógeno como vector energético
Uno de los principales impulsores de los costes del hidrógeno renovable es el consumo de electricidad. De hecho, los expertos de DNV pronostican que el hidrógeno utilizado con fines energéticos crecerá prácticamente de cero a casi 1,43 Mt/año en 2050. Será justo a mediados de la década de 2030 cuando la demanda se acelerará gracias a la importante adopción inicial en aplicaciones industriales que requieren calor a alta temperatura, como la producción de hierro y acero. Esto supondrá el 30% de la demanda total de hidrógeno, una proporción que aumentará a casi la mitad (47%) a mediados de siglo.
Y, si bien la consultora no prevé que España pueda alcanzar para 2030 el ambicioso objetivo de contar con 12 GW de producción de hidrógeno verde debido a los retrasos en la implantación, incertidumbres del mercado y altos costes en la actualidad, sí anticipa que la capacidad de hidrógeno se incrementará con rapidez en España, hasta alcanzar los 35 GW en 2050.
Crecimiento de la demanda de hidrógeno verde en el sector transporte
Otro punto en el que la adopción del hidrógeno tendrá una buena acogida será en el sector del transporte aéreo y marítimo. Según DNV, a mediados de siglo, la demanda de hidrógeno puro en el transporte supondrá el 3% de la demanda total, mientras que el amoníaco representará otro 3% y los combustibles sintéticos rozarán el 7%.
Y es que, la adopción inicial y posterior en el transporte implicará sobre todo derivados del hidrógeno, como amoníaco y combustibles sintéticos o combustibles de aviación sostenibles (SAF, por sus siglas en inglés), en lugar de hidrógeno puro.
En este punto, Carlos Albero señala: “La producción actual en volumen de hidrógeno en España, casi en su totalidad como materia prima, depende de rutas de producción tradicionales basadas en fósiles, sobre todo reformado de gas natural. Aunque, dada la menor demanda de materia prima y el alza gradual de la demanda de hidrógeno para energía, la composición de las rutas de producción de hidrógeno en España cambiará mucho de aquí a 2050, haciendo que el hidrógeno con fines energéticos se produzca solo a partir de fuentes renovables.”
España, principal país exportador de hidrógeno verde de la UE
“Las exportaciones a otros países europeos son otro componente esencial de la estrategia española de hidrógeno verde. El competitivo potencial renovable del país podría permitir volúmenes de exportación aún mayores, siempre que haya una expansión significativa de la capacidad solar y eólica y se disponga de una sólida infraestructura de apoyo para poder convertirse en el primer polo de hidrógeno verde de la UE”, expone Carlos Albero.
Tal es así que DNV prevé que en 2050 nuestro país producirá casi 3,5 Mt de hidrógeno, tanto para materia prima como para energía. Al mismo tiempo, la consultora considera que la demanda de hidrógeno y sus derivados será solo de 2 Mt para entonces. Esto significa que probablemente España aprovechará su competitividad en costes para conseguir su ambición de convertirse en un exportador clave de hidrógeno hacia Europa en 2040, alcanzando los 1,7 Mt/año a mediados de siglo, de acuerdo con los expertos.
Para que Europa pueda beneficiarse del hidrógeno verde español, DNV destaca que el desarrollo de la Red Troncal Europea de Hidrógeno será crucial, con los grandes corredores previstos como el que recorre la costa cántabra, el Valle del Ebro, el eje Levante y el de la Vía de la Plata.
Además, la colaboración a tres entre España, Francia y Portugal para el corredor marino H2Med, permitirá unir la península ibérica con Europa, facilitando con ello la exportación de hidrógeno de bajo coste de origen local en todo el continente, así como la posibilidad de transportar hidrógeno asequible producido en el norte de África a los consumidores de Europa Central acelerando así la creación de un mercado competitivo del hidrógeno en España y Europa.
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