La Granja Insulators (que forma parte del grupo francés Verescence) ha completado una importante fase de expansión en su planta de La Granja (Segovia), donde produce aisladores de vidrio para redes eléctricas de alta tensión. Estos elementos son muy importantes, ya que el 90% de los problemas una vez puesta en marcha una instalación se producen en ellos. Los fabricantes son pocos y las barreras de entrada al sector, muy grandes por el necesario know-how y las enormes inversiones iniciales que requieren. Es en ese nicho donde La Granja Insulators se ha erigido como socio tecnológico para utilities, ingenierías y fabricantes de equipos eléctricos.
La empresa ha invertido 16 millones de euros en la modernización de sus instalaciones, lo que le permitirá aumentar un 34% su capacidad productiva hasta alcanzar los 4 millones de aisladores anuales. Con ello, busca dar respuesta a la creciente demanda internacional en un contexto marcado por la electrificación, el refuerzo de las redes y la necesidad de mejorar la fiabilidad de los sistemas energéticos.
Durante una visita a la fábrica, en la que estuvo presente la Revista Energética, la dirección de la compañía explicó que esta expansión “consolida a La Granja Insulators como referente europeo en soluciones para transmisión y distribución eléctrica”. El contexto geopolítico está influyendo en el mercado y hace que este tienda a priorizar la fabricación cercana y la independencia industrial. En los últimos años, el principal fabricante ruso se ha visto aislado tras la guerra, mientras que las empresas chinas tienen muy difícil vender sus productos a los países occidentales.
Con la suma de todos estos factores, Verescence La Granja cuenta ya con más de 525 empleados a los que sumar sus proveedores de servicios externos. Para la unidad de negocio de aisladores trabajan 160 empleados que exportan el 98% de su producción, principalmente a Europa, Norteamérica y Oriente Medio. Además, este año han vivido un cambio en la propiedad, ya que en la primera mitad de 2025 han entrado como accionistas en Verescence dos fondos de inversión portugueses: Movendo Capital y Draycott.
El manager general de la empresa, Bruno Portellano, destacó que el objetivo es “reforzar el valor del ‘Made in Spain’ y responder al auge de las redes eléctricas con una oferta competitiva y sostenible”. Según explicó, la compañía mantiene plantas operativas en España, Francia, Corea del Sur y Estados Unidos, lo que le permite adaptarse con rapidez a las necesidades de los clientes en distintos mercados y garantizar su resiliencia industrial.
Por su parte, Mikel Campos, director global de Ventas y Marketing, señaló que el mercado mundial de aisladores “crecerá alrededor de un 7% anual” en los próximos años, impulsado por la renovación de infraestructuras, la electrificación del transporte y la industria, y las nuevas interconexiones internacionales. En este entorno, los aisladores de vidrio ganan terreno frente a los de porcelana por su mayor durabilidad y facilidad de mantenimiento, y representan ya cerca del 40% de la cuota de mercado global, prácticamente empatados con los de composite.
Tal es la demanda que la fábrica de La Granja no descansa y sus trabajadores cubren por turnos las 24 horas del día de los 365 días del año con encargos asegurados hasta 2027. En la factoría se han desarrollado tecnologías propias como SILGLASS, un recubrimiento de silicona RTV patentado que mejora el comportamiento de los aisladores en entornos con alta contaminación o condiciones climáticas extremas. Este avance permite reducir pérdidas eléctricas, minimizar limpiezas y prolongar la vida útil de las instalaciones, factores clave para garantizar la eficiencia de las redes de transmisión.
La producción de aisladores se inicia en 1932, habiéndose comenzado la fabricación de vidrío con la fundación de la Real Fábrica de Cristal en 1760. Hoy en día, los equipos de la fábrica segoviana diseñan, fabrican y validan aisladores para redes de hasta 765 kV, con más de 100 millones de unidades instaladas en más de 120 países. La empresa colabora además con operadoras eléctricas y organismos internacionales en el desarrollo de estándares y proyectos de innovación.
Durante la visita, Javier García, director técnico de Aisladores, subrayó la importancia de la innovación aplicada al rendimiento y mantenimiento de las redes eléctricas. Explicó que el ensuciamiento de los aisladores puede generar corrientes de fuga y descargas superficiales, y que por ello la compañía trabaja en recubrimientos avanzados y soluciones predictivas. “Nuestro objetivo es que las redes sean más seguras y eficientes; estamos desarrollando herramientas de inteligencia artificial para determinar cuándo y cómo limpiar los aisladores, evitando intervenciones innecesarias y optimizando recursos”, apuntó.
Valor medioambiental y social
El compromiso medioambiental constituye otro pilar en el crecimiento de La Granja Insulators. La empresa se sitúa en el 1% de las mejor valoradas por EcoVadis, cuenta con un plan de reducción de emisiones validado por SBTi y se ha marcado como objetivo disminuir un 64% sus emisiones de CO2 para 2034 y alcanzar la neutralidad climática en 2050. Entre las medidas ya implantadas destacan la recuperación del 98% del agua utilizada en los procesos productivos, la reincorporación del 92% del vidrio reciclado, la reducción del 19% de las emisiones directas y la recuperación del 91% de los residuos generados.
La empresa planea también renovar su horno principal en 2031, con un modelo híbrido (75% eléctrico y 25% a gas), que reducirá de forma significativa el consumo energético y las emisiones asociadas a la fundición del vidrio.
En el ámbito económico y social, la planta mantiene una estrecha vinculación con su entorno. Su actividad industrial genera empleo directo e indirecto en la comarca segoviana y contribuye a la estabilidad de un territorio con fuerte tradición manufacturera. En palabras de su dirección, “la fábrica y el municipio de La Granja comparten historia y futuro”.