El acuerdo conecta la producción de los parques de Iglesias (Burgos) y El Escudo (Cantabria) con los objetivos de descarbonización de la tecnológica, que a cambio reforzará la infraestructura cloud de la eléctrica.
La convergencia entre la demanda energética de los grandes centros de datos y la generación renovable se ha materializado en un nuevo acuerdo estratégico entre Iberdrola y Microsoft. Ambas compañías han firmado dos contratos de compraventa de energía a largo plazo (PPA, por sus siglas en inglés) por una potencia conjunta de 150 MW, los primeros que suscriben en suelo europeo.
La operación vincula el suministro eléctrico a dos activos eólicos concretos en España: el parque de Iglesias, situado en Burgos, y el de El Escudo, en Cantabria. Con este movimiento, Microsoft avanza en su estrategia de operar con energía 100% renovable en el continente, asegurándose un suministro estable para sus operaciones de procesamiento de datos.
Aunque este es el primer acuerdo en Europa, la colaboración energética entre ambas firmas ya cuenta con un recorrido significativo en Estados Unidos. Entre 2021 y 2025, a través de Avangrid (filial estadounidense de Iberdrola), se firmaron tres PPAs para los proyectos fotovoltaicos de Powell Creek (Ohio) y Camino Solar (California), así como para el parque eólico Juniper Canyon (Washington). Con la incorporación de los activos españoles, la capacidad total contratada bajo esta alianza alcanza los 500 MW a nivel global.
El acuerdo trasciende el suministro eléctrico tradicional e incluye una contrapartida tecnológica. Iberdrola ampliará el uso de la plataforma en la nube Azure para alojar sistemas críticos de diversas áreas de negocio, proceso que ya ha iniciado. Además, la eléctrica desplegará soluciones de inteligencia artificial generativa (Microsoft Copilot) para acelerar la digitalización de sus operaciones y mejorar la gestión de la red y los activos renovables.
Desde un punto de vista técnico, uno de los aspectos más novedosos del memorando es la colaboración en proyectos de economía circular térmica. Las compañías explorarán el aprovechamiento del calor residual generado por los centros de datos —comenzando con iniciativas en Zaragoza— para usos energéticos locales.
Asimismo, la alianza contempla líneas de trabajo conjuntas en el desarrollo de soluciones de almacenamiento con baterías, hidrógeno verde y la gestión de terrenos electrificados en mercados clave como Europa, Estados Unidos, Brasil y Australia.
Este movimiento refuerza la posición de Iberdrola en el mercado de contratos a largo plazo, donde se mantiene como líder europeo según el informe Pexapark Renewables Market Outlook 2025.