Impulsados por el afán de acceder a una luz más barata y contribuir a cuidar el medio ambiente de una forma sencilla y asequible, 55 vecinos de pueblecitos granadinos se apuntan a la energía verde. En Ventas de Huelma, Ácula, Escúzar y Fornes recibieron con interés a la caravana de la energía coherente impulsada por Vergy, comunidad de aprendizaje que involucra a las personas en el cambio a un consumo de luz generado por paneles solares compartidos. La iniciativa, que no exige inversión inicial, supondrá un ahorro de más de 78 toneladas de emisiones de CO2 anualmente.

Durante cuatro jornadas, miembros de Vergy acudieron a las plazas de estas localidades granadinas (ninguna supera los 1.000 habitantes) para presentar, con la colaboración de los ayuntamientos, un nuevo modelo de generar y compartir energía limpia y local. Consiste en la instalación de paneles solares en edificios o terrenos públicos que producen luz de forma colaborativa para distribuirla entre los participantes. Cuando estas comunidades estén en marcha, anualmente generarán en torno a 170 MWh; se dejarán de emitir alrededor de 78 toneladas de CO2 a la atmósfera al año, lo que equivaldría a plantar unos 3.000 árboles.

El planteamiento de Vergy –cuya filosofía es facilitar el acceso a las energías renovables a todas las personas–,  tuvo una buena acogida e incluso gran número de los asistentes pusieron sus propios tejados al servicio de la comunidad. Un ofrecimiento que sorprendió al equipo de la empresa que no esperaba la amplia y espontánea respuesta. Aunque, en principio, el modelo está planteado con la utilización de edificios y terrenos públicos para dar valor a infraestructuras que no se usan y generar nuevas relaciones entre las administraciones públicas y los ciudadanos, la oferta será tenida en cuenta en el desarrollo futuro que decidirán entre los participantes.

Al ser un proyecto en común y abierto, los términos se irán diseñando con las personas que se integren en él, estudiando las necesidades y consumos y escuchando sus propuestas. También los beneficios que se obtengan se irán definiendo cómo se repartiran entre todos. “Generaremos un diálogo con los ciudadanos que instalen placas solares en sus tejados y las pongan al servicio de la comunidad para, conjuntamente, establecer compensaciones justas para ellos”, explica Rafa Bahamonde, responsable de Innovación de Vergy. Quien apunta que el objetivo de esta experiencia es definir un modelo escalable que pueda implantarse en cualquier lugar de España donde surja interés.

Sin inversión ni mantemiento
En este modelo, Vergy es quien hace la inversión y el mantenimiento de la instalación. Los miembros de la comunidad a cambio compran la energía a un precio inferior a las tarifas de las compañías eléctricas. No hay inversión inicial y hay flexibilidad para entrar y salir, ya que las instalaciones no son de su propiedad.

Los interesados en la iniciativa recibirán un vídeo con la presentación para poder estudiar a fondo la propuesta y un formulario online en el que darán una serie de datos básicos para analizar sus consumos eléctricos.

A finales de julio, se confirmarán los primeros miembros de cada una de las comunidades. Una vez formalizados los participantes, se desarrollará el diseño técnico de las comunidades. Este paso implica definir cuántas placas solares se instalarán, dónde, cómo se distribuirá la energía entre los miembros de la comunidad y cuál es el ahorro anual esperado para cada uno de ellos. Una fase prevista para entre septiembre y octubre.