Red Eléctrica, la filial de Redeia responsable de la operación y el transporte eléctrico en España, ha dado comienzo a las obras del nuevo enlace submarino entre Tenerife y La Gomera. Una nueva interconexión entre islas que será determinante para garantizar la seguridad del suministro en La Gomera, posibilitar una mayor integración de energías renovables y lograr una reducción de los costes globales de generación al quedar unidos los sistemas de ambas islas.
Gracias a este nuevo enlace, cuya puesta en servicio está prevista en 2025, La Gomera será capaz de generar e integrar un contingente renovable superior a la demanda total de la isla, permitiendo reducir la dependencia de la Central Térmica de El Palmar. Además, gracias a la interconexión, el sistema de Tenerife podrá integrar el excedente de generación renovable de La Gomera, reduciendo su dependencia de los combustibles fósiles y contribuyendo a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
El proyecto supone, por tanto, un paso firme en el proceso de transición ecológica en las Islas Canarias, que tiene por objetivo la descarbonización total de su economía en el año 2040, diez años antes de los objetivos marcados por Europa.
El acto del inicio de las obras se ha celebrado en la zona donde se construirá la nueva subestación de Chío (Guía de Isora, Tenerife) y ha contado con la participación del presidente de Canarias, Ángel Victor Torres; la presidenta de Redeia, Beatriz Corredor; el Comisionado para el Impulso de la Energía Sostenible en Sistemas Insulares, Marc Pons; el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, el vicepresidente primero del Cabildo de Tenerife, Enrique Arriaga, y la alcaldesa de Guía de Isora, Josefa Mesa, entre otras autoridades.
Un reto técnico adaptado al entorno
Este nuevo proyecto estratégico supone un ambicioso reto, dada su complejidad técnica tanto en su tramo terrestre como en el submarino. No se han aplicado soluciones estándar, adaptando cada una de ellas de manera flexible a la realidad del territorio desde todos los puntos de vista: social, técnico y medioambiental.
El eje consta de una línea de doble circuito de 66 kV, con un tramo submarino de 36 km y dos tramos terrestres soterrados en las islas de La Gomera y Tenerife, que unirán la futura subestación eléctrica de Chío (Tenerife) con la nueva subestación eléctrica de El Palmar (La Gomera).
Se trata del enlace submarino tripolar en alterna más profundo del mundo, por lo que ha requerido de un diseño del cable adaptado, y reforzado con materiales ligeros capaces de soportar los exigentes requerimientos del entorno en el que irá instalado el cable.
Por otro lado, por su longitud y complejidad, la llegada del cable a tierra en ambas islas ha supuesto un reto para asegurar la protección de la biodiversidad de las aguas más someras, dada la naturaleza singular de los suelos volcánicos, muy heterogéneos. Para ello, se ha recurrido a la técnica de perforación dirigida, que introduce el cable en el mar a través de un microtunel con salida a cientos de metros de la costa, anulando cualquier afección a las comunidades biológicas del tramo de perforación de la costa.
En definitiva, el trazado de la interconexión ha sido diseñado con el fin de minimizar el impacto paisajístico y de asegurar la máxima protección de la vegetación y la fauna en las zonas por las que transcurre su recorrido.
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