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Proceso de implantación de una instalación de autoconsumo: desde el estudio inicial hasta la conclusión del contrato

Pedro Bárcena Berger, director de E4e Soluciones

 Proceso de implantación de una instalación de autoconsumo: desde el estudio inicial hasta la conclusión del contrato

En las próximas líneas repasamos aquellos aspectos fundamentales que explican el proceso de implantación de una instalación, desde el estudio de éste y sus parámetros, hasta la legalización de la instalación para uso y disfrute del usuario final.

En la actualidad, el sector del autoconsumo fotovoltaico está en auge, propiciado principalmente por la inestabilidad del mercado eléctrico y los elevados precios, y aupado por las Administraciones Públicas con las diferentes líneas de ayudas y subvenciones.

En la práctica, el usuario final de estos sistemas de aprovechamiento energético tan solo ve placas solares de las que espera un rendimiento energético y económico, pero ¿qué hay detrás hasta que una instalación se implanta y puede ser aprovechada por el cliente?

El estudio para autoconsumo fotovoltaico es el paso previo fundamental en la ejecución de la instalación de los paneles solares y demás componentes del sistema. En esencia, hablamos de la planificación de la infraestructura de autoconsumo teniendo en cuenta una serie de factores.

En las próximas líneas repasamos aquellos aspectos fundamentales que explican el proceso de implantación de una instalación, desde el estudio de este y sus parámetros, hasta la legalización de la instalación para uso y disfrute del usuario final.

 

Ubicación geográfica del proyecto
La ubicación geográfica del proyecto de autoconsumo es determinante, ya que la misma nos indicará el promedio anual de irradiación solar nominal en el lugar, así como también las variaciones que este factor pueda tener durante las estaciones de otoño y verano. En general, España es uno de los países europeos con mayor irradiación solar. El promedio de ésta en cada comunidad autónoma y ciudad puede calcularse mediante la plataforma ADRASE, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas; o bien mediante la herramienta ‘open data’ Photovoltaic Geographical Information System (PVGIS) de la Unión Europea. Este valor se expresa en kilovatios por hora por metro cuadrado (kWh/m²). Por ejemplo, una instalación en Madrid, con paneles solares inclinados a 35⁰, podría recibir una irradiación sobre los 2.000 kWh por m² por año.

 

Cálculo del consumo estimado en el estudio para autoconsumo fotovoltaico
Asimismo, para implantar una instalación de autoconsumo es indispensable conocer con certeza el consumo eléctrico que tiene la vivienda, edificio o nave industrial. Este dato es accesible mediante el histórico que encontramos en la factura de electricidad. Este puede mostrarnos las variaciones que pueden producirse en verano e invierno, por ejemplo, cuando requerimos más el uso de sistemas de climatización. No obstante, también es importante conocer cuántos equipos y dispositivos funcionan en el recinto y con cuánta frecuencia se usan. A modo de ilustración, para determinar el consumo de una nave industrial es necesario contabilizar la cantidad de luminarias, máquinas, ordenadores y otros aparatos existentes. A ello debemos añadir el tiempo diario de uso de cada uno. Para ello, la empresa instaladora elaborará un cuadro donde relacionará estos datos. Entonces, la suma de consumo diario se multiplica por los 365 días del año. De esta manera, obtendríamos un consumo anual aproximado que determinará lo que la instalación fotovoltaica debe generar.

Normalmente, para calcular los consumos más altos que podría tener la edificación, los técnicos consideran el uso de las cargas en invierno y otoño. Precisamente, porque es cuando más se usan luminarias y equipos de calefacción, dadas las bajas temperaturas y la disminución de las horas de luz.

 

El espacio disponible y ángulo de inclinación
Los diferentes tipos de placas solares disponibles en el mercado tienen un área aproximada de 1,5 m2 a 2 m2. Estas dimensiones determinan la cantidad de potencia y rendimiento aportado por cada módulo. En concreto, los monocristalinos de 1,5 m2 generan de 200 a 250 W de potencia y tienen un rendimiento de 14 a 15,5%. Por su parte, las placas solares de 2 m2 aportan de 350 a 400 W y su rendimiento es de 18 a 20%.

En este sentido, el personal de la empresa proveedora ha de inspeccionar el espacio o emplazamiento disponible para la instalación fotovoltaica; así sabrán la cantidad y tamaño de los módulos a plantear en el diseño. De manera particular, evaluarán el material, las características y condiciones del techo, terraza o cubierta de nave industrial. En parte, la selección de las estructuras y mecanismos de soporte de las placas solares depende de esta inspección. Incluso esto servirá para medir y distribuir el cableado necesario.

Igualmente, para obtener el mayor rendimiento posible de las placas solares, es imprescindible calcular la orientación y la inclinación adecuadas de los paneles solares. La ubicación ideal es hacia el sur, porque esta es la dirección en la que los paneles pueden recibir la radiación solar durante la mayor parte del día. Aun así, orientarlos a este u oeste no variaría considerablemente en la generación de energía de la instalación fotovoltaica.

En consecuencia, es fundamental fijar el ángulo de inclinación de las placas solares y el ángulo azimut. El primero es la inclinación que han de tener los paneles respecto al ras de suelo, si se trata de una superficie plana, como una terraza. Para los techos o cubiertas inclinadas ha de tenerse en cuenta el grado de declive de estas respecto a la horizontal; mientras que la orientación se establecerá a partir del ángulo azimut, es decir, el ángulo de desviación que tiene como referencia la dirección ideal hacia el sur.

 

Selección de los componentes
Una vez evaluadas todas las variables descritas y realizados todos los cálculos, la empresa procede a estimar la cantidad y tamaño de los paneles solares, inversores, cableado, cuadros de protección, etc. Para ello, es importante tener cuidado en que la empresa encargada de ejecutar el proyecto trabaje con marcas cuyas garantías avalen la vida del proyecto.

 

Diseño de la planta fotovoltaica
Con todos estos números, el cliente recibirá un estudio amplio y detallado sobre su caso particular, en el que se podrá comprobar la viabilidad técnica y económica. En él, también verá un presupuesto desglosado de todos los componentes que serán necesarios para que la instalación solar pueda funcionar y generar los ahorros previstos con total normalidad.

En caso de ser favorable a los intereses del usuario final, se acuerda la forma de pago y comienza el proceso de instalación.

Una vez firmado, el proyecto deberá pasar todos los trámites legales para su construcción: visado de Industria, solicitud de licencias municipales, permisos de acceso y conexión con la distribuidora ,etc.

 

Instalación de la planta de autoconsumo
Una vez firmado el contrato, y conocidos todos los detalles que llevarán la instalación solar, serán los instaladores -que deben estar cualificados en electricidad en alta y baja tensión, en PRL y en trabajo en altura- los que ejecuten el proyecto junto con la dirección del ingeniero encargado del proyecto.

Una vez instalada, se procederá a su conexión y puesta en marcha. Junto a ello se incluirá un sistema de monitorización para que tanto ingeniería como cliente sepan en tiempo real el funcionamiento de la planta, a la vista de detectar posibles deficiencias que puedan ocasionar la no producción de la instalación solar.

 

Mantenimiento de la instalación como último paso para concluir el proyecto
El mantenimiento de las placas solares son todas aquellas acciones que mantienen la instalación y aseguran su correcto funcionamiento. A pesar de que las placas solares no requieren de un mantenimiento continuo ni costoso, sí que es verdad que precisan de un cuidado para poder mantener su rendimiento lo máximo posible.

Para su conservación, hay que tener en cuenta factores como las condiciones climáticas o la complejidad de la instalación. Un mal mantenimiento se podría traducir en una pérdida de energía entre un 15% y un 30%, con las repercusiones económicas que esto tendría para el usuario final.

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Artículos sobre solar fotovoltaica | 30 de junio de 2022 | 1670

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